Un filtro, negro como el hollín, muestra la calidad del aire en Granada en 24 horas
Aunque esta muestra recogida el 2 de enero es "excepcional" por el intenso color, el Grupo de Investigación de Física de la Atmósfera asegura que periódicamente se encuentran con filtros en los que impera el gris oscuro
El pasado 2 de enero, una bomba de aspiración colocada en la ciudad captaba un nivel de contaminación nunca antes visto por el Grupo de Investigación de Física de la Atmósfera en Granada. El filtro, tras obtener aire bombeado durante 24 horas en la terraza del Instituto Interuniversitario de Investigación del Sistema Tierra en Andalucía (CEAMA), ubicado al lado del Parque de las Ciencias, mostraba este aspecto: negro como el hollín.
Aún no se ha analizado la composición de esa capa negra, pero el grupo de investigadores no tiene muchas dudas de que la composición química de las partículas que hay depositadas en el filtro sean inocuas. Lo que sí está más que confirmado es que la ciudad tiene un pasado y presente bastante alarmante en materia de contaminación. Lleva décadas superando los límites legales de emisiones de gases contaminantes asociados principalmente al tráfico. Y, si se tiene en cuenta lo que respira una persona en condiciones normales, el filtro equivaldría a lo que respiraría una persona en unos 100 días.
Empezamos el año con altos niveles de #Contaminación. En la foto el filtro PM1 (partículas finas de menos de 1 micra) que se muestreó ayer en @iista_es, al lado de un filtro limpio para que podáis comparar. #blackCarbon #hollin #CalidadDelAire #Trafico #Diesel #quemaBiomasa pic.twitter.com/cjwNiJGHkc
— Grupo de Investigación de Física de la Atmósfera (@GFAT_ugr) 3 de enero de 2019
Como hemos mencionado, los investigadores nunca antes habían visto un color negro tan intenso, aunque admiten que la tónica suele ser que aparezcan con tonalidades oscuras. Según explica Juan Andrés Casquero-Vera, miembro del grupo, durante el verano, el color de los filtros adquiere un tono marrón por la presencia de polvo mineral, mientras que en invierno impera el gris, por la combustión de combustibles fósiles y la quema de biomasa. "Se aprecia que hay bastante cantidad, pero no sabemos cuánta. Tenemos que ver si la situación es más rara de lo normal. Sí que es verdad que es un caso más extremo, pero cualquier filtro que se saca del instrumento tiene ese color, quizá un poco menos negro".
Esta medición en concreto - las hacen semanales- consideran que ha derivado de la situación anticiclónica de este último mes en Granada, que ha provocado que las emisiones de tráfico y de la quema de biomasa se acumulen en la superficie. En un anticiclón, el aire tiende a descender a la que vez que cuando llega a la superficie diverge. Además, esta situación atmosférica implica inversiones térmicas en superficie y poca renovación y ventilación del aire por la ausencia de viento.
El tráfico, las calefacciones, la quema de biomasa y rastrojos, las obras en la ciudad... No son pocos los factores que propician que en la ciudad nazarí sea visible un gran boina de contaminación. La orografía de la ciudad, situada en un valle rodeado de montañas, complica la situación.
La contaminación del aire en Granada tiene su origen en varios factores. "Por una parte, el color negro refleja la quema de biomasa y del tráfico, sobre todo de los vehículos diésel. Y después tenemos la suspensión de partículas que quedan suspendidas en el asfalto por el paso de los vehículos, así como las que se levantan tras el movimiento de tierras que producen las obras que hay en la ciudad. También encontramos partículas de origen natural, como los gases que hay en la atmósfera, que producen reacciones y forman partículas", explica.
Además de su composición química, el tamaño de las partículas importa. "Sin son más grandes se quedan en la nariz, y sin son más pequeñas, pueden incluso entrar en la sangre y llegar al cerebro", detalla Casquero-Vera. "Las partículas que proceden de la emisión de los vehículos son más pequeñas y aparecen más en invierno, mientras que las que son de origen natural como el polvo sahariano, típico en verano, son partículas más gruesas", añade el experto.
La capa negra que aparece en el filtro está formada por partículas en suspensión finas PM-1, por debajo de un micrómetro de diámetro (µm), la unidad de longitud equivalente a una milésima parte de un milímetro. Y, cuanto más pequeñas, más posibilidades de penetrar el organismo y acceder a las partes más dañinas, algo poco positivo para la salud de los ciudadanos cuando su composición química es nociva.
Las PM en el aire que nos rodea suponen una gran amenaza para nuestra salud. Nuestros organismos cuentan con defensas para protegernos de las partículas superiores a PM10, pero, cuando se trata de partículas más pequeñas, la función de proteger nuestra salud se debilita. El NO2 junto con el ozono y el material particulado son los principales contaminantes y son responsables de 4.280 muertes prematuras al año en España.
2017, EL PEOR DATO DE LA DÉCADA
Esta tabla muestra la evolución de los niveles de dióxido de carbono en Granada desde 2010. Como se puede observar, Granada excede el límite legal anual para el NO2 de 40 µg/m3, en vigor desde el año 2010, y que 2017 arroja los peores resultados en este últimos años, a la espera de los datos definitivos de 2018. "La variabilidad depende mucho de la metereología. Si hay un invierno con más anticiclones, lo normal es que los niveles sean algo más altos", explica Casquero-Vera.
La calidad del aire en España empeoró en 2017 respecto a los niveles de 2016 y aumentó el número de zonas y poblaciones donde se superaron los niveles límite de dióxido de nitrógeno (NO2) y las partículas en suspensión (PM10) aumentaron, según concluye el informe del Ministerio para la Transición Ecológica que el Gobierno remitió a la Comisión Europea. En ese informe, Granada figura entre las ciudades españolas con peores registros, a la altura de Madrid, Barcelona o Bilbao.
La gráfica muestra los resultados que han captado tres estaciones de medición de la Junta de Andalucía. La que se encuentra en la zona Norte de Granada está ubicada cerca de una zona de mucho tráfico, la del Palacio de Congresos es una estación urbana, algo más alejada del tráfico rodado pero en mitad de la urbe, y la de la Ciudad Deportiva de Armilla, que pretende recoger muestras de una zona algo más aislada de la rutina urbana.
Los investigadores estiman que las ciudades de Barcelona, Madrid y Granada deberían reducir en un 78%, 56% y 16%, respectivamente, las emisiones totales de óxidos de nitrógeno (NOx).
En este sentido, Casquero-Vera opina que las medidas que se tienen que llevar a cabo para reducir las emisiones -la ciudad aprobó el plan de calidad del aire en 2017 aunque aún no se han puesto en marcha la mayoría de medidas que contempla- no solo se deberían implantar en la capital, sino que el área metropolitana también tendría que bajar sus emisiones, y para eso tiene que reducir el tráfico en general, "tanto el urbano como el interurbano". "En cuanto al NO2 lo que está claro que la reducción se tiene que hacer al tráfico", apostilla.
Comentarios
Un comentario en “Un filtro, negro como el hollín, muestra la calidad del aire en Granada en 24 horas”
Elladesiempre
10 de enero de 2019 at 12:12
Me encantada que cada conductor tenga que asegurarse que su coche no contamina (con su pegatina A, B, o C a 5€), pero todos podemos quemar lo que sea para nuestra "calefacción" y así contamina el aire para todos. ¿No es hora de obligar a la madera de llevarse pegatinas A ,B or C también?