UGT: "Es preciso mejorar las rentas de las familias granadinas para impulsar la economía y el empleo"
En septiembre de 2015, el IPC ha subido un 0,2% en Granada, ascenso 0,3 puntos inferior al de septiembre de 2014 (cuando aumentó un 0,5%). Los grupos de bienes y servicios que más han subido respecto al mes pasado en la provincia de Granada han sido vestido y calzado (9,3) y enseñanza (0,6), mientras que han disminuido sus precios durante el mes pasado, vivienda y ocio y cultura (-1,4) y transporte (-1,2)
Ante los datos hechos públicos hoy por el INE referentes a la variación de los precios en nuestra provincia, Manuela Martínez, Secretaria General de UGT Granada, considera que el comportamiento que viene registrando el nivel general de precios en los últimos meses no es más que un termómetro que nos muestra el preocupante estado de atonía y estancamiento de la economía granadina. Y es que seis años continuados de políticas de austeridad, de control del gasto y de reducción de derechos han dado al traste con gran parte de los avances socioeconómicos logrados durante el anterior ciclo de bonanza económica, ha indicado.
Más preocupante incluso, considera la ugetista, es el comportamiento irresponsable de muchos de nuestros empresarios, que en lugar de fiar una mayor competitividad en la inversión productiva para mejorar la calidad de los productos o servicios que ofrecen y del empleo de sus trabajadores y trabajadoras, optan por la precariedad laboral y los bajos salarios, con la absoluta permisividad de las distintas administraciones públicas, comprometiendo así gravemente el futuro de nuestra economía, prolongando la actual situación de crisis y sus efectos negativos y dificultando una posible salida justa de la misma.
En opinión de Martinez (UGT) la avaricia de determinados empresarios, traducida en un desmesurado incremento de los niveles de precariedad laboral y una pérdida importante de poder adquisitivo de los salarios de los granadinos y granadinas, no está haciendo más que incrementar la desigualdad y volver a convertir a la pobreza en un problema estructural de nuestra provincia. Hay que poner fin a este despropósito socioeconómico y apostar por una salida de la crisis que no deje nadie atrás, ha dicho, y que se traduzca en un incremento del nivel de vida del conjunto de la ciudadanía en general y de la clase trabajadora en particular.