Trabajadores del servicio de mantenimiento de colegios y edificios municipales van a la huelga este miércoles
La plantilla de trabajadores de la empresa Fábricas y Drenajes, con la que el Ayuntamiento de Granada tiene contratado el mantenimiento de los colegios y los edificios municipales, secundarán este miércoles una jornada de huelga para reclamar el pago de los cinco meses que se les adeudan y la readmisión de un despedido.
La protesta durará toda la jornada, en la que se ha programado además una concentración a las 9,30 horas, en Los Mondragones para ir marchando hasta la Plaza del Carmen. De 11,00 a 12,00 horas, habrá también otra concentración de las familias de los trabajadores que no cobran, en la Plaza del Carmen. Ya por la tarde, se ha convocado una manifestación que saldrá a las 18,30 horas, desde la puerta de la empresa en calle Torre de Comares, que culminará en la Plaza del Carmen, a las 20,15 horas.
Según ha informado la sección sindical de CGT, la empresa no cumple con la legislación laboral ni la normativa de la prevención de riesgos laborales, obligando, por ejemplo, a la plantilla a "realizar trabajos en las cubiertas de los colegios sin vía de sujeción alguna".
Según censuran, el alcalde, José Torres Hurtado, estaría por ello "permitiendo que se pongan en juego la vida de estos trabajadores y tendrá que hacer frente a las responsabilidades penales que le corresponda en caso de que ocurra un accidente, como ya ocurrió, desgraciadamente en la Cuesta Gomérez".
Asimismo, la CGT acusa a la empresa de dedicar a la plantilla de trabajadores, que deben trabajar en exclusiva para el contrato con el Ayuntamiento, "a realizar trabajos en domicilios particulares, para otras instituciones como la Universidad de Granada, o en el restaurante propiedad de dueño de la empresa".
De todo lo anterior, según aseguran, "son conocedores" tanto el alcalde como el concejal de Mantenimiento, "a los que se les ha presentado una denuncia por estos hechos desde CGT". Sin embargo, han decidido renovar a esta empresa, "en contra de una sentencia que les obliga a devolver la contrata a Fomento, prefiriendo indemnizarla con el dinero de todos y que continúe la empresa explotadora". "Ambos se esconden y se niegan a mantener una reunión para analizar el problema", inciden.
La plantilla "está amenazada de despido en el caso de que cualquier trabajador participe en un acto de protesta, llegando el empresario a mandar a una persona a realizar fotos en las concertaciones que se han llevado a cabo hasta ahora". Sin embargo, "la plantilla no tiene miedo, y ha decidido, pese a las amenazas, convocar una huelga para acabar con esta situación".