El día que el Granada emprendió su historia europea desde el lugar más insospechado

Arquitectura viejuna, signos escasos de pandemia, calles con tiendas ambulantes en cada esquina y calzadas a medio pavimentar. Edificios bajos levantados con prisa combinan con la calma de la gente, que nunca parece andar con celeridad. Una postal que refleja un pasado comunista acaba por ilustrarse con vetustos coches -la gran inmensa mayoría, Mercedes de tercera clase- y un estadio de planta muy baja que recuerda al campo Núñez Blanca cuyo césped se ve desde la calle a través de una oxidada valla. En el descuidado verde, un equipo con una cuenta de Twitter que contaba por aquel entonces con 37 seguidores. Está claro que ni el aficionado del Granada más imaginativo hubiese pensado que el estreno europeo de su equipo se daría en Durrës.

Este domingo se cumplen tres años del histórico debut en competición europea del Granada. La efeméride está quizás alejada del glamour de los estadios que uno imagina cuando piensa en fútbol europeo y que ve desde la tele. Sin embargo, el partido ante el Teuta Durrës sí tiene ese componente tan simbólico que hace que la segunda ciudad más grande de Albania y el puerto más importante de este país sean parte de la historia granadinista.

Tras acabar la temporada en un sobresaliente séptimo puesto, el Granada de Diego Martínez afrontaba su primera participación europea. Eran tiempos de pandemia, y la Liga había acabado en pleno verano tras ser aplazada por el estado de alarma. La excepcional situación obligó a jugar las previas de la Europa League mucho más tarde, y por primera vez en toda la historia, con eliminatorias a un solo partido para agilizar un calendario que volaba por los aires tras cada brote de covid-19 entre los jugadores.

El sorteo de la ilusionante Europa League deparó que el Granada jugaría su primer partido europeo ante el Teuta Durrës. Un exótico equipo que tendría el honor de ser el primer rival del conjunto rojiblanco en Europa en sus casi 90 años de historia. Todo, eso sí, en medio de una pandemia que impidió coger el pasaporte y la bufanda a la afición para poder acompañar a su equipo en tan histórica campaña.

Eran tiempos felices. Diego Martínez llevó al club a Primera División y lo metió en Europa. Las cosas funcionaban con futbolistas veteranos como Soldado, Jorge Molina, Gonalons o Montoro, que hacían una sociedad perfecta con el talento de los jóvenes Luis Milla, Yángel Herrera o Carlos Neva. Un bloque que costará de olvidar en la ciudad de la Alhambra no ya por lo que consiguió, sino por lo que transmitía dentro y fuera del campo.

Durrës, puerto codiciado y de pasado convulso

No tardaría la expedición del Granada en darse cuenta de que su debut europeo iba a ser en un insospechado punto de la Costa Adriática. A tiro de piedra de la capital Tirana, Durrës es el principal puerto de Albania. Por sus soleadas calles han pasado griegos, romanos, otomanos o venecianos, atraídos por la condición estratégica de un puerto que conecta Occidente con Oriente. Una ciudad también con su pasado oscuro y las duras escenas que dejó en los años noventa, con miles y miles de albaneses que intentaban escapar por mar con el colapso del país tras la caída de un comunismo autárquico. Su pasado convulso es tal que incluso el equipo de fútbol lleva en su nombre a la reina que opuso resistencia a griegos y romanos, retrasando la conquista de la zona un siglo. A esta ciudad de mil heridas llegó la expedición de Diego Martínez con la ilusión de grabar su historia.

Ese 17 de septiembre de 2020, el Granada buscaba también la conquista de Durrës, pero no era el único que llegaba con toda la ilusión del mundo. Tras quince años sin títulos y diez eliminatorias de Europa League perdidas, el Teuta llegaba tras ganar la Copa de su país y superar por primera vez un cruce en la competición ante el Beitar Jerusalén. Un relativo éxito que se iba a coronar solo unos meses más tarde, con el título liguero 27 años después en la temporada que por entonces empezaba con un complicado rival en Europa. "Recuerdo una vez que el Real Madrid jugó la Copa y fue eliminado por un equipo pequeño. Intentaremos jugar ese partido", dijo el presidente del club, Edmond Hasanbelliu, antes del encuentro para medios albaneses.

Dos ilusiones muy distintas pero con el mismo espíritu que se medían en el vetusto estadio Niko Dovana, aunque con el conjunto visitante como el inmenso favorito del choque. El guion del encuentro no se desvió mucho de ello y a los diez minutos de aquella calurosa tarde, el Granada mostraba su carta de presentación a Europa con un rápido 2-0 con goles de Roberto Soldado -autor del primer tanto en Europa- y Kenedy. La fiesta la completó un doblete de Yángel Herrera gracias a un zurdazo a la media hora y un remate de cabeza en la segunda parte. Los djemte e detit ("los chicos del mar"), que terminaron con un futbolista menos por la expulsión de Ledio Beqja, no fueron rival para el estreno del club rojiblanco en competición europea.

Una vez abierta la historia del Granada en Europa, los rojiblancos no dudaron en seguir escribiéndola. Eliminaron a Locomotivi Tbilisi y Malmö en las dos rondas posteriores, se metieron en fase de grupos y acabaron alcanzando los cuartos de final de la Europa League.

Cinco hombres que jugaron aquella tarde, aún en el club

Para el recuerdo quedará el primer once inicial que defendió la elástica horizontal más allá de las fronteras del país. Rui Silva, Víctor Díaz, Germán, Domingos Duarte, Carlos Neva, Yángel Herrera, Gonalons, Montoro, Puertas, Kenedy y Soldado fueron los elegidos aquella tarde, más los cambios de Vallejo, Fede Vico y Jorge Molina.

De todos los nombres citados, cinco siguen ligados al club a día de hoy. Se trata de los futbolistas Vallejo, Víctor Díaz, Carlos Neva y Antonio Puertas y de Jorge Molina, ahora en el cuerpo técnico de Paco López. Otros tres jugadores se mantienen en la máxima categoría: Domingos Duarte (Getafe), Rui Silva (Betis) y Yángel Herrera (Girona). Otros veteranos, como Germán Sánchez o Montoro, juegan actualmente en Segunda División.

Tres años después, el club ha conseguido resarcirse de un descenso con la vuelta a la máxima categoría, pero quedan lejanas aquellas tardes europeas que acabaron alargándose hasta marzo y se llevaron por delante incluso al Nápoles en unos dieciseisavos de final memorables. Tuvo que llegar el Manchester United, a la postre finalista, para romper un sueño que por momentos parecía irrompible.

Sin embargo, para que el Granada pudiese vivir grandes noches europeas en estadios como el Diego Armando Maradona u o Old Trafford, debió pasar por la ciudad de Durrës, donde abrió su libro de historia en competiciones europeas. Tres años después de aquella tarde, ese viejo estadio enclavado en una postal poscomunista pero con aires mediterráneos permanece intacto en la memoria del Granada, con el bonito recuerdo de aquella primera vez.