La UGR reconoce la "generosidad" de tres de sus miembros que acudieron a Valencia como voluntarios
El rector Pedro Mercado agradece su esfuerzo en las tareas de recuperación de las localidades afectadas por la DANA
Juan Javier Luque Díaz, Ángel Gutiérrez Montes y Julio Salmerón Fernández, miembros del Personal Técnico, de Gestión y de Administración y Servicios de la Universidad de Granada, se montaron en su vehículo el 7 de noviembre y pusieron rumbo a Valencia. Allí, hasta el día 10, hicieron todo los que se pidió y más para ayudar a pueblos y familias que lo habían perdido todo. Este viernes, Pedro Mercado, rector de la UGR, los ha reunido para agradecerles su gesto, “pero sobre todo su generosidad en un momento tan difícil como el de esos días”. Mercado se ha mostrado “orgulloso y feliz” de estos miembros de la comunidad universitaria que “acudieron donde se les necesitaba sin que nadie los llamara y que representan lo mejor que tenemos en la comunidad universitaria. Gente comprometida y solidaria que hace a la UGR sentirse orgullosa de ellos y de su trabajo”.
Los tres voluntarios han explicado cómo organizaron la marcha y qué labores desempeñaron en Valencia. Fue Javier quien dio el primer paso. En su pueblo, Villanueva del Trabuco, localizó la maquinaria pesada que necesitaba: una retroexcavadora y una giratoria. Sus propietarios no dudaron un segundo para cederlas. Buscó entonces un camión para el transporte de las dos máquinas. También encontró el camión y la generosidad de su dueño. A partir de ahí, acudió a las ferreteras proveedoras de la UGR, que también ofrecieron lo que tenían.
Con ello, tras terminar su turno de trabajo aquel jueves, recuerdan los tres, partieron hacia Valencia donde llegaron a última hora de la noche. A partir de ahí, dicen, “tres días frenéticos de retirada de lodo, vehículos y enseres, limpieza de calles y vuelta a empezar” en la zona cero del desastre: Paiporta, Alfafar, Benetússer y Catarroja.
De vuelta a Granada, los tres recuerdan la magnitud del desastre. Julio narra aquello como una “desolación, un sitio arrasado y mucha gente necesitada”. Por su parte, Ángel y Javier confirman que ya están organizando una nueva expedición. “Estamos en contacto con gente de allí y es probable que vayamos, en esta ocasión a realizar tareas más específicas y técnicas”, comenta Javier.
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