Los trucos de los granadinos para 'escalar' la cuesta de enero

Tras las fiestas navideñas, la ciudadanía aplica medidas para controlar los gastos excesivos y poder hacer frente a la subida de precios de los supermercados

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Collage de imágenes de los encuestados | Foto y vídeo: Raquel Ochoa
Diana Ioana
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La cuesta de enero parece crecer cada año y los granadinos se enfrentan a ella con respeto y decisión. Los regalos que Papá Noel y los Reyes Magos traen, las compras masivas para las comidas y cenas festivas, las rebajas de principios de enero, las salidas a restaurantes y bares... Nada de esto es gratis. En mitad de esta 'escalada', GranadaDigital ha salido a la calle para conocer cómo enfrentan algunos granadinos estas dificultades económicas.

La mayoría coincide en los sacrificios que conlleva este inicio de año, con estrategias como comparar los precios de distintos supermercados para escoger el más barato, comprar lo "justo para la semana, para no tener que desperdiciar comida", o intentar controlar y organizar los gastos. "Tenemos la cuesta siempre", lanza una de las encuestadas, algo desesperanzador pero que invita a la conciencia y al gasto responsable, y constituye una llamada de atención a la inflación y sus efectos sobre la ciudadanía de clase media. "La subo con gran dificultad, poquito a poco y mirando mucho el dinero, gastando lo menos posible", declaración que podría resumir el sentimiento general de los granadinos en este estreno de año.

Destaca también las dificultades de las personas de la tercera edad, cuyas pensiones "no suben al mismo ritmo que los precios", y no pueden hacer frente a la subida de precios de los productos básicos y el derroche que conllevan las fiestas, idea con la que otro encuestado coincide: "Hacemos mucho gasto en diciembre por compromiso". Enero es un mes complicado para muchos granadinos, ya que "no estás en el mejor momento para seguir gastando". Algunos, incluso, llegan a añorar tiempos pasados, donde "antes estaba muy bien" y podían "desayunar por dos euros".

Aunque hay ciudadanos que parecen poder escalar con ligereza esta empinada cuesta, como un profesor de esquí cuyo oficio le permite coger una bocanada de aire en estos momentos más complicados –"En Navidades trabajo mucho y gasto poco"– o como una encuestada, que confiesa que no se está viendo muy afectada: "No lo noto porque no soy muy gastosa". En la misma línea, un joven asegura que "lo estoy notando bastante poco, no he tenido muchos gastos, los normales de salir los fines de semana y poco más",  aunque son un grupo minoritario.

La mayoría de encuestados coinciden en que esta cuesta supone una dificultad económica, en mayor o menor medida, y que es necesario tomar acción a nivel individual. Navidad es una época para compartir tiempo con la familia y seres queridos, pero su coste deja una sensación algo agridulce, que genera espacio para unos cuantos consejos sobre cómo afrontar estas festividades que invitan al derroche: controlar las compras impulsivas, sobre todo en periodos de rebajas, donde los jugosos precios invitan al consumo masivo y que acaba suponiendo, grano a grano, una montaña de dinero malgastado; ser realistas con la cantidad de comida que se va a consumir en las cenas y comidas navideñas; apostar por regalos DIY (Do It Yourself) o construir un presupuesto realista para los gastos de estas fechas señaladas.