El trabajador que cayó en un depósito de cerdos en Baza, quinto muerto por accidente laboral en Granada este año

Los sindicatos piden garantías para los trabajadores antes las cifras que se manejan: 48 muertos desde 2014 y un aumento del 39% en accidentes laborales el pasado 2018

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Fábrica cárnica de Baza en la que se precipitó el fallecido | Foto:Google maps
Álvaro Holgado
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La muerte de un trabajador en una fábrica cárnica en Baza tras precipitarse al depósito de carne de cerdo es ya la quinta muerte por un accidente laboral este 2019. El caso se suma así al atropello de otro trabajador de la planta de residuos de Alhendín, la también precipitación en una fosa séptica en Atarfe que acabó con la vida de un operario, el aplastamiento de un hombre al caerle un coche en Loja, primer siniestro de este año, y un accidente de tráfico, el único caso de siniestralidad 'itinere', tras volcar un camión que transportaba aceite en Iznalloz que acabó con la vida de otro hombre este pasado 16 de abril.

Los cinco casos se enmarcan dentro de una circunstancia que se repite año tras año, que aunque fue rebajada casi a la mitad, tras llegar a producirse hasta 17 muertes en 2017, pone el contador desde 2014 en 48 muertos. Los hechos, que han sido denunciados por los sindicatos, que han pedido de forma constante garantías laborales para evitar más desgracias, ya se han llevado incluso a fiscalía por parte de los mismos, como pasó con el caso de la planta de reciclaje de Alhendín.

Por otro lado, los accidentes laborales, aunque no terminen por dar con el fallecimiento del trabajador, ya aumentaron un 39% en 2018, lo que hace saltar las alarmas sobre la seguridad de los trabajadores en la provincia. Sólo tomando el siniestro en la fosa séptica de Atarfe del 30 de marzo, vemos que no se trataba de un caso aislado. Otras cuatro personas acabaron heridas en el accidente, dos de ellas graves. Si nos fijamos en el citado informe del año pasado, es patente cómo existe un mayor incremento del riesgo los sectores de la construcción, con un aumento del 18 %, seguido de industria, con un 9%, y servicios con un 3%. Se trataba entonces de una crecimiento de 30 accidentes graves con respecto al año anterior. Sectores normalmente precarizados ya de por sí, que ven cómo su trabajo se convierte, sin tener por qué, en profesiones de riesgo

Trabajadores hombres y jóvenes, la norma entre los fallecidos

A excepción del fallecido en este jueves en Baza, con una edad de 65 años y próximo a la jubilación, la edad media de los siniestrados este 2019 no llega a los 50 años. El trabajador atropellado en la planta de residuos de Alhendín tenía 33 años. La circunstancia se repetía después de que otro trabajador, en la misma planta y con la misma edad, falleciera en 2016.  Mientras que el fallecido en el accidente de Iznailloz tenía 42 años, el afectado en el de Atarfe no llegaba a los 30 años.