Un estudio internacional coordinado desde Granada avanza en el uso de la hormona de crecimiento ante la infertilidad

Se ha evidenciado que su utilización en mujeres de 40 años "rejuvenece" los óvulos y mejora la fertilidad

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El equipo granadino del doctor Tesarik y de la doctora Carmen Mendoza de la Universidad de Granada | Foto: Archivo
E.P.
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Un estudio internacional coordinado por el doctor Jan Tesarik, director de la clínica Margen de Granada, avanzará en el uso de la hormona del crecimiento para el tratamiento de la infertilidad femenina, después de que se haya evidenciado que la utilización de esta hormona en mujeres de 40 años "rejuvenece" los óvulos y mejora la fertilidad.

Desde 2004, el equipo granadino del doctor Tesarik y de la doctora Carmen Mendoza de la Universidad de Granada viene utilizando con éxito esta técnica.

Los efectos de la hormona de crecimiento fueron publicados en 2005 en la revista de la Sociedad Europea de Reproducción Humana (Eshre) Human Reproduction y ratificados por varios artículos posteriores, incluyendo un estudio sobre una gran serie se mujeres de más de 39 años.

Sin embargo, el rejuvenecimiento de los óvulos no es el único efecto beneficioso de la hormona de crecimiento sobre la fertilidad femenina, según ha detallado Tesarik en declaraciones a Europa Press.

Los investigadores granadinos han demostrado efectos beneficiosos de la hormona de crecimiento sobre la capacidad del útero humano de acoger los embriones y promover su desarrollo.

Tesarik explica que para un mejor uso en el contexto del tratamiento de infertilidad hay que investigar más, a fin de conocer como actúa en diferentes órganos del sistema reproductivo femenino.

"Nosotros hemos publicado ya en los años 2000 que las concentraciones adecuadas de la hormona de crecimiento en el ovario son necesarias para la calidad de los óvulos en términos de desarrollo de los embriones después de su fecundación. Del mismo modo hemos visto que los niveles del hormona de crecimiento bajan en los ovarios de las mujeres de 40 años o más. Consecuentemente, el uso de la hormona de crecimiento en mujeres de esta edad se puede considerar un simple tratamiento de sustitución, parecido a otros, como por ejemplo la sustitución de la insulina en los pacientes con diabetes".

Actualmente los investigadores afincados en Granada están coordinando un estudio multicéntrico para evaluar los efectos de la bajada de la hormona de crecimiento, relacionada o no con la edad, sobre las anomalías cromosómicas de los óvulos, la causa principal de fracasos de implantación, abortos espontáneos y anomalías fetales relacionados con la edad materna avanzada.

Es posible que algunas mujeres más jóvenes pueden también sufrir una bajada prematura de la hormona de crecimiento y así convertirse en candidatas para el tratamiento sustitutivo. En el estudio participarán investigadores franceses, alemanes, australianos, estonios, estadounidenses, entre otros.

Aparte de métodos convencionales, tales como el estudio directo de los efectos del hormona de crecimiento sobre el genoma de los óvulos, embriones, fetos y niños nacidos, los estudios proyectados utilizarán también métodos más modernos, fundados en el análisis del ADN soluble obtenido por "biopsias líquidas" del suero y del líquido folicular aspirado de los ovarios durante los tratamientos de fecundación in vitro.