Un estudio de la UGR concluye que al cerebro de los votantes del PP le repelen más las noticias del PSOE que al revés

El estudio, que ha publicado la revista científica Political Psychology, ha utilizado técnicas cerebrales sofisticadas aplicadas a simpatizantes de los dos partidos

Juan Sánchez y Luis Casado, investigadores de la UGR
Juan Sánchez y Luis Casado, investigadores de la UGR y autores del estudio | Autor: Gabinete
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El cerebro de los votantes del PP experimenta una mayor repulsión hacia las noticias del PSOE que al revés, según un estudio desarrollado por científicos de las universidades de Granada (UGR), a Distancia de Madrid (Udima) y Temple de Estados Unidos.

Según ha informado la UGR en una nota de prensa, los investigadores han analizado la respuesta a nivel cerebral de simpatizantes del PP y del PSOE cuando leen "mensajes de corrupción o positivos" del otro partido.

Los resultados de este estudio demuestran que, a nivel cerebral, es "más efectivo" para los partidos políticos desarrollar campañas basadas en información de corrupción del partido opuesto que incidir en las prácticas positivas del propio partido.

Los partidos más socialdemócratas, como el PSOE, deben invertir más esfuerzos que sus oponentes en "asegurar las prácticas honestas en su seno" y controlar las posibles noticias falsas, ya que todo su electorado puede verse "profundamente afectado", incluso en mayor medida que el de los simpatizantes del PP.

El estudio, que ha publicado la revista científica Political Psychology, ha utilizado técnicas cerebrales sofisticadas para entender cómo simpatizantes del PSOE y el PP procesan los mensajes de corrupción y otros de medidas de bienestar referidos a su propio partido y al oponente.

Los investigadores han trabajado con simpatizantes muy cercanos a PSOE y PP, que mostraron una simpatía de nueve o diez puntos en una escala de uno a diez. Concretamente, los científicos escanearon el cerebro de una decena de simpatizantes del PSOE y otra del PP mientras que "leían mensajes de corrupción y otros positivos, y decidían cuánto penalizaban o apoyaban las prácticas referidas en los mismos".

Los mensajes de corrupción ejercieron el mayor impacto cerebral en todos los participantes, debido a una gran implicación de áreas relacionadas con el riesgo, la decepción y el rechazo.

Al comparar mensajes de prácticas de corrupción desarrolladas por el PSOE y el PP, se encontró que las noticias de corrupción referidas a los socialistas "activaron más fuertemente áreas cerebrales relacionadas con la penalización, riesgo y decepción".

Más que apoyar las prácticas positivas desarrolladas por su propio partido, los simpatizantes de ambas formaciones muestran mucho rechazo a nivel cerebral hacia mensajes referidos a las opuestas, ya sean positivos o referidos a prácticas de corrupción.

Este sesgo afectó en mayor medida a los votantes del PP, que experimentaron a nivel cerebral "mayor aversión, riesgo y ambigüedad" hacia los mensajes, sean de corrupción o positivos, del PSOE.