Tres maneras de combatir la soledad y mejorar el bienestar
A medida que envejecemos, hacer nuevos amigos exige más esfuerzo, pero hay algunas estrategias que pueden ayudar
La soledad es un sentimiento complicado. Estar solo es, en realidad, no sentirse conectado con los demás. Por tanto, puedes sentirte así cuando realmente lo estás o incluso cuando estás rodeado de personas, sean familiares o amigos. Y esto puede pasar en cualquier edad, entre los más jóvenes o los mayores.
De cualquier manera, la soledad puede tener efectos negativos para la salud en general. Según el Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), sentirse solo puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares (derrames cerebrales y problemas del corazón), tener presión arterial alta, disminución de las habilidades de pensamiento y un sistema inmunológico más frágil. Por tanto, son más vulnerables a enfermedades comunes y hay mayor riesgo de muerte prematura. Además, la soledad también está asociada a tasas más elevadas de depresión, ansiedad y suicidio.
No siempre este es un problema que se resuelve buscando nuevos amigos. En algunos casos, esto ocurre a pesar de las relaciones y puede requerir ayuda de un experto en salud mental. Pero, reducir la soledad causada por la falta de relaciones es más un viaje al exterior, lo que tampoco es una tarea fácil.
A medida que envejecemos, las personas suelen tener sus grupos sociales establecidos y no están disponibles como estarían en otras fases de la vida. Por tanto, conquistar nuevas amistades puede ser todavía más trabajoso.
Para ayudarte a combatir la soledad y romper con los frenos que pueden estar dificultando la construcción de relaciones, pruebe algunas de las estrategias a continuación:
1. Buscar almas afines
Estar rodeado de personas que comparten tus intereses es un pasó más para hacer amigos, ya que tienes algo en común.
Así, comience a pensar en sus intereses: ¿te gusta la lectura, el cine, la cocina o los deportes, por ejemplo?. La recomendación es buscar grupos en línea o en persona, voluntariado o clases que estén de acuerdo con cualquier uno de sus gustos o cosas que le apetecería probar.
Una vez que se integre a un grupo, es importante estar en él con regularidad para crear vínculos. Además, si puedes reunirte en persona es aún mejor.
2. Crea oportunidades
Si unirse a un grupo no te apetece, una otra opción es comenzar el suyo propio. Una buena idea es organizar reuniones en tu casa o en otro lugar, sea para hacer una noche de juegos, paseos por la playa, visitas a museos, cocinar, hacer manualidades o compras. El listado es grande.
Las personas invitadas a estos programas no tienen que ser queridos amigos, pueden ser simplemente personas a las que les gustaría conocer mejor, tal vez compañeros del trabajo o vecinos.
3. Mejora tus habilidades sociales
A veces ya estamos exhaustivos de las gracias sociales superficiales que ayudan a construir conexiones más profundas y todo lo que más queremos es simplemente sentarnos y esperar que alguien se dé cuenta de lo interesante que somos.
Pero, emplear habilidades sociales puede hacer toda la diferencia en el momento de construir y establecer relaciones. Entre los principales consejos para practicar esto están:
- Sonríe más: esta acción abre las puertas, es la bienvenida y una invitación a los demás.
- Ser un buen oyente: procure escuchar sosteniendo la mirada a la persona que está hablando. Esto es una manera de ofrecer seguridad al otro de que estás prestando atención.
- Hacer preguntas: intente no ignorar las señales de que alguien tiene buenas historias a contar. Es decir, si la persona alude a algo, una buena manera de establecer un vínculo más profundo es preguntar si puede decirle más.
En resumen, disfrutar de una amplia variedad de interacciones contribuye para nuestro bienestar, sea hablando con el cajero del supermercado, un compañero del trabajo y un viejo o nuevo amigo. Todas estas conexiones combinadas pueden ayudar en gran medida a sentirse menos solo.