Las jugueterías calculan pérdidas de en torno al 30% a un mes del Día de Reyes

Las restricciones adoptadas para frenar la pandemia pesan más que nunca sobre un sector cada vez más arrinconado por las grandes superficies

Reapertura de comercios y bares en Granada
Interior de una tienda de juguetes de la capital tras la reapertura de la actividad no esencial | Foto: Archivo / Antonio L. Juárez
Miguel López Rivera
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Como cada año desde 1978, el Día de la Constitución está subrayado con rotulador rojo en el calendario de miles de granadinos. En este 42 aniversario de la Carta Magna, sin embargo, el Covid-19 ha echado por tierra los planes de aquellos que pretendían viajar. Una consecuencia más del devastador resultado de la pandemia, que al grave problema de salud pública añade no sólo la frustración por no poder aprovechar los festivos, sino sobre todo el acusado daño a la economía.

Hosteleros, empresas turísticas y pequeños comerciantes sufren como nadie los efectos de las medidas restrictivas adoptadas a raíz de los preocupantes datos de las últimas semanas que, ahora, por suerte, parece que empiezan a remitir. Entre el último de esos tres sectores hay un gremio que esta Navidad hace cuentas con la calculadora como nunca antes. Se trata de los propietarios de las tiendas de juguetes de Granada, quienes también tienen marcado en el calendario, y con tinta indeleble, el 6 de diciembre. Aunque en este caso por motivos bien distintos, pues es en esta fecha cuando se inicia la cuenta atrás para el Día de Reyes, al que le resta justo un mes.

Tiempo en el que intentarán optimizar todo lo posible su cuenta de pérdidas y ganancias. Una tarea complicada, habida cuenta de que el sector cifra ya en un 30% el descenso de las ventas respecto a otros años por estas mismas fechas. Un golpe directo, otro más, en la línea de flotación del negocio tradicional, que a la siempre ardua convivencia con las grandes superficies (Juguetoon, Toys R’Us, Juguetilandia, Imaginarium, Eureka Kids o Juguettos, entre otros), suma la sensación de frustración por no poder competir contra esas marcas con sus mismas armas.

GranadaDigital ha querido testar la situación de los comerciantes de la ciudad que desde hace décadas venden ilusión a los más pequeños. Casi todos coinciden en que el coronavirus está convirtiendo estas Navidades en una losa que será difícil de levantar. La ruta comienza en la Avenida de América. Concretamente, en el mítico Bazar Bibarrambla, que empezó en la popular plaza del centro de la capital y ahora reparte tiendas, aunque diversificadas en varias manos, por varios puntos de la ciudad como Pedro Antonio de Alarcón.

La situación de los pequeños empresarios

El encargado de la tienda del Zaidín, Eduardo Ortega, resume de forma sintética la situación del sector. "Las ventas han bajado, aunque es cierto que se ha vendido a través de internet y luego, por otra parte, ha habido un dispositivo de publicidad montado en Facebook o Whatsapp. Pero con todo eso, no se ha vendido igual", explica antes de apostillar que ha notado, eso sí, cómo “la gente ha anticipado las compras, pero estimamos ya pérdidas de entre el 25% y el 30%”, calcula.

Preguntado por la medida excepcional aprobada por la Junta de Andalucía, que permite a las jugueterías abrir durante las fiestas hasta las 20.00 horas en lugar de hasta las 18.00 como el resto de comercios no esenciales, Ortega opina que es acertada: "Sería una ruina que nos cerraran en Navidad". "La gente viene sobre todo por la mañana, pero por las tardes esto se queda triste. Al no haber bares, la gente no sale mucho por las tardes", admite antes de avanzar que, más allá de lo que se pueda pensar de un comercio del casco histórico o, como en su caso, en un barrio, "a nosotros las restricciones de movilidad nos han afectado. Tenemos mucha gente de los pueblos a los que les estamos haciendo la venta por teléfono", detalla.

Otro empresario que conoce bien los devenires de una mala situación económica es Antonio Jiménez, propietario de Supermercado del Juguete, en calle Gracia, otro de los espacios con más solera de la ciudad en lo que a regalos navideños se refiere. Casi 30 años le contemplan, por lo que ha vivido casi de todo. Tiempos de bonanza, de sequía, recesiones, recuperaciones y, ahora, también la crisis del coronavirus. Jiménez es contundente cuando se le pregunta si percibe ya pérdidas sustanciales en esta campaña de Navidad tan atípica: "Evidentemente, sí. Con todo lo que ha ocurrido se han venido abajo las ventas. Yo estimo un descenso de entre el 30% y el 35%". No obstante, reconoce que desde el pasado lunes ha notado que la gente "viene con mucha fuerza y ganas de comprar. Parece que necesitemos volver a la normalidad cuanto antes". "Que nos dejen abrir hasta las 20.00 horas es una pequeña isla en un océano", confiesa. "A esa hora la gente se va retirando como el rebaño se va a su redil. Es que, en realidad, seguimos confinados, solo que de otra manera", expone de forma ilustrativa.

