'Txeroki' vuelve al banquillo por colocar una bomba en Denia

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E.P.
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La Audiencia Nacional juzgará este jueves al ex jefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, alias 'Txeroki', y a la etarra Leire López Zurutuza por colocar en enero de 2005 una mochila-bomba en el hotel Port Denia de Alicante y causar heridas a cinco personas, unos hechos por los que se enfrentan a sendas penas de 17 años de cárcel.

El fiscal Pedro Rubira considera a cada uno de los acusados culpables de un delito de estragos terroristas y cinco faltas terroristas por las lesiones que la explosión provocó a cinco personas. La deflagración produjo además cuantiosos daños materiales, que superaron los 442.817 euros, al establecimiento y las viviendas colindantes.

En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal sostiene que López Zurutuza pertenecía junto a José Ángel Lerín --ya condenado por estos hechos-- al comando operativo liberado 'Zapa', que realizó diversas acciones contra intereses económicos desde septiembre de 2004 siguiendo las órdenes impartidas por 'Txeroki'.

López Zurutuza y Lerín recibieron un curso de armas y explosivos en el sur de Francia y procedieron a actuar siguiendo instrucciones de 'Txeroki', quien les envió tres mochilas cargadas con 20 kilos de explosivos cada una para llevar a cabo los ataques terroristas.

El 30 de enero de 2005, Lerín situó una de estas mochilas en la escalera de incendios del hotel, junto con un cartel con las indicaciones 'No tocar. Peligro. Bomba. ETA'. El artefacto fue activado para explotar a las tres de la tarde, aunque 40 minutos antes del estallido López Zurutuza avisó a la DYA de Vizcaya.

15 AÑOS DE CÁRCEL POR QUEMAR CAJERO

Además, la Sección Cuarta de la Sala Penal juzgará mañana, jueves, a Ruben Navarro Fernández por incendiar un cajero automático del BBVA en Sestao (Vizcaya) en mayo de 2012, causando daños en la fachada, rótulo y cristal de la sucursal que ascendieron a 4.779 euros y en el cajero valorados en 10.516 euros.

La fiscal Rosana Lledó pide para el acusado 15 años de prisión por un delito de incendios terroristas al mantener que éste se dirigió, provisto de un bidón con gasolina, a un cajero automático en la madrugada del 1 de mayo del pasado año.

Tras prender fuego al cajero, el cual quedó totalmente destruido, los agentes de la Ertzaintza acudieron al lugar y sofocaron el incendio, evitando que las llamas se propagasen hasta los primeros pisos del edificio y evitando que los vecinos sufrieran sus consecuencias.