La UGR y la Junta quieren reforzar el alfar romano del campus de Cartuja como punto turístico

El complejo data de la época altoimperial, de los siglos I y II después de Cristo, situado frente a la Facultad de Teología

Alfar Cartuja
Alfar romano de Cartuja | Foto: Gabinete
Gabinete
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La rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda Ramírez, y el delegado de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía en Granada, Antonio Granados, han realizado una visita institucional en la mañana del miércoles al alfar romano del campus de Cartuja. Se trata de un complejo alfarero de época altoimperial, de los siglos I y II después de Cristo, situado frente a la Facultad de Teología y que forma parte del gran complejo de producción de cerámica y tejas que realmente era la colina de Cartuja siglos atrás. La visita ha permitido a la rectora transmitir al delegado de Cultura y Patrimonio Histórico los planes de futuro de este importante yacimiento arqueológico. El más relevante es el proyecto El Velarium de Cartuja, un programa de trabajo que permitirá convertir el alfar en un espacio de divulgación cultural, de investigación, de interés turístico y, además, de unión de barrios de la ciudad que en la actualidad muestran cierta desconexión entre sí.

Tanto la rectora de la UGR como el delegado de Cultura y Patrimonio Histórico han reconocido la necesidad de convertir este espacio en ese lugar visitable y de investigación en el que ya se está trabajando. Pilar Aranda ha explicado que “el valor cultural, económico y académico de la colina de Cartuja es muy relevante. Este alfar es un BIC que no solo vamos a proteger sino a revalorizar cultural y científicamente para que nos sirva, además, como unión de los barrios que hay a su alrededor”. Antonio Granados, por su parte, ha manifestado la importancia de contar con un espacio como este, “ya que los restos romanos en la provincia de Granada y especialmente en la ciudad son escasos”. Granados ha insistido en lo importante que es la colaboración entre instituciones y ha dicho que “este alfar es un espacio fantástico para recuperarlo”. Para el delegado, la apuesta por la ciudad y por la cultura es ineludible y “es necesario buscar líneas de colaboración que nos permita recuperar este patrimonio con una función no solo cultural, sino turística y económica”.

Las primeras excavaciones arqueológicas en el solar fueron desarrolladas en 1964 y 1965 por M. Sotomayor Muro, sucediéndose los trabajos a lo largo de las décadas siguientes y hasta la actualidad, en la que el yacimiento es objeto de estudio en el marco de las prácticas del Grado y del Máster de Arqueología de la Universidad de Granada. El resultado de estos trabajos ha sido la documentación de diez hornos cerámicos de diversos tamaños y características, destinados a la cocción de vajillas finas, cerámicas comunes y materiales de construcción, además de numerosas estancias y estructuras destinadas a las distintas tareas desarrolladas en el alfar.

A estas estructuras hay que añadir otras identificadas en diferentes sectores de la colina durante las obras de urbanización del Campus de Cartuja en los últimos 40 años, y claramente vinculadas a este alfar romano. Se trata de otros cuatro hornos en las proximidades de la Facultad de Teología y del Monasterio de La Cartuja, dos hallados en los años setenta, y otros dos en las actuaciones llevadas a cabo entre 2013 y 2015; piletas de decantación —una en la calle Prof. Clavero y otra bajo las instalaciones del nuevo Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento—; así como varios vertederos cerámicos dispersos por el Campus.