Tito, veteranía y trabajo para el carril derecho
Profundizamos en el perfil del primer fichaje que llega al Granada de Jémez para apuntalar la zaga rojiblanca
Antonio Román Triguero ‘Tito’ es ya oficialmente jugador del Granada Club de Fútbol. El lateral derecho llega al club tras no renovar su contrato con el Rayo Vallecano, que finalizó el pasado 30 de junio.
Tito llega al Granada tras disputar siete temporadas defendiendo los colores del Rayo Vallecano, cuatro de éstas bajo el mando del técnico canario Paco Jémez, actual entrenador del club nazarí. El lateral de 30 años cumple con todas las características que se le exigen a un jugador de élite en esta posición. Es fiero e insistente en defensa, sabe llegar al área contraria, crea peligro con sus centros y es especialmente trabajador.
Pese a su edad, Tito no escatima en esfuerzos a la hora de subir y bajar la banda, lo que le ha convertido en un jugador indiscutible para Jémez estos años, llegando a entrar entre los seis jugadores con más partidos disputados en la máxima categoría en la historia del Rayo Vallecano.
De carácter voluntarioso y trabajador, es capaz de cumplir tanto saliendo de inicio como partiendo desde el banquillo. Sin embargo, presenta dos flaquezas principales, la primera de ellas podría decirse que es la dependencia en sus compañeros, y es que es capaz de hacer malos partidos si sus compañeros no están inspirados o muy buenos si el resto de la zaga acompaña. En un año en el que la zaga franjirroja ha sido lo más cercano posible a un caos, Tito no ha sido capaz de hacer relucir todo su juego.
El segundo y mayor defecto es su irregularidad. Pese a que puede ser un jugador enormemente solvente, presenta partidos en los que desconecta del juego y comete errores que pueden acabar costando puntos o, a la larga, la categoría. De hecho, Tito llega como principal señalado tras el polémico partido entre Rayo y Real Sociedad.
Con el balón en los pies, la cosa cambia. Sí que es cierto que es un lateral capaz de llegar al área rival y hacer daño, pero no se le puede considerar precisamente el adalid del futbol. No se puede esperar de él que saque el balón jugado con facilidad, que desborde al defensor rival cuando suba o que enlace pases a modo de pared para habilitar a un compañero, más allá de los centros no ofrece mucho fútbol, pero la posición de lateral no requiere el dominio de balón que exige, por ejemplo, el centro del campo.
En resumen, el Granada ficha a un jugador irregular y poco talentoso con el balón en los pies, pero trabajador, voluntarioso y especialmente cumplidor en la faceta defensiva, capaz tanto de recuperar el balón como de asistir a sus compañeros o incluso anotar algún gol, como ya hiciera ante el Granada cuando tanto el club nazarí como el Rayo Vallecano se enfrentaron en la categoría de plata. Además, la principal cualidad de Tito a día de hoy está en su veteranía, pues a sus 31 años ha disputado cerca de doscientos partidos con el conjunto de la capital, gran parte de ellos en Primera División.