Un grupo islamista reivindica el atentado contra una comisaría en Egipto
El grupo islamista con sede en el Sinaí Ansar Bayt al Maqdis ha reivindicado este miércoles el atentado contra un complejo policial en la ciudad de Mansura, en el delta del Nilo, que dejó 16 muertos y unos 140 heridos.
El Gobierno interino, respaldado por el Ejército, prometió el martes combatir al "terrorismo negro", asegurando que el atentado contra la Dirección de Seguridad en Mansura no afectará a la transición política en marcha, cuya próxima etapa es el referéndum en enero sobre la nueva Constitución.
Según Ansar Bayt al Maqdis, los gobernantes de Egipto están combatiendo la legitimidad islámica y han derramado la sangre de los oprimidos musulmanes. En su mensaje, han definido el edificio atacado como "el nido de la apostasía y la tiranía".
"Seguiremos, si Dios quiere, combatiéndolos", ha prometido en un comunicado colgado en una web islamista. Ansar Bayt al Maqdis, cuyo nombre significa 'Partidarios de Jerusalén', reivindicó la autoría del atentado fallico contra el ministro del Interior en El Cairo el pasado mes de septiembre.
Los ataques islamistas contra las fuerzas de seguridad en el Sinaí se han hecho frecuentes desde que el Ejército derrocó el pasado mes de julio al presidente Mohamed Mursi, de los Hermanos Musulmanes.
16 MUERTOS
De acuerdo con el último balance ofrecido este miércoles por el diario oficial 'Al Ahram', 16 personas, catorce de ellas policías y dos civiles, fallecieron en el atentado, el peor registrado en el país desde la caída de Mursi.
Según el Ministerio del Interior, los primeros elementos de la investigación apuntan a que el atentado fue obra de un suicida a bordo de un coche bomba.
El Gobierno egipcio no dudó ayer en responsabilizar a los Hermanos Musulmanes del atentado, si bien el grupo islamista aseguró no tener nada que ver con lo sucedido. "Los Hermanos Musulmanes consideran este acto un ataque directo contra la unidad del pueblo egipcio y reclaman una investigación para que los autores de este crimen sean llevados ante la justicia", afirmó en un comunicado.
Por su parte, el primer ministro interino, Hazem El Beblawim, prometió que los responsables del atentado serán detenidos. "El estado hará todo lo posible para perseguir a los criminales que ejecutaron, planearon y apoyaron este ataque", aseguró.
"Este es un acto de terrorismo que busca asustar al pueblo y obstruir la hoja de ruta. Las manos negras detrás de este acto quieren destruir el futuro de nuestro país", denunció en declaraciones a la cadena ONTV.