El Teléfono de la Esperanza, un espacio más de ayuda en la crisis por el Covid-19
Sigue prestando su servicio las 24 horas, todos los días, y ahora la mayor parte de los voluntarios atienden las llamadas desde sus casas
Son muchos los granadinos que, desgraciadamente, viven solos y se sienten tristes. Su pena se ha agudizado con la situación que se vive con el confinamiento para evitar la expansión del coronavirus Covid-19. Para todos ellos y para quien lo necesite sigue estando abierto un teléfono de ayuda que presta su servicio las 24 horas del día, los 365 días del año. Se trata del Teléfono de la Esperanza, el 958 26 15 16.
Esta ONG de voluntariado trabaja normalmente en su sede en Granada en la calle Horno de Espadero, 22, donde además de atender llamadas realizan cursos, talleres, actividades y atención personalizada para ayudar a las personas a superar el duelo, la ansiedad o el estrés, pero todo se ha suspendido a raíz del último decreto del Gobierno, que ha obligado a los ciudadanos a permanecer en casa para frenar la expansión del coronavirus. Ahora, la mayoría de voluntarios trabajan desde su domicilio para evitar desplazamientos a la sede y en su teléfono fijo reciben las llamadas que se les derivan para atender “a personas vulnerables, que se encuentran solas y que tienen miedo en esta situación que estamos viviendo”, como explica Rosa Romero, voluntaria del Teléfono de la Esperanza.
“Nosotros tratamos de calmarles, les prestamos atención psicológica”, asegura Rosa. En las últimas semanas, las personas llaman al Teléfono de la Esperanza “muy asustadas por la situación”, comenta. “Nosotros contactamos con gente que les puede ayudar en este momento. Por ejemplo, avisamos a los de los patinetes que ahora prestan su ayuda para que lleven medicamentos a quien lo necesita. Siempre les damos recursos”, apunta.
Al Teléfono de la Esperanza llaman cada año “muchas personas tristes y que sufren mucho” y desde él les ayudan, sobre todo, a prevenir el suicidio. Ahora, con esta situación de alerta por la crisis sanitaria del Covid-19 las llamadas han aumentado ya que estas personas están preocupadas por la situación. Tanto los psicólogos como los abogados que trabajan en el Teléfono de la Esperanza atienden este tipo de casos, “que son los más graves”, como explica Rosa.
Sin duda, el tema del coronavirus es lo que más preocupa a los usuarios del Teléfono de la Esperanza en las últimas semanas. “Muchas madres con hijos adolescentes llaman para saber qué podrían hacer para que sus hijos sean más responsables en esta situación y cumplan con el confinamiento ya que creen que a ellos no les va a pasar nada y no se protegen”, comenta Mónica Amaya, la directora del Teléfono de la Esperanza en Granada. “También llama gente que se encuentra sola y tiene miedo porque está sin provisiones o porque no tiene a nadie con quien hablar. O porque se les acaba la mediación y quieren saber cómo consiguen una receta nueva”, añade.
Ahora también llaman más personas “con patologías neurológicas y con picos de ansiedad, que se agravan con esta situación”. “Estas personas se ponen muy ansiosas y necesitan a alguien que los escuche. Un orientador atiende estas llamadas. Es una escucha activa. No hay que minimizar lo que está pasando porque es algo real y trabajamos en eso, para que lo verbalice y así baje su nivel de ansiedad”, explica Mónica Amaya. “Después de la llamada están más tranquilos”, asegura.
Los voluntarios del Teléfono de la Esperanza de Granada se han volcado para ayudar en esta situación y la directora agradece su labor y su esfuerzo a cada uno de ellos. “Tienen familias y siguen con su labor en casa. Seguimos atendiendo igual y es nuestra manera de contribuir en esta situación”, indica.