Un descarte da la puntilla al Granada CF
Si la confianza del Granada CF pasaba por malos momentos, ahora queda en la UVI con una derrota a cargo de uno de los descartes del verano y llena de errores propios que provocaron los goles del Alavés
El partido ante el Alavés fue el colmo del inicio desastroso del Granada CF en esta temporada. Si Las Palmas ya fue una debacle, Mendizorroza fue un hundimiento continuo. El equipo no dio síntomas de tener opciones de ganar, ni cuando iba perdiendo ni cuando se mantenía el 0-0. No creó peligro en el área rival y volvió a regalar goles que le dejan en una situación muy complicada. Dos puntos de 18 posibles y empatado a puntos con Osasuna, actual farolillo rojo.
TRES ERRORES, TRES GOLES
El Alavés no necesitó sacar su mejor versión para ganar al Granada. Tan solo necesitó esperar su momento y aprovecharlo. Y así fue. El partido estaba aburrido, y ningún equipo llegaba a las proximidades del área rival. Los delanteros casi no eran nombrados. Pero el Granada volvió a pecar una vez más con posesión de balón y en intentar salir jugando. La filosofía de Jémez fracasó una vez más en un querer y no poder.
Krhin ejemplificó esto en la noche del lunes. Su compromiso con el equipo está fuera de toda duda. Lo da todo en cada partido, corre y ocupa mucho campo, pero su criterio con el balón aún está muy lejos de lo que pide Jémez. El esloveno falló en un pase hacia atrás y dejó un regalito para su excompañero Edgar Méndez, quien no falló ante Ochoa.
Si había algún plan cruel para el Granada, se cumplió ante el Alavés. No solo fue una derrota ante un equipo recién ascendido, fue una derrota que inició un descarte rojiblanco del verano y que llegó con la carta de libertad bajo el brazo a Vitoria. Ver para creer.
El fallo de Krhin fue solo el principio. Luego fallaría Uche Agbo. Ni despejó, ni protegió ni lucho. El nigeriano está superado. Los continuos altibajos de Jémez le tienen desconcertado y Uche cuenta partidos por apuros. Parece agotado, lejos del futbolista fuerte físicamente y sobrio que despuntó en la pretemporada. Un pelotazo sin aparente peligro se convirtió en el segundo tanto del Alavés, a cargo de Camarasa.
Vezo confirmó la debacle con un intento de control en otro pelotazo del Alavés. Deyverson aprovechó la ruina rojiblanca y fusiló ante Ochoa, con visibles signos de desesperación.
La ruina del Granada no se queda ahí. Para Jémez no hay negociación con el esfuerzo. Y así lo demostró con el cambio de Atzili. El israelí salió en el descanso en lugar de Bueno, pero no apareció en ningún momento. Apático, sin ganas y sin fuerza. Jémez lo cambio a los 25 minutos y dio entrada a Kravets.
El ucraniano fue lo único salvable. Dio esperanza a los más optimistas de ver una victoria exprés con remontada incluida. Una victoria que cada vez parece más lejos.