Termina la vendimia en las bodegas granadinas con una producción menor que mantiene la calidad del producto

Este año la vendimia en Granada se ha visto adelantada por los factores climáticos de un tiempo más seco y caluroso que el año pasado. Estos factores han hecho que la cosecha haya ido tomando, ya a mediados de agosto y principios de septiembre, su momento óptimo de maduración. En contraste, el año pasado la época de vendimia se dio a mediados del mes de septiembre, más tarde de lo que acostumbra.

Así ha sucedido por ejemplo en el caso de la bodega Anchurón, en el municipio de Darro, donde la recogida del fruto de la vid ha sido más temprana que en los últimos años: “la importancia de obtención de la materia prima con la que se crean los vinos es crucial, el cuidado que se pone durante  toda la viticultura ha de seguir en su senda hasta la vendimia”, lo analiza Emilio Romero, director de comunicación de la bodega.

Aunque la vendimia haya llegado más pronto que de costumbre la calidad de la uva es buena, “gracias al gran esfuerzo que hemos hecho entre todos los que trabajamos en la bodega, hemos podido subir la calidad de nuestros vinos, incluso teniendo vendimias tan dispares como las de los últimos años, este año ha predominado la tranquilidad por encima de todo, y hemos podido mimar nuestro producto desde el principio”, analiza Rosa María Pascual, enóloga de la bodega Dominio Buenavista productora de los vinos Veleta, en la localidad de Ugíjar.

MENOS PRODUCCION

Comentan desde las bodegas que la vendimia se "ha adelantado unos 20 días, pero tenemos un 20% de producción menos que el año pasado”, explica Antonio López, enólogo de la bodega Fontedei, nombre que juega con el municipio Deifontes, donde se encuentra la bodega. “Estos calores al final de la vendimia no benefician nada, es mejor tener temperaturas más frías para una mejor aclimatación”, termina el reconocido enólogo.

“Aunque esta añada es excelente la producción ha sido muy baja, hemos obtenido un 40% menos en kilos de uva que el año pasado cuando llegamos hasta doblar en algunas variedades la producción de años normales. Llovía todas las semanas y teníamos que volver a empezar una y otra vez con los análisis en campo. Y la vendimia se retrasaba semana tras semana”, recuerda Pascual de Dominio Buenavista.

Ahora, una vez que la recolecta ha terminado, sigue el trabajo de vinicultura, es decir, de transformación de la uva en vino. Se espera un año de grandes expectativas para el vino granadino.