Este empresario también coincide en que el cierre perimetral hace mucho más daño del imaginado al comercio de la capital. "Aunque ahora accede por otros medios, no puede acercarse gente de Maracena. Nosotros, por ejemplo, en un radio de 15 kilómetros tenemos una cartera de clientes muy grande y que nos venía muy bien", afirma. No cabe duda de que el hecho de ir a comprar los regalos navideños a la tienda es casi una tradición, que potencia aún más el consumo por la inversión emocional que realiza el cliente, lo que mitiga las ventas consideradas 'de impulso'.

Sin abandonar el centro histórico, Guillermo del Moral nos abre las puertas de su tienda: Alquerque de 9, sita en calle Trinidad. En este caso no está destinada tanto a la venta de juguetes, sino enfocada a la comercialización de juegos de mesa, puzles y figuras. Un negocio más específico, pero que también hace su particular agosto en las vísperas navideñas. "Los inicios están siendo bastante malos. Ahora mismo (por la tarde) estoy aquí porque tengo que hacer muchas cosas que hacer. Por la mañana sí es verdad que hay un poquito más de ambiente, aprovechando que la gente sale al banco o a hacer gestiones", lamenta para, posteriormente, recordar que "el comercio siempre tiene incertidumbre, pero este año se ha incrementado". Cuando se le cuantificar ese daño, se mueve en porcentajes prácticamente idénticos a los de sus colegas de gremio: "Sobre un 30% o un 35%".

"Lo de cerrar a las 20.00 horas me parece muy bien porque, como te he comentado, las tardes están muertas, pero siempre hay gente que sale y no quiere bullas", reitera no sin dejar pasar la oportunidad de incidir en que "la peor medida es que nos metieron en el saco del 'cerrado total' las tres semanas y no teníamos por qué, porque cumplimos las normas de seguridad". "La gente se desinfecta las manos, guarda la distancia social y lleva puesta la mascarilla", se queja antes de esbozar una sonrisa al repasar la importancia de la hostelería para animar las compras más allá del mediodía y hasta la noche: "Es increíble, pero es que parece que vivimos en función de los bares". Sobre la clientela del Área Metropolitana, explica que "hay mucha gente que nos llama de otros pueblos para ver si nos han levantado el cierre perimetral. Tienen miedo. La verdad es que el centro vive mucho de la gente de los alrededores. Aunque todavía quedan funcionarios que vienen por la mañana y compran en las salidas que hacen para desayunar", sentencia.

Un caso particular

La última parada de esta particular ruta está en el extremo opuesto de donde empezó. En la calle Profesor Francisco Dalmau, que desemboca en Joaquina Eguaras, Mercedes Arcoya regenta la tienda Julipata. Es un concepto más innovador, que en su propia web define como "más que una juguetería", que ofrece "una amplia gama de juegos educativos, una gran selección de libros infantiles y álbumes ilustrados, junto a una papelería de diseño y regalo". Pedagoga y educadora, Arcoya hace tres años que abrió este establecimiento, y es la única que difiere de forma más o menos notoria del resto. Evidentemente, debido a las circunstancias particulares de su negocio.

"Mi situación es diferente porque yo me encuentro en un barrio que ni es turístico ni es comercial. En el barrio me voy haciendo muy lentamente de una clientela. Es gente a la que le gustan los productos, las marcas y el trato. Como no dependo del gran público, ni antes tenía grandes ventas ni ahora he caído en la miseria", comenta. Y eso pese a que Julipata cuenta con un perfil de comprador con cierta tendencia al 'impulso'. "Ten en cuenta que esto no es un producto de primera necesidad. La gente cuando sale no sabe exactamente lo que está buscando. Cuando entra es cuando dice 'mira qué bien me vendría esto'. Por eso es verdad que si la gente no sale a la calle, no entran a la tienda", expone respecto a las medidas restrictivas. Y sobre los efectos del cierre perimetral confiesa estar recibiendo más 'whatsapps' de lo normal, pues además de a la zona de Almanjáyar sus clientes también pertenecen a municipios del Cinturón cercanos como Maracena o Albolote.

Una última cuestión es la del toque de queda. A medida que se acercan las fechas señaladas, como Papá Noel o la Noche de Reyes, a los pajes más procrastinadores de Sus Majestades de Oriente les entra la prisa desmedida por cumplir su parte del trato con los miles de niños de Granada. Tanto que, en ocasiones, se les echa el tiempo encima y tienen que ir a por los regalos a ultimísima hora, en una estresante 'tournée' contra el tiempo para evitar dejar a algún pequeño sin su videojuego, muñeca o bicicleta. Por ello, hace años que se extendió la costumbre en el sector de estirar el horario de cierre hasta la medianoche del 5 de enero. La prohibición de salir más tarde las 22.00, obviamente, cercena esta posibilidad de cuajo, aunque no parece que vaya a ser un hándicap añadido. Todos los consultados coinciden: "Hace como mínimo ocho años que cerramos a las 21.30 o 22.00". Al menos, por ahí pueden salvarse. En lo demás, el Covid-19 les sigue dejando carbón.







Comentarios

Un comentario en “Las jugueterías calculan pérdidas de en torno al 30% a un mes del Día de Reyes

  1. QUIERO DESDE AQUI DAROS LAS GRACIAS POR EL ESPACIO QUE NOS DEDICÁIS EN VUESTRO DIARIO DIGITAL.
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