Un Lunes Santo lleno de estrenos

El buen tiempo ha vuelto ser protagonista en esta jornada donde las cinco hermandades han realizado Estación de Penitencia hacia la Santa Iglesia Catedral, provenientes de todos los rincones de la ciudad: Zaidín, Albaicín, Realejo y centro, donde muchas de ellas han presentado bastantes novedades en sus desfiles procesionales.

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La primera en poner su Cruz de Guía en las puertas de su Templo, fue la cofradía del Cristo del Trabajo y Nuestra Señora de la Luz. Como es habitual, mucha expectación en las inmediaciones de la calle Polinario para ver a esta hermandad que inaugura la Semana Santa en el Zaidín, después de que se realizase la tradicional llamada a la puerta de la Iglesia del Corpus Christi. En esta ocasión, la Verónica del paso de misterio, portaba un sudario con el rostro del Cristo del Consuelo. Con este gesto, la hermandad recordaba el setenta y cinco aniversario de la fundación de la cofradía de los Gitanos.

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Desde el Bajo Albaicín, salía a las seis de la tarde, la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, con sede en la iglesia de San Pedro y San Pablo. La primera chicotá tