Trabajo 2.0: tragón profesional en directo
En 2017 hay muchas formas de hacerse con un nombre para la posteridad y la autocomplacencia. Una de ellas, proviene de un campo emergente y bien arraigado ya en la sociedad, internet. La otra, la comida. ¿Y si se unen las dos?
El gusto por la comida ha existido desde tiempos inmemoriales y ha crecido a medida que la humanidad avanzaba. Desde que el hombre es hombre, desde que la comida supo mucho mejor cocinada, la carne era más masticable y la necesidad de alimentarse pasó a otro plano, para poder disfrutar de ella, ahora sí, en momentos más relajados y no cuando el mamut (o cualquier bicho comestible y que se dejara cazar) de turno pasara por el barrio.
La cosa es que mientras la sociedad avanzaba, los siglos y décadas pasaban, llegó YouTube y el romanticón 14 de febrero de 2005 la web hacía su entrada, no tan triunfal como ahora, en internet. Mucho antes, en 1992 se sacó al mercado la webcam (la sacaron varios compañeros de trabajo que, hartos de tener que bajar a por café y ver que nadie rellenaba la cafetera y que no se sabía si había o no ese preciado líquido disponible, instalaron una cámara para vigilar y acudir en el momento justo).
Con esas dos cosas disponibles solo quedaba añadir comida al combo (los gatos son importantes, pero eso es otro caso) y hacer una mezcla excepcional. La santa trinidad de internet, la triada mágica, el trío sensual...
La crisis llega a las sociedades capitalistas y la imaginación de la gente, unida a varios puntos importantes que ahora veremos a continuación, hace brotar de la mente colectiva nuevas formas de ganarse la vida, o por lo menos, de crear contenido viral y muy seguido en internet. Ahora la moda es comer delante de la cámara y mostrarlo al mundo, sí señores. Eso mismo.
Esta nueva actividad surge en 2009 en Asia, más concretamente en Corea del Sur y consiste en conectarse en línea y devorar, literalmente, ingentes cantidades de comida. En muchas, por no decir casi todas las ocasiones, esos alimentos son hipercalóricos o representan en la realidad esas fantasías porno-glotono-gastronómicas que todos hemos tenido en mente en alguna ocasión. Yo misma sueño con meterle un bocado a un rollo de carne de kebab de los de Pedro Antonio de Alarcón, pero me parece que es cuanto menos complicado. ¿Y qué hacer con esos deseos irrefrenables de ponerse gocho y comer como un cerdo cuando no se pueden realizar? Pues ver estos videos y es una de las razones por las que se visualizan.
Algunas razones de por qué este tipo de videos tienen éxito:
- Los espectadores tienen hambre: Si ves a alguien comer mucho tú también te saciarás (imaginariamente, pero lo harás). Si ves al youtuber comiendo tantísimo tú acabarás también satisfecho.
- Los espectadores están aburridos: la comida se utiliza en muchos casos para matar el aburrimiento. Y si así además conoces nuevas comidas, culturas, personas… ¡genial! Incluso hay veces que en directos se realiza la comida que luego se come, con lo que se tornan en directos de más de 3 horas ininterrumpidas.
- Los espectadores sienten curiosidad: muchos de estos glotones profesionales tienen auténticos pozos sin fondo en su estómago. Algunos han sido objeto de preocupación por su salud y de exámenes médicos (de eso hablaremos más adelante) para constatar su capacidad de meterse en el cuerpo más de 5kg de comida en un momento y no morir en una explosión en directo.
- Los glotones profesionales (como cariñosamente les llamaremos aquí) se sienten solos: la comida es un ejercicio de socialización en las personas. De sobra sabemos que comer con familia, pareja o amigos en una gran mesa, llena de platos bonitos y abundantes, es una actividad agradable y enriquecedora. Una de las formas de sentirse conectados con los demás es realizar una actividad que a todo el mundo le agrada y que se realiza de forma online y de manera atractiva (planos cuidados, edición de video, música, productos de primera calidad, productos hipercalóricos y apetecibles y en gran cantidad, etc). Es entretenimiento puro y duro. En algunos foros conoce que muchos asiáticos jóvenes, que viven solos, sienten vergüenza cuando se sientan en la cocina sin nadie con quien compartir ese momento. En ocasiones se le llama al contenido “social eating show” (pistas a tener en cuenta) e incluso los youtubers, al estar en ocasiones en directo y no en diferido, pueden realizar en cámara lo que los espectadores le retransmiten por los chats en vivo. Desde añadir nuevos ingredientes a los platos hasta comportamientos dignos de las filias más ocultas (chupar huesos de pollo o succionar con pajita un batido hasta que se acabe y haga ruido).
- Cualquier tipo de contenido se puede hacer viral en internet: cualquier chorrada, hecho, momento o acto se vuelve moda en las redes. Y YouTube no es menos. No hay que leer, sólo ver videos y enlazar uno con otro hasta acabar satisfecho. Fácil y rápido. Incluso no necesitamos entender el mismo idioma para disfrutar de la comida porque… “¡Qué más da si el autor habla japonés, coreano o inglés…! eso de su plato debe estar cojonudo.”
- ¿Se utiliza queso fundido o salsas?: si pones queso fundido, salsas brillantes o carnes jugosas en videos de YouTube, en un buen plano y con una buena resolución y cuidado estético, vas a tener éxito. “Food Porn” en su máximo esplendor. Digno de estudio por las mejores universidades del mundo (sic).
Y a todo en esta vida se le pone un nombre. Este fenómeno en internet, sin ser una excepción, se llama MUKBANG y significa “comiendo en emisión”. Incluso en ocasiones ya se le llama “eating show”. Término nuevo y moderno, vamos a pasar a analizar algunos comedores (compulsivos o profesionales) de YouTube y dar algunos datos interesantes sobre ellos, que es lo que más chicha tiene…:
FAMOSOS MUKBANG DE COREA
Este chico coreano de años sube todos los días, a las 6 de la tarde (hora coreana) un video de sus andanzas entre palillos. Puede tomarse un cartón de leche entero (suponemos que contienen un litro) y una, dos o tres tartas en un momento. Sí, tartas enteras. ¿O que tal si se toma tres bandejas enteras de pollo frito de distinto estilo, de ajo, curry y paprika, más una ensalada de queso y las salsitas anexas a cada pollo?
https://www.youtube.com/watch?v=qn2OjF57M78 (video aquí de “¿Cuántos bols puede Banzz comer?”).
Pero señores, no penséis que este chaval tiene michelines para dar y regalar, no. Su vida consiste en comer compulsivamente, recibir comida de sitios para promocionarla y/o comprarla él y acudir al gimnasio y ser agradable a la vista (peinado, ropa y cuerpo). Pasa entre 6-10 horas en el gimnasio según él cuenta, y tiene que ser verdad, porque posee un “six pack” espartano.
Gana entre 2400 y 3500 dólares al mes (explicado por él mismo en una televisión coreana) y sus videos tienen algunos casi 8 millones de visualizaciones. Con casi un millón y medio de suscriptores ha hecho de su gusto por la comida un gran negocio.
La chica detrás de este canal, que aparentemente se mantiene en la veintena pero que sobrepasa más de los 35 años, se llama Park y es coreana. Tiene la misma dedicación a la comida que el compañero anterior y dejó su trabajo en una consultoría para pasar unas pocas horas al día frente a la cámara y ganar cerca de 5000-6000$ al mes gracias a las donaciones que se realizan online por los espectadores o por las colaboraciones publicitarias que hace con empresas de comida.
Y sí, al igual que el caso anterior, se mantiene delgada y estilizada. Eso sí, con mucho esfuerzo. Comer cerca de: 30 huevos fritos por sesión, 12 kilos de pizza, casi kilo y medio de pastel de arroz y costillas picantes o tuppers llenos de guisos picantes que podrían alimentar a 3 universitarios granadinos durante una semana, no son broma ninguna. El gimnasio es su secreto y también cuenta cuántas veces va al baño al día, cómo se mantiene delgada y tan guapa, etc.
https://www.youtube.com/watch?v=RX_nT1CKguw
Sus videos, con cerca de un millón y medio de visitas la hacen una sobradamente preparada YouTuber para ganarse la vida más que decentemente. Incluso los pacientes de hospitales coreanos, hartos de la comida que les ponen allí, la ven con entusiasmo e ilusa creencia de estar ellos mismos comiendo lo mismo. Curioso.
Este chaval, que por su edad aún sigue en el instituto, es un caso curioso. Con solamente 14 años fue capaz de ganar más de 1000$ por noche comiendo delante de la cámara. Siendo uno de los más curiosos, incita a sus espectadores a retarle a diferentes pruebas. Una de ellas consistió en comer compulsivamente pero DISFRAZADO DE CHICA.
El chaval, ni corto ni perezoso, se puso una larga peluca y un mono vestidito de flores para realizar su transmisión normal mientras devora una pizza y un plato de pasta para él solito.
https://www.youtube.com/watch?v=YMngoEDPN7s
Con más de 300.000 suscriptores y videos que alcanzan más de dos millones de reproducciones, este chaval ha conseguido, aun sin salir del instituto, quien sabe, si ganar más que sus padres cada día. Su madre no tiene problemas con él a la hora de la comida, eso está claro…
Hay muchos más YouTubers coreanos dedicados al mukbang que seguro te serán fácil de encontrar por la red. Una de ellas es Sonya Thomas.
FAMOSOS MUKBANG (u Ooguis) DE JAPÓN
Uno de los máximos exponentes, y para no alargarnos mucho, es Yuka. Yuka es una japonesa de 32 años que diariamente, a las 6 de la tarde (hora de Tokyo) sube un vídeo comiendo. En japonés, a este tipo de comedores compulsivos se les llama OOGUI y significa (comer mucho).
Ella es una oogui famosa por ingenir nada más y nada menos que cerca de 12.000 calorías de pollo frito por sentada, o 13.000 calorías de mochi, o retarse a sí misma comiendo 100 hamburguesas, tomando 6 kilos de carne asada, incluso tres cajas de cereales enteras, 6’5 kilos de macarrones con queso o incluso 7 kilos de curry con arroz. Y no, no hace trampa. Todo lo que come lo filma, a cámara rápida, eso sí.
https://www.youtube.com/watch?v=ArPaid2Iuck
Los números que nos ofrece en cada video son increíbles. Ofrece el peso de lo que come y la cantidad de calorías que ingiere. Y adivina, sí, está delgada, pero la razón es otra muy distinta a la que he expuesto antes. La chica tiene una afección y es que no retiene los nutrientes de la comida con la misma facilidad que hacemos tu o yo, por eso tiene que comer más, para retenerlos y no acabar desnutrida. Sus exámenes médicos, esos que los espectadores se preguntan cómo resultan y que le piden que se haga por precaución y salud, muestran unos envidiables niveles en todos los sentidos.
Incluso se ha retransmitido esos exámenes en una clínica japonesa donde ella acude a realizarlos. Pruebas de diagnóstico por imagen donde se saca a la luz cómo es posible que una persona tan pequeña (cuerpo) pueda ingerir tanto. Su estómago se expande 66 veces más que el de una persona normal. Secreto desvelado.
Ahora se dedica a recibir dinero y comida de empresas para hacer publicidad en sus vídeos, donaciones de sus fans y acudir a programas de televisión (en una ocasión le dieron una tarta entera de fresa y nata) para verla comer en directo.
La única vez que ha sido superada, debido a los constantes retos a los que la someten en la televisión y en YouTube ha sido con un plato de ramen (fideos) de 20 kilos donde, por poco, no pudo superar. Eso sí, antes comió 5 kilos de carne.
OTROS OoGUIS FAMOSOS DE JAPÓN
Yuka Kinoshita no es la única. Ayari Sato, de 41 años, es otra comedora competitiva (o compulsiva, o Oogui, como le quieras llamar) junto a Moe Azu (menor de edad). Y no, ninguna está rellenita. ¿Magia o mucho gimnasio y mucho ayuno después de semejante comilona? Takeru Kobayashi, de 38 años, también es famoso y tiene el record mundial por seis años consecutivos de comer perritos calientes y es número uno en el ranking mundial, eso sí, digamos que es el que más come en un tiempo determinado, no el que más come en cantidad. Impresionante. Hasta le ganó a un oso… sí.
MUKBANG FAMOSOS DE HABLA INGLESA
Este californiano de 24 años tiene uno de los canales de YouTube más vistos sobre esta temática en América. Con casi dos millones y medio de suscriptores y vídeos con casi 16 millones de reproducciones entendemos que se gana la vida bastante bien. Y es que Matt puede llegar a comer más de 23.000 calorías en uno de sus vídeos, 9 kilos de curry con arroz, pavos asados de 9 kilos, 2 litros de Coca-Cola en menos de 2 minutos o más de 30 huevos cocidos en un minuto.
Matt desafió y ganó a Joey Chesnut, otro comedor competitivo, hace no mucho tiempo.
Tiene 24 años y te lo creas o no ha sido ganadora de Miss Mundo Nueva Zelanda. Puede comer MUCHO en muy poco tiempo.
Solamente cuenta con casi 100.000 suscriptores pero si crees que es fácil batirla después de entrenarse con desayunos de más de 10.000 calorías donde incluye bollos, casi dos litros de leche, huevos revueltos con nata, huevos fritos, salchichas, bacon, tomates asados, bandejas de champiñones y un paquete de mantequilla enterito… es que eres un iluso o aun sigues teniendo hambre.
https://www.youtube.com/watch?v=XqOu2T0PJMs
Ya incluso tiene productos y merchandising relacionados con su faceta de comedora competitiva/compulsiva así que si quieres sentirte como ella sólo tienes que buscar sus productos.
OTROS FAMOSOS QUE COMEN COMO LIMAS
Entre ellos están Joey Chesnut, Patrick Bertoletti, Furious Pete (canadiense), LA Beast, Miki Sudo, etc. y aunque no tengan un trabajo detrás de las redes sociales y YouTube como puede ocurrir en el caso de los youtubers coreanos, sí que adquieren fama y reconocimiento por su habilidad en la mesa.
OBJETO DE DEBATE
Todos ellos, presentan ciertas características, de países del primer mundo y con acceso a grandes cantidades de comida y cierto carisma ante la cámara pero, ¿es ético y moral competir por comer cuando estamos sufriendo hambrunas extremas en varios puntos de nuestro planeta o incluso de nuestro país? ¿Debe ser aplaudido por el público semejante actitud? ¿Es ejemplarizante este tipo de dietas donde el contenido y calidad nutricional de las comidas se ponen en entredicho la mayoría de ocasiones? ¿Conoces algún tipo de concurso de comida o establecimiento en Granada que rete a los comensales de alguna forma? ¿Tienes algún amigo que tenga esta extraña habilidad?
Todo un debate que tendrá que resolverse más adelante cuando la moda de ser munbank o comedor competitivo acabe probablemente con la salud de los más famosos de estos lares.
Y tú, ¿qué opinas?