Un joven tetrapléjico de Motril publica su segundo libro, escrito con un puntero atado a la frente

Luis Bustamante quiere poner en marcha una asociación para ayudar a las personas que pasan o han pasado por su situación

joven tetraplejico Motril
E.P.
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Luis Enrique Bustamante, nacido en Perú, había pasado parte de su infancia en Italia para finalmente llegar a España. Tenía 22 años, trabajaba como monitor de ajedrez y estaba estudiando Económicas en la Universidad de Granada cuando empezó a sentir dolores articulares.

En sus varias visitas a urgencias jamás imaginó lo que le deparaba la vida. Una encefalitis vírica lo postró en una cama, en coma, para despertar tres meses más tarde con un 98 por ciento de discapacidad. A día de hoy, diez años después, acaba de publicar su segundo libro y está a un paso de poner en marcha una asociación para "dar la ayuda que yo no tuve a las personas que están pasando por lo que yo viví".

Así lo ha contado el propio Luis Enrique Bustamante a Europa Press, siempre respaldado por su hermano gemelo Arturo y bajo la atenta mirada de sus padres José Luis y Rosa, una madre orgullosa de los logros de su hijo pero que asegura que lo vivido le "taladró el alma". Ahora reside en Motril (Granada) donde lleva la vida de cualquier joven de poco más de 30 años. Le gusta ir al cine, pasear por la playa pero, sobre todo, hacer chistes y bromear con los recuerdos de la infancia que guarda de su gemelo.

La historia de este escritor es la de un muchacho inquieto al que "se le paralizó el cuerpo pero no la mente", como dice su hermano Arturo narrando todo los proyectos que a lo largo de una década ha desarrollado. A los siete años de sufrir la parálisis escribió su primer libro 'Hablando con un ángel'; lo hizo con el dedo meñique, tecla a tecla, compaginando su labor con la rehabilitación necesaria para darle la movilidad para alcanzar el teclado.

Ahora presenta su segunda obra, 'Buscando la felicidad', esta vez escrita con un puntero atado a su frente con el que presiona las letras. Todo esto se suma, además, a una serie de pequeños cuentos que no han visto la luz.

Además de su trabajo literario, y de finalmente haber logrado acabar su carrera universitaria, Luis Bustamante está a punto de poner en marcha una asociación con la que busca ayudar a las personas que están pasando o han pasado por la misma situación que él así como a sus familiares.

"Un hecho así trastoca las vidas de todos los miembros de una familia tanto económica, emocional como socialmente. Y nadie te da respuestas; los médicos saben lo que ocurre en el cuerpo pero no saben cómo explicarlo y en la sociedad no hay un respaldo integral", ha argumentado el hermano gemelo, quien ha explicado que la creación de esta asociación no es un proyecto a largo plazo sino que ya tienen la mayoría de los trámites realizados a la espera de registrarla oficialmente. Por el momento, tiene un canal en Youtube, 'La oficina de Henry', a través del cual da charlas motivadoras.

No poder articular palabra no ha impedido tampoco a Luis Enrique comunicarse con su entorno. Junto con otro de sus hermanos, informático de profesión, han elaborado un programa que le permite mantener conversaciones a través de frases hechas que, previamente, él ha redactado y registrado en una 'tablet'.

Con el mismo puntero con el que ha escrito el libro es con el que presiona la pantalla. Este sistema ha ido avanzando, desde uno más primario a través del abecedario e, incluso, cuenta con un pulsador parecido al que utilizaba Stephen Hawking, a quien siempre nombra como referente, aunque "aún no le ha cogido la práctica".

Pequeños inventos para hacer su vida más cómoda pero, sobre todo, más "independiente", como un vaso para poder beber agua sin que nadie le sujete el recipiente, se suman a los logros de un joven que, lejos de verse limitado, se ve como capacidades distintas a las que tenía antes.