"Tenemos dos turnos, comidas y cenas, y si nos quitan uno perdemos casi la mitad de nuestros ingresos"

El domingo 18 de abril a las 20.00 horas era la fecha y la hora subrayada con rojo en el calendario de los comerciantes y, sobre todo, de los hosteleros. Bueno, en realidad una más, pues desde que en marzo de 2020 comenzaran las restricciones y la posterior desescalada, las distintas medidas han ido colmando la paciencia y mermando las cajas registradores de los pequeños negocios.

Desde este domingo, los bares, restaurantes y, en general, comercios y locales de actividad no esencial tienen que echar la persiana a las 20.00 horas. Una decisión adoptada la semana pasada por la Junta y que se barrunta irá a más ante el aumento de contagios por coronavirus.

Granada es la provincia con más hospitalizados en este momento y también la única de Andalucía que tiene una tasa de incidencia mayor de 400 positivos por cada 100.000 habitantes (427,2). Además, la capital también se queda sola entre todas las de su categoría, y también las grandes ciudades, por encima de este umbral (424,1).

Por eso, desde el pasado viernes toda la provincia se encuentra en nivel de alerta 4 grado 1. Doce municipios, además, alcanzan el grado 2. Son Albuñuelas, Campotéjar, Castril, Colomera, Darro, Escúzar, Íllora, Montejícar, Nigüelas, Orce, El Valle y Zagra, que ni siquiera abrir sus comercios antes de las 20.00 horas. Además, el aforo en hostelería y restauración para la provincia de Granada se limita al 30%, mientras que en terrazas se permite el 75% como máximo.

"A nivel anímico es un palo para todos, pues tememos que las restricciones vayan a más y con ellas los ERTE y la incertidumbre", asegura César San José, responsable del bar Los Manueles de la Plaza Romanilla. "La hostelería tiene dos turnos, comidas y cenas. Si nos cierran a las 20.00 horas nos están quitando uno y, por tanto, casi la mitad de los ingresos", resume. San José teme que la cosa vaya a peor no sólo ya por las medidas legales que puedan adoptarse, sino por el "miedo de la gente a tomarse una tapa o un refresco".

El comercio, menos afectado, no entiende entrar "en el mismo saco"

Aunque el horario comercial de verano es hasta las nueve de la noche y, por ende, la nueva limitación no afecta tanto; desde la Federación Provincial de Comercio de Granada no entienden "por qué siempre se nos mete en el mismo saco que al resto", ha asegurado a GranadaDigital el secretario general de esta asociación, Miguel Moreno.

"En el pequeño y mediano comercio no se ha demostrado que se produzcan contagios. Que nos metan a todos en el mismo saco no nos parece de recibo. Todos tenemos aires acondicionados y cumplimos las medidas", ha añadido Moreno.

Aun así, el representante de los comerciantes ha reconocido que, "aunque cualquier restricción de horarios o cierre perimetral nos perjudica, entendemos que tampoco es tan malo como cuando nos obligaban a cerrar a las seis". No obstante, considera que adelantar una hora la clausura de los negocios se traduce en "perder la tarde porque la gente piensa que si cierra a las ocho ya no le da tiempo mientras sale de trabajar y descansa. Y a eso le tienes que sumar el parón del consumo", ha apostillado finalmente.