Toxo y Méndez anuncian la inminente firma de un acuerdo con la CEOE
Los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, anunciaron este viernes que es "altamente probable" que en la próxima semana o la siguiente puedan firmar un acuerdo con CEOE y Cepyme para desbloquear la negociación colectiva de este año.
En rueda de prensa, ambos dirigentes sindicales reiteraron que, una vez resuelto el "nudo" de los convenios colectivos de 2009, estarían "dispuestos y en condiciones" de abordar una negociación con los empresarios para cerrar un acuerdo de negociación colectiva de carácter plurianual (2010-2012).
Dicho acuerdo, que a los sindicatos les gustaría que estuviera operativo desde el próximo 1 de enero, tendría tres ejes: el mantenimiento del empleo y la mejora de su calidad, erradicando la "temporalidad injustificada"; la acomodación de los salarios al ciclo económico (la horquilla salarial que manejan es de entre el 1% y el 2%, con cláusulas de revisión salarial que aseguren en todo caso el mantenimiento del poder adquisitivo y en su caso, su mejora); y la moderación de los beneficios empresariales.
Sobre este último punto, los dirigentes sindicales señalaron que, "aunque no se pueden poner puertas al campo", se trataría de que las empresas moderaran el crecimiento de sus beneficios y los reinvirtieran en la recuperación y mejora del nivel del empleo, en la reducción de la temporalidad, en la formación y cualificación de los trabajadores y en I+D+i, entre otras posibilidad.
Toxo y Méndez abogaron además por que las empresas contengan los salarios del personal de alta dirección y de los consejos de administración o porque reduzcan las retribuciones variables en el caso de las empresas inmersas en expedientes de regulación de empleo o que se hayan descolgado del incremento salarial pactado. Asimismo, consideran que, durante la crisis, las empresas deberían "congelar" el reparto de beneficios entre sus accionistas.
En materia salarial, los sindicatos ofrecerán a la patronal modular los salarios en función de las circunstancias económicas y de la situación de los sectores y las propias empresas, con subidas de entre el 1% y el 2% e incrementos salariales adicionales según la mejora de la productividad y de los beneficios empresariales, y todo ello con una cláusula de revisión de carácter retroactivo que permita en cualquiera de los casos el mantenimiento del poder adquisitivo.
Asimismo, los líderes de CC.OO. y UGT defendieron la necesidad de elevar los salarios más bajos y de implantar salarios mínimos de sector en los convenios que aún no lo tienen (a modo de suelo salarial). Entre las concesiones que realizan a los empresarios en materia de política salarial se encuentra la posibilidad de establecer "cláusulas de descuelgue" de los incrementos salariales pactados en todos los convenios sectoriales que aún no la tienen regulada.
REFORMAS LABORALES SÍ, PERO NO
De cerrarse este acuerdo plurianual de negociación colectiva con los empresarios, Toxo y Méndez afirmaron que se daría un nuevo paso para restituir el diálogo social tripartito entre Gobierno, sindicatos y empresarios.
Pero antes, dijeron, hace falta restaurar la confianza en las relaciones sindicatos y patronal y el mejor modo, en su opinión, es el de cumplir los convenios de 2009 y llegar a un acuerdo para la negociación colectiva 2010-2011 que los dirigentes sindicales definieron como una "buena oportunidad" para que el diálogo social entre en una "nueva senda".
En ese camino, "y a su tiempo", Toxo y Méndez creen que podría abrirse una negociación para acometer "eventuales" reformas laborales, aunque no en el sentido en el que todo el mundo piensa. Es decir, que, como ya han reiterado en otras ocasiones, no están dispuestos a reformar el Estatuto de los Trabajadores en temas como la contratación o el despido, pero sí quieren negociar la reforma de la negociación colectiva y de las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
Desde el convencimiento de que las reformas laborales "no son la llave" para crear empleo, Toxo declaró que tanto la reforma de la negociación colectiva como la de las mutuas serían dos reformas "de calado y potentes", que ofrecerían mejores resultados que aquellas donde sindicatos y empresarios acaban "encallándose". "Esto no va del Estatuto de los Trabajadores. La reforma laboral no ha de identificarse siempre con tocar el despido o los contratos", insistió.
En la misma línea se expresó Cándido Méndez, que dejó claro que una reforma no tiene por qué ser sinónimo de recorte, para acto seguido añadir que los sindicatos "no compartirán nunca reformas que supongan recortes" en los derechos de los trabajadores.