Un estudio crea incertidumbre en la utilidad de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar
En general, se acepta que los cigarrillos electrónicos reducen los riesgos para la salud inherentes al consumo de cigarrillos
Un análisis de datos de un estudio previo de más de 1.350 fumadores que intentaban dejar el tabaco después de una hospitalización encontró que aquellos que informaron de haber usado cigarrillos electrónicos (e-cigarrillos) durante el periodo de estudio tenían menos probabilidades de haber dejado de fumar exitosamente seis meses después de entrar en el estudio. Sin embargo, los autores advierten que, debido al diseño del estudio, no se puede respaldar la conclusión de que los cigarrillos electrónicos no son útiles para dejar de fumar y destacan la necesidad de una mayor investigación de esa pregunta.
"Los participantes del estudio que consumían e-cigarrillos generalmente los usaban con poca frecuencia y no todos los días, un patrón que puede no ser una forma efectiva de emplearlos para dejar de fumar", explica la líder del estudio, Nancy Rigotti, directora del Centro de Investigación y Tratamiento del Tabaco del Hospital General de Massachusetts (MGH, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos.
"No prueba que los cigarrillos electrónicos no puedan ser beneficiosos si un fumador se cambia por completo de los cigarrillos de tabaco y los usa regularmente, de la misma manera que los productos de reemplazo de nicotina aprobados por la agencia estadounidense del medicamento [FDA, por sus siglas en inglés] están destinados a ser utilizados", añade esta investigadora, cuyo trabajo se detalla en un artículo publicado en 'Annals of Internal Medicine'.
Aunque en general se acepta que los cigarrillos electrónicos --que liberan nicotina sin muchos de los productos nocivos producidos al quemar tabaco-- reducen los riesgos para la salud inherentes al consumo de cigarrillos, pocos estudios han investigado directamente la utilidad de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar.
El trabajo actual analizó datos de un ensayo clínico aleatorizado que comparó dos enfoques para apoyar a fumadores adultos que estuvieron hospitalizados que intentaban dejar de fumar después del alta hospitalaria: atención habitual, que incluía recomendaciones sobre medicamentos para dejar de fumar y servicios de apoyo, o la intervención, que proporcionó a los participantes su elección de medicamentos gratuitos para dejar de fumar aprobados por la FDA hasta durante tres meses y llamadas telefónicas automatizadas que brindan asesoramiento y aliento.
SE NECESITAN ENSAYOS ALEATORIZADOS Y CONTROLADOS
Los participantes en ambos grupos de estudio podían usar cigarrillos electrónicos, si así lo deseaban, pero se les informó de que su efectividad como ayuda para dejar de fumar se desconocía. Durante las llamadas de seguimiento, se les preguntó a los participantes si habían empleado cigarrillos electrónicos desde el alta hospitalaria.
Más de una cuarta parte de los pacientes habían usado cigarrillos electrónicos en los tres meses posteriores al alta, con un uso más frecuente en el grupo de atención habitual que en el grupo de intervención. Pero el uso general fue intermitente, con diferentes participantes usando e-cigarrillos en distintos momentos. Casi el 70 por ciento de los que usaban cigarrillos electrónicos indicaron hacerlo para ayudarles a dejar de fumar y su frecuencia de uso varió de una vez por semana a diaria.
A los seis meses del alta, los participantes fueron sometidos a pruebas bioquímicas para detectar signos de tabaquismo reciente. En ambos grupos, las personas que informaron de haber usado cigarrillos electrónicos en los tres meses posteriores a la hospitalización tenían menos probabilidades que las que no emplearon cigarrillos electrónicos de registrar resultados que indicaran que no fumaban, una asociación que fue más fuerte entre los del grupo de intervención. Sin embargo, Rigotti señala que, dado que los participantes eligieron el uso de cigarrillos electrónicos por su cuenta, podría ser que los que lo hicieron ya estuvieran teniendo más dificultades para dejar de fumar.
"Estos resultados indican la necesidad urgente de ensayos aleatorizados y controlados para investigar si los cigarrillos electrónicos pueden ayudar a los fumadores a dejar de fumar, lo que ha sido difícil de hacer en Estados Unidos debido a los desafíos normativos --dice--. Mientras tanto, les diría a los fumadores que desean dejar de fumar o que utilicen uno de los medicamentos para dejar de fumar aprobados por la FDA, que se sabe que son seguros y efectivos, como primera opción. Si deciden probar con los e-cigarrillos, deben pasar completamente de los cigarrillos de tabaco al uso de los cigarrillos electrónicos diariamente, algo que la Sociedad Americana del Cáncer recomendó recientemente".