Trinitario Betoret: "No hay precariedad en el sector de la hostelería"

El presidente de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada repasa el día a día del sector, que vive un momento dulce en cuanto al número de visitas y pernoctaciones, pero que todavía lucha, según Betoret, por conseguir una rentabilidad que le permita mejorar plantilla | Atrio, infraestructuras y condiciones de los trabajadores son otros de los puntos que aborda el presidente en esta entrevista

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Plaza Nueva bulle, palpita al ritmo de cientos de turistas que bajan a Gran Vía o suben para el Sacromonte o el Albaicín. Pocos lugares más adecuados para palpar la actividad turística de Granada, pocos sitios más representativos del verdadero motor económico de la ciudad. Y es precisamente en un local de la plaza, el restaurante Pilar del Toro, donde nos reunimos con Trinitario Betoret, presidente de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo... 

No se me ocurre mejor guía para salir de tapas por Granada…

(Se ríe) ¡Me gustaría poder disfrutar más de lo que ofrece nuestra ciudad! Las obligaciones me constriñen el tiempo de ocio que me gustaría tener, pero sí tengo la oportunidad de descubrir sitios y contactar con gente que se dedica a este mundo estupendo de la gastronomía.

¿Le roba mucho tiempo su cargo como presidente de la Federación?

Tiene sus épocas. Sí que me descuadra los ritmos de trabajo porque la agenda social de Granada es muy amplia.

Cuénteme, ¿ha cambiado mucho el concepto de tapeo en los últimos 10, 15 ó 20 años?

La tapa clásica de Granada se ha convertido en un producto turístico. Hay cierto desbordamiento en la oferta y en muchas ocasiones se ha primado más la cantidad; hemos visto frases que dañan al sector como son: “en Granada comes con dos tapas”. Eso rompe el disfrutar de los restaurantes pero sin embargo, ha ayudado al desarrollo de ese producto en concreto.

Ahí quería llegar. Le pregunto a raíz del ‘Estudio de la gastronomía del destino Granada', ese cuya conclusión era que la cantidad ha ganado a la calidad...

Cuando desde la Federación de Hostelería se trabaja en el concurso de tapas, lo que se prima es esa ‘antesala’ al restaurante, el bocado o aperitivo que uno disfruta. Ese equilibro es el que hemos querido potenciar para que también haya sensación de que la tapa no es solo cantidad, sino la ‘antesala’ para disfrutar de un buen restaurante.

Hemos visto frases que dañan al sector como son: “en Granada comes con dos tapas”

 

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La tapa se puede haber convertido en un escenario de competencia entre hosteleros… pero ¿Cómo de unidos están en su gremio?

El sector está bien consolidado. De un tiempo a esta parte se ve que hay una entidad, que es la Federación, donde al margen de las personas, la que es capaz de aunar sentimientos dentro del empresariado y además es un interlocutor muy válido para las administraciones. Eso repercute en beneficio para los asociados.

Los asociados, un gremio que está de enhorabuena por segundo año consecutivo. De nuevo, se esperan cifras record en cuanto a llegadas y pernoctaciones. Le pido una valoración de la situación actual.

Es una tendencia que ya vimos en 2014 y da lugar a pensar que la situación macroeconómica internacional está mejorando. El turismo nacional ya comenzaba a repuntar el año pasado y este año se mantiene. Esos buenos números de ocupación, pernoctaciones y viajeros tienen que trasladarse ya de manera directa a la rentabilidad empresarial.

Precisamente le iba a comentar que esos números de turistas también arrojan sombras…

Sí.  Esos números esconden todo el ámbito interno de la empresa. No se están alcanzando niveles de rentabilidad suficiente para poder consolidar plantilla, para poder mantener establecimientos abiertos fuera de temporada… para poder, en definitiva, dar la imagen global de que el año está siendo bueno.

Explíqueme cómo puede ser que, en una época de bonanza como esta, un sector como el hostelero, un restaurante, un hotel, no sea rentable.

A parte de los propios gastos internos de la empresa –y hay que meter un montón-, tenemos una carga impositiva muy alta. Le hemos pedido al Gobierno una bajada de IVA, si no al 4%, sí volver al 7% que teníamos antes (el sector está ahora en el 10%). Hay una legislación muy dura. Tenemos un montón de normativa que cumplir y todo eso cuesta dinero anualmente.

Y por otro lado, el volumen no implica mayor facturación. Si hace siete años se vendía una habitación a 90 euros, si hoy vendemos dos a 40… ha habido un reajuste brutal en el precio. Además tenemos unos índices de ocupación que llevan años no superando el 60% de media anual. Tenemos épocas en la provincia donde la ocupación es muy baja conforme al volumen de plazas que tenemos disponibles.

Esos buenos números de ocupación, pernoctaciones y viajeros tienen que trasladarse ya de manera directa a la rentabilidad empresarial.

Recuerdo esos apartamentos turísticos que ustedes denunciaban hace unas semanas que ofrecían competencia desleal.

Si a la competencia, que es buena y sana, le sumamos un volumen de plazas que no están regladas, que no tienen ningún tipo de control… de repente aparecen en canales turísticos en los que compite esa vivienda junto a un establecimiento que es una empresa turística. Vemos una campaña publicitaria brutal donde se dice que este tipo de alojamientos están a un 50% del precio de mercado. Es muy duro.

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Todo eso repercute también en las condiciones de los propios trabajadores. El convenio del sector lleva un año paralizado y los sindicatos han sido muy luchadores. ¿Cuándo se retomarán las conversaciones para modificarlo?

Lo que está parada es la negociación. El convenio está absolutamente vigente y las empresas cumplen su convenio. La parte sindical quiere renovar el convenio de hostelería en aras de conseguir todavía más mejoras. Siempre hemos dicho que ese convenio ya es muy bueno y que en muchas ocasiones es poco asumible por parte de las empresas.

Entre las cosas que denuncian los sindicatos está el que, en muchas ocasiones, no se está cumpliendo.

Que haya sindicatos que digan que hay ejemplos concretos de un empresario que no cumple el convenio… también se puede decir que hay casos de trabajadores que no quieren que se cumpla porque no les interesa.

¿Hay precariedad en el sector?

No. No la hay. Habrá gente que no esté en las mejores condiciones laborales, pero si me dijera que el sector turístico es el único en el que se dan este tipo de situaciones… No hay precariedad en el sector de la hostelería.

El convenio está absolutamente vigente y las empresas cumplen su convenio

¿Cuáles son los retos del sector turístico granadino?

Tenemos dos: aumentar la rentabilidad empresarial y generar puestos de trabajo. Lo uno es consecuencia de lo otro. A nivel institucional, necesitamos aumentar la promoción de la ciudad y la provincia. Es algo que las administraciones tienen que entender. También desde el punto de vista institucional, se debe seguir en la línea de mejora de las relaciones entre las distintas administraciones. En alguna ocasión hemos dicho que la Federación quiere ser el engranaje que una esas piezas en un momento en el que pueda aparecer una situación difícil.

En las últimas semanas se ha hablado mucho del eje Málaga-Sevilla. ¿De qué manera afecta esto al sector hostelero de Granada? ¿Cómo puede la ciudad engancharse a él?

Yo lo encuadro dentro del ámbito político. Granada, lo que no puede permitirse, es estar siempre en el vagón de cola. Tiene poco sentido que luchemos por estar en el eje Málaga-Sevilla si no tenemos el AVE todavía. Tiene poco sentido si no somos capaces de rentabilizar nuestros propios productos. Tenemos una sierra fantástica en la que hemos demandado por activa y por pasiva un estudio para la ampliación de la capacidad del esquí. Hay un proyecto que se paró en su momento, el del teleférico, en el que la empresa quiso retomar la cuestión pero por el momento está ahí.

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Interesante el tema de las infraestructuras como punto básico para que el sector mejore. Por ponerle un ejemplo, ¿Qué pasa con el aeropuerto de Granada?

Le voy a responder la pregunta al  revés. El aeropuerto de Málaga puede ser fantástico para la ciudad y la provincia de Granada. Con esa premisa, debemos de trabajar para que nuestro aeropuerto sea lo que tiene que ser. Desde la subdelegación de Gobierno, cuando se conformó la mesa por el aeropuerto, se establecieron líneas básicas de trabajo: vamos a buscar comercialización dentro de su capacidad  a través de una empresa especializada.

Ya habido un estudio de una consultora que nos dice que hay empresas que estarían interesadas en poder participar en el aeropuerto de Granada y vamos a estudiar distintas fórmulas para hacerlo.

Tenemos dos retos: aumentar la rentabilidad empresarial y generar puestos de trabajo

¿Cuándo se podrá ver algo tangible?

Estamos en la fase de analizar ese estudio, de que esa consultora empiece a hacer sus primeros contactos y además, ver esa comunión entre administraciones e instituciones empresariales. Hay muy buena sensibilidad en este tema porque es una puerta de entrada fantástica para nuestra ciudad y provincia.

Otra de polémicas. ¿Cuál es su opinión con respecto al proyecto del atrio de la Alhambra?

El atrio, según palabras del propio director del Patronato, de momento está aparcado o en periodo de conversaciones con distintas instituciones.

Si hay voluntad de seguir analizando cuál es la situación del atrio, me imagino que nos convocarán a una reunión y volveremos a decir nuestros criterios al respecto; hay uno que ya dijimos: que no íbamos a consentir de primeras a tener un buffe libre en la puerta de la alhambra, con lo que puede suponer todo eso.

Al nuevo director le pedimos dos cosas: que unido al desarrollo de los accesos de la Alhambra, que lógicamente se deben de remodelar, hubiera una conexión con la ciudad. Que se estudien las mejores fórmulas para provocar la circulación de esas 2.400.000 personas que visitan la Alhambra anualmente. La segunda petición que le hicimos fue el poder incorporarnos al Patronato de la Alhambra, para que también se escuchara la voz del empresariado porque una importante parcela es la comercialización del monumento.

 Tiene poco sentido que luchemos por estar en el eje Málaga-Sevilla si no tenemos el AVE todavía

¿Tiene la sensación de que la Alhambra está desaprovechada a nivel comercial?

En Granada y en la provincia sí. La Alhambra, como producto turístico, está bien gestionada a efectos de conservación y mantenimiento, la parte esencial. Pero hay que saber sacarle la máxima rentabilidad de comercialización y ahí es donde creemos que tenemos la obligación de intervenir.

Seguimos teniendo problemas con las entradas a la hora de poder obtenerlas con tiempo. Se lo dijimos también al nuevo director y, lógicamente, está aterrizando, tiene que tener su tiempo. Gestionar la Alhambra no es fácil, pero sin prisa pero sin pausa, no debemos dejar escapar todas la oportunidades que nos plantea tener el monumento más visitado del mundo.