La sexta ola refuerza la apuesta por el teletrabajo

La sexta ola de coronavirus ha tenido un impacto más que notable en las últimas semanas. Ómicron llegó y puso fin a semanas de datos mínimos en España, lo que condicionó el comportamiento de la sociedad en Navidad e hizo a algunos mandatarios plantearse aspectos como la vuelta a los colegios en enero. El inicio de 2022 ha trasladado también un debate a las empresas, que han vuelto a ver el teletrabajo como una opción, aunque esto no significa que tenga que ser escogido. David Comino, director del Área de Soluciones Web de Grupo Trevenque, explica la perspectiva de una empresa que tiene ya más que interiorizada su rutina desde el hogar.

"Nunca hemos vuelto", manifiesta David, que detalla que Grupo Trevenque ha aprovechado las circunstancias para "hacer algunos cambios en la oficina". Esta compañía granadina no tiene problemas para trabajar desde casa debido a su dedicación al sector de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones.

En los meses en los que la tasa de incidencia era menos elevada gracias a los pocos contagios, los empleados tenían la posibilidad de elegir entre acudir a la oficina o realizar sus tareas desde casa. El director del Área de Soluciones Web destaca que lo que más añora es "el contacto con los compañeros".

Los datos revelan que España es un país muy acostumbrado a la presencialidad, ya que está por debajo de la media Europea. En 2020 y 2021 las cifras de teletrabajo se elevaron de forma obligada, pero lo cierto es que cuando el coronavirus ha dado respiros la primera opción siempre es la presencialidad, un hecho más habitual si cabe en las pequeñas y medianas empresas.

Durante el tercer trimestre de 2021, los puestos de teletrabajo descendieron de manera considerable en España debido al avance en el proceso de vacunación y a la estabilización de índices como la tasa de incidencia y la presión sanitaria. Así lo destacó un informe elaborado por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), dependiente de la Secretaría de Estado de Digitalización, que cifró en 1,6 millones los empleados que llevaron a cabo sus tareas laborales desde su hogar entre julio y septiembre.

Presencialidad obligatoria y tramitaciones de bajas

'Currar' en casa no es una opción para muchas personas. La hostelería es, como en otros aspectos de la pandemia, uno de los sectores más afectados por esta circunstancia. También hay profesiones en las que las circunstancias son innegociables, como es el caso de los dentistas, que tienen que tratar a sus pacientes sin mascarilla.

El ritmo laboral nunca para y la burocracia lo ha notado de forma notable. Hace apenas unos días, la Junta de Andalucía anunció la puesta en marcha de la tramitación para los trabajadores de la baja y alta en la Seguridad Social por contagio del virus en un único acto. Entre el 6 y el 12 de enero, se tramitaron en Andalucía un total de 110.000 bajas de trabajadores por contagio del Covid-19. El coronavirus no se cansa de demostrar su capacidad para alterar la rutina de la ciudadanía y sus condiciones de vida. Lidiar con contagios estrechos y constantes sustos no es fácil para empresas y trabajadores, pero la premisa común siempre es que la salud es lo primero.