La UE no reconoce a Maduro como presidente y España pone sobre la mesa sanciones al régimen

Albares ha pedido que los socios europeos estudien "herramientas" para propiciar un diálogo interno entre Caracas y oposición

Venezuela.- Detenido el asesor legal de campaña de la oposición venezolana
La UE no reconoce a Maduro como presidente | Foto: EP
Europa Press
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La Unión Europea ha acordado este jueves que no reconocerá la legitimidad del presidente venezolano, Nicolás Maduro, ante la falta de avances para que las autoridades electorales presenten actas oficiales que puedan acreditar su victoria, al tiempo que España ha planteado al resto de socios europeos la opción de aplicar sanciones contra el régimen, punto que no obstante no cuenta todavía con la unanimidad necesaria.

"Un mes después no hay esperanza de que (el Consejo Nacional Electoral) presente las actas. Es demasiado tarde para seguir pidiendo esto. No hay actas ni verificación y lamentamos que no las haya nunca", ha asegurado el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, en rueda de prensa tras el encuentro con los ministros del ramo tras la reunión informal celebrada en Bruselas.

En este sentido, ha afirmado que la UE no reconocerá la legitimidad de Maduro como presidente. "No tiene legitimidad democrática como presidente. Seguirá como presidente de facto pero negamos su legitimidad democrática ante unos resultados que no pueden verificarse", ha añadido el jefe de la diplomacia europea, tras indicar que su victoria electoral "no ha sido probada" y la UE "no tiene por qué creerlo".

"No lo consideramos como un presidente elegido democráticamente y en cada caso esto tendrá sus consecuencias", ha asegurado, apuntando que la UE tendrá en todo caso que seguir relacionándose con Caracas, al igual que lo hace con otros países a los que no reconoce su Gobierno, como Nicaragua, país que ha puesto como ejemplo.

España plantea sanciones aunque sin recabar unanimidad

Además, en la cita de este jueves España ha planteado al resto de socios europeos que la UE aplique sanciones contra el régimen, entre otras medidas, una vez asume que las autoridades electorales no presentarán las actas oficiales, aunque esta opción no ha logrado el consenso necesario para avanzar.

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha llegado a la reunión informal de ministros de Exteriores europeos pidiendo que los socios europeos estudien "herramientas" para propiciar un diálogo interno entre Caracas y oposición.

La iniciativa de España no ha recibido tampoco un gran apoyo por parte del Alto Representante, que ha subrayado que la UE ya mantiene sanciones contra medio centenar de dirigentes venezolanos. "Hemos llegado casi hasta la cúpula más alta. Maduro no está en la lista, tampoco Jorge Rodríguez y pocos más. Mas sanciones implicaría ir contra los máximos responsables y quedan dos o tres que no estén ya sancionados", ha explicado.

En este sentido, Borrell ha indicado que los Estados miembros prefieren esperar a ver como se suceden los acontecimientos y esperar por si el Gobierno venezolano busca algún tipo de negociación.

Igualmente, fuentes de Exteriores señalan que se ha suscitado el debate en el seno de la UE sobre reconocer a Edmundo González como ganador de las elecciones, algo que el bloque ya ha sugerido en alguno de sus comunicados, si bien este planteamiento tampoco ha cosechado el consenso necesario entre los miembros del bloque.

Precisamente, la dirigente opositora de Venezuela María Corina Machado ha instado este jueves a España a que "lidere" en el seno de la UE la opción de que la comunidad internacional reconozca a Edmundo González como presidente electo de Venezuela, en otra medida de presión contra Maduro.

Por el momento , los 27 apuestan por intensificar el diálogo con los actores regionales, como Brasil y Colombia que lideran la mediación para lograr una salida a la crisis y ponen el foco en la represión interna en el país latinoamericano, asegurando que hay que hacer "todo lo posible" para preservar la integridad física de los dirigentes opositores.