Un inmigrante suma 25 horas encaramado a la valla de Ceuta, de la que se niega a bajar para no ser devuelto a Marruecos

Trepó junto a otros tres inmigrantes este jueves alrededor de las 9.00 horas y en un punto intermedio de sus 8,2 kilómetros de longitud

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El vallado de Ceuta | Foto: Archivo GD
E.P.
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Una persona de origen subsahariano suma ya 25 horas encaramado al vallado fronterizo de seis metros de altura de Ceuta, al que trepó junto a otros tres inmigrantes este jueves alrededor de las 9.00 horas en un punto intermedio de sus 8,2 kilómetros de longitud. Se niega a bajar al suelo para no ser entregado a las autoridades marroquíes, el "protocolo" que ha aplicado la Guardia Civil con los dos que, durante la madrugada de este viernes, desistieron de su intento de salto.

Fuentes de la Comandancia local de la Benemérita han explicado a Europa Press que el primero de los cuatro inmigrantes que se subieron a la valla exterior del doble vallado descendió a medianoche a territorio marroquí directamente. Otros dos lo hicieron a la zona ubicada entre las dos vallas del perímetro alrededor de las 3.00 horas.

Los efectivos desplegados en la zona por el Instituto Armado aplicaron entonces el protocolo establecido en la Ley de Extranjería y, al entender que los inmigrantes presentaban un buen estado de salud, fueron devueltos al Reino alauita.

Las fuentes de la Benemérita consultadas han asegurado desconocer cuál era su nacionalidad o su situación personal particular, aunque han subrayado que durante las últimas 25 horas se ha movilizado tanto al Equipo de Respuesta Inmediata ante Emergencias (ERIE) de Inmigración como a los Bomberos de la Ciudad Autónoma para asistir o ayudar a bajar de la valla a los migrantes.

La activista Helena Maleno, del colectivo 'Ca-minando fronteras', ha atribuido al "pánico" de los indocumentados a ser "devueltos en caliente" a Marruecos su negativa a bajar al suelo "poniendo en grave peligro su integridad física".

Maleno ha tildado de "gravísimo" que "las continuas violaciones de los Derechos Humanos" en las fronteras de Ceuta y Melilla "hayan convertido a las Fuerzas de Seguridad españolas a ojos de los migrantes en agentes que no están ahí para velar por sus seguridad sino para vulnerar sus derechos".