Un Granada sin alma enfila la senda de Segunda División (0-2)
Los Cármenes vieron como su equipo fue totalmente incapaz de jugar al fútbol ante un Málaga dominador que fue amo y señor, a pesar de un resultado tan corto en comparación con las oportunidades visitantes
Tony Adams continuaba la senda de Lucas Alcaraz y volvió a sacar una once distinto al de otras ocasiones. El inglés premió el buen papel de Hongla en el pasado partido y lo puso de inicio, al igual que Héctor, con lo que dejaba la línea defensiva desprovista de los cuatro centrales habituales. En la media, sin Pereira, apostó por su trivote Krhin-Uche-Wakaso, flanqueados por Carcela y Cuenca, el mejor jugador de campo ante el Sevilla. En la delantera pudo recuperar el colombiano Ramos.
Los primeros cinco minutos de la contienda fueron de tanteo, parecía que el choque iba a estar contenido, igualado y disputado en la media, pero nada más lejos de la realidad. El Málaga pronto tomó las riendas del encuentro y fue quien propuso el fútbol y el ataque. El conocido Recio y un Camacho omnipresente se adueñaron del centro del campo, mientras que otro exrojiblanco, Juankar, fue un puñal por la izquierda.
La defensa nazarí volvió a mostrarse blandita, algo que aprovecharon los malaguistas, hoy de amarillo. Juankar robó a Foulquier y dejó para Sandro, quien, a su vez, filtró para el remate forzado de Koke, solo ante Ochoa, a saque de portería. El mexicano tuvo que emplearse en un disparo de Camacho, desde la frontal, después de otra jugada iniciada en las botas de Juakar.
El Granada no tenía la pelota, no creaba, no generaba y no se acercaba hasta las inmediaciones del área de Kemeni ni siquiera a la contra. Los rojiblancos estuvieron totalmente superados por un Málaga muy ordenado y con las ideas muy claras: buscar el gol, que se resistía, pero no por falta de ocasiones. Recio desde la frontal, tras recoger el rechace de un saque de esquina, quiso colocar a la escuadra derecha de Ochoa, picadito, pero estuvo atento el mexicano y evitó el primero de nuevo.
Llegada casi la primera media hora del choque, el Granada intentó tener la pelota, pero sus combinaciones se producían bastante lejos de la puerta de Kameni y bastante controladas por la media y la zaga costasoleña. Y es que el trivote Krhin-Uche-Wakaso apenas tenía empuje creador, mientras que los hombres talentosos como Carcela, Cuenca o Ramos no llegaban a tener la pelota. La ausencia de Pereira bajaba aún más el nivel de un equipo que ha pasado toda la temporada en un constante juego sin alma y quiero y no puedo, conceptos estos que resumen perfectamente el fútbol que puso en práctica el Granada en la primera mitad.
Al filo del descanso, el Málaga tuvo su ocasión más clara. Juankar disputó un mano a mano ante Ochoa, después de recibir un balón largo de Recio desde el centro del campo, a la espalda de los centrales del Granada, pero el madrileño erró el remate con pierna derecha tras el intento de regatear a Ochoa.
Nada más reanudarse el partido, el Málaga materializó todo el buen juego que venía realizando durante la primera mitad, no sin la ayuda de la defensa nazarí. Los de Michel seguían asediando el área de Ochoa y, en una segunda provocada por un mal despeje de Ingason que le cayó a Koke, llegó el primero. Sandro recibió en la frontal, desde conectó un potente derechazo colocado al palo izquierdo del arquero mexicano del Granada, que nada pudo hacer (0-1).
Con este resultado, lo mejor se vio en la grada, cuando la afición malagueña se arrancó con un cántico de “¡Granada es de Primera!”, que sacó el aplauso generalizado de la afición de Los Cármenes, unas palmas que sonaban a tristeza y añoranza de ver a un equipo que al menos se dejara todo en el campo. Y es que el primer disparo entre los tres palos no llegó hasta el minuto 64, cuando Krhin acabó con un derechazo cruzado desde la frontal una jugada a trompicones que se inició con un robo de Cuenca en la izquierda y que continúo un Carcela muy fallón.
Adams realizó varias sustituciones que cambiaron la fisonomía del equipo y que dieron un poco más de refresco al ataque. Salvo la obligada entra de Gastón por Héctor, debido a una lesión del pucelano, el míster inglés puso a Aly Malle por Wakaso, que no tuvo el día, y a Ponce por Cuenca. Los nazaríes ganaron presencia en la línea de tres cuartos, pero sin consecuencias.
El peligro lo ponía realmente el Málaga, que asustó de nuevo con un disparo de Sandro al palo tras recibir un pase filtrado de Recio entre los centrales. Los malagueños nuevamente sacaron los colores a la zaga local y en el descuento sentenciaron. Sandro, con un disparo escorado desde la derecha, cruzó por arriba ante un Ochoa que solo pudo ver una ejecución fantástica, tras una jugada que no solventó bien en el despeje de nuevo la zaga nazarí.
Poco más que añadir a un encuentro que estuvo marcado desde el inicio por la aparente falta de intención de los jugadores del Granada. Esta manera de jugar, con poco fútbol pero con menos carácter, está terminando de condenar a un conjunto nazarí que parece estar ya resignado al descenso. La afición del Granada despidió al equipo entre pitos y gritos de "¡Jugadores mercenarios!"
FICHA TÉCNICA
Granada CF: Ochoa, Foulquier, Hongla, Ingason, Héctor (Gastón Silva, min. 46); Krhin, Uche, Wakaso (Aly Mallé, min. 54), Carcela, Cuenca (Ponce, min. 76); Ramos
Málaga CF: Kameni; Luis Muñoz, Llorente, Luis H., Ricca; Camacho, Recio (Ontiveros, min. 86), Fornals, Juankar (Demichelis, min. 74), Keko (Duda, min. 67); Sandro
Goles: 0-1: Sandro, min. 47; 0-2: Sandro, min 92
Árbitro: Juan Carlos Clos Gómez (colegio aragonés). Amonestó a Ingason (min. 10), Carcela (min. 27), Ramos (min. 48), Hongla (min. 73), por parte de los locales.
Incidencias: encuentro perteneciente a la jornada 34 de la Liga Santander entre el Granada CF y el Málaga CF, disputado en el Estadio Municipal Nuevo Los Cármenes