Un estudio muestra que el estrés ataca más a la salud de las personas homosexuales y bisexuales que a la de las heterosexuales

El principal motivo sería debido al nerviosismo que padecen como consecuencia de la discriminación que sufren

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Foto: Archivo GD
E.P.
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Las personas homosexuales y bisexuales tienen más problemas de salud que los heterosexuales, según se desprende de la Encuesta Nacional de Salud de Estados Unidos en la que han participado, entre los años 2013 y 2014, cerca de 69.000 personas, de las cuales 525 eran lesbianas, 624 gais, 515 bisexuales y 67.150 heterosexuales, con una media de edad de 47 años.

"Hemos comprobado que este colectivo es más propenso a tener problemas físicos y mentales, así como un consumo excesivo de alcohol y tabaco. Esto se debe, probablemente, al estrés que padecen como consecuencia de la discriminación que sufren", han comentado los investigadores, liderados por el doctor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Vanderbilt en Nashville (EEUU), Gilbert González, en un artículo publicado en 'Archives of Internal Medicine'.

MÁS TRASTORNOS PSICOLÓGICOS

En concreto, los expertos comprobaron que, en comparación con las mujeres heterosexuales, las lesbianas eran un 91 por ciento más propensas a tener una salud mala o regular y un 51 por ciento más probabilidades de sufrir enfermedades crónicas, porcentaje que se duplica en el caso de las bisexuales. Además, las lesbianas y bisexuales tenían un consumo excesivo de alcohol y tabaco, y más angustia psicológico.

Respecto a los hombres, el trabajo señala que el 17 por ciento de los heterosexuales tenían un trastorno psicológico moderado, en comparación con los homosexuales (26%) y los bisexuales (40%). Del mismo modo, alrededor del 22 por ciento de las mujeres heterosexuales tenían trastornos psicológicos moderados, mientras que lo sufrían alrededor del 28 por ciento de las mujeres lesbianas y alrededor del 46 por ciento de las mujeres bisexuales.

Otros factores también, junto al llamado 'estrés de minoría', pueden ser, según los investigadores, a que en esos años todavía no estaba legalizado el matrimonio homosexual en Estados Unidos, por lo que han abogado por estudiar cómo esta medida les ha afectado a su estado de salud.