Trump y Kim ponen rumbo a Singapur para un encuentro histórico en busca de la desnuclearización coreana
Las negociaciones sobre este tema quedaron suspendidas hace una década por las pruebas atómicas del régimen comunista
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong Un, han aterrizado este domingo en Singapur, con varias horas de diferencia, para acudir a la histórica cumbre entre ambos países que tendrá lugar el próximo 12 de junio con el objetivo de abordar la gestión del arsenal nuclear de Corea del Norte.
La delegación de Estados Unidos, que ha partido hacia Singapur directamente desde Canadá tras participar en la cumbre del G-7, aterrizó por la tarde (hora local). Trump iniciará su agenda oficial esta mañana con una reunión con el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong.
A bordo del Air Force One viajaron, entre otros, el secretario de Estado, Mike Pompeo; el consejero de Seguridad Nacional, John Bolton; y el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, John Kelly.
Por su parte, Kim aterrizó durante la mañana en Singapur con su jet privado. Un equipo norcoreano encabezado por Kim Chang Son, estrecho colaborador de Kim, lleva allí varios días para ultimar el cara a cara con Trump. El resto de la delegación norcoreana llegó el sábado.
La prioridad del diálogo entre Trump y Kim es lograr un entendimiento suficiente para reanudar las conversaciones sobre la desnuclearización de la península coreana, que quedaron suspendidas hace una década por las pruebas atómicas del régimen comunista.
Trump ha sugerido en los últimos días que también podrían llegar a un acuerdo para avanzar hacia la pacificación de Corea. Seúl y Pyongyang siguen técnicamente en guerra porque en 1953 solo firmaron un armisticio para cesar los combates. Estados Unidos, como garante designado por la ONU para este conflicto, juega un papel esencial en la paz.
El magnate neoyorquino se mostró optimista antes de embarcar hacia Singapur. "Soy una persona que se dedica a hacer tratos. Siempre me ha ido muy bien", ha dicho en declaraciones a la prensa desde la localidad canadiense de Charevoix, subrayando que va "en misión de paz".
Además, afirmó que abordará "absolutamente todos los temas" con Kim, interrogado por los periodistas sobre si le planteará al líder norcoreano la existencia de los campos para presos políticos, a pesar de que la Casa Blanca se ha esmerado en recalcar estos días que los Derechos Humanos no eran parte de la agenda.
Trump ha confiado en que Kim y él congenien "desde el principio". No obstante, es consciente de que algo podría salir mal. "Creo que llegamos los dos con un espíritu positivo. Creo que vamos muy preparados. Pero, quién sabe. Existe una clara posibilidad de que no funcione", ha indicado. "Si Kim no es serio, no prolongaré las conversaciones", ha avisado.