Un total de 510 menores han participado en las ocho Escuelas de Verano de la Junta en la provincia de Granada
La edición 2020 de este programa de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación ha contado un presupuesto de más de 350.000 euros
La edición 2020 del Programa Regional de Escuelas de Verano de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación ha atendido a 510 niños y niñas en la provincia de Granada gracias a un presupuesto de más de 350.000 euros (357.633,99). Estas escuelas se han desarrollado en ocho centros distribuidos por la provincia, tres de ellos ubicados en los distritos de Santa Adela y en el Norte y el resto en las localidades de Baza, Loja y Motril.
Con esta iniciativa, el Gobierno andaluz ha atendido a los menores más vulnerables en estos momentos de emergencia social y sanitaria gracias a la colaboración entre todas las administraciones y también entre el sector público y privado: la Consejería de Educación y Deporte, los servicios sociales comunitarios que derivan a las familias, los ayuntamientos que ceden los colegios y las entidades privadas sin ánimo de lucro.
En concreto en la provincia de Granada, las entidades que han gestionado las Escuelas de Verano de la Consejería de Igualdad han sido Cruz Roja Española, Obra Social Padre Manjón, Asociación Educación y Cultura, Asociación Centro Cultural Zaidín y Asociación Almanjáyar en Familia Alfa.
La delegada de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación , Ana Berrocal, ha celebrado “la extraordinaria gestión de las distintas entidades que han hecho que las Escuelas de Verano de Granada sean un éxito” y ha destacado “la encomiable labor que va más allá de proporcionar una alimentación equilibrada a los escolares, ofreciéndoles una alternativa a las vacaciones estivales a través de un rico programa educativo con numerosas actividades lúdico-formativas y supone un apoyo a la conciliación y la corresponsabilidad de la vida laboral y familiar en este periodo estival”.
Este año, en la Comunidad Autónoma, el programa ha incrementado su presupuesto 800.000 euros con respecto a la edición anterior hasta los 2,5 millones de euros. Esto ha permitido, entre otras cuestiones, la puesta en marcha de cuatro escuelas más, hasta llegar a las 72 en toda Andalucía en las que han participado más de 4.000 niños y niñas.
Las escuelas de verano, que se han desarrollado entre el 1 de julio y el 31 de agosto, atienden a niños y niñas de entre 3 y 15 años pertenecientes a familias con dificultades económicas y/o en situación de riesgo de exclusión. Este programa tiene como objetivo garantizar tres comidas diarias -desayuno, almuerzo y merienda-, así como desarrollar acciones socioeducativas y de ocio y tiempo libre. Además, estas escuelas permiten conciliar también la vida familiar y laboral.
Andalucía soporta unas elevadas tasas de pobreza, más aún de pobreza infantil. Aproximadamente, un 38 por ciento de la población andaluza se encuentra en situación de pobreza y exclusión social, unas cifras que se mantienen muy por encima de las anteriores a la crisis de 2008. Asimismo, la tasa de pobreza se ve elevada en los hogares con menores de edad hasta el 56 por ciento cuando lo componen una persona adulta con un hijo o hija o más menores. Además, esta pandemia sanitaria ha hecho que se multipliquen las necesidades sociales de un importante número de andaluces y andaluzas, lo que impacta directamente en cuestiones básicas como la alimentación.
Medidas de higiene y seguridad
La mayoría de las escuelas de verano se organizan en centros educativos de enseñanza primaria que, en esta ocasión, se han tenido que adaptar a las medidas de seguridad obligadas por la pandemia del Covid-19. Así, todas las entidades han tenido que realizar un protocolo de seguridad que ha incluido acciones de protección como la desinfección diaria de las instalaciones, el mantenimiento de la distancia de seguridad, el lavado de manos o la utilización de mascarillas.
Igualmente, se ha realizado un seguimiento de los participantes por si presentaran síntomas y se ha reducido la ratio de las actividades y delimitado los espacios para contar con todas las garantías.
El programa ha concluido sin incidencias reseñables y simplemente por cuestiones de prevención y seguridad ha sido necesario suspender la actividad durante algunos días o adelantar el cierre de algunas de las escuelas en las provincias de Almería y Cádiz. Aún así, en todos los casos, los niños y niñas han seguido recibiendo el reparto de alimentación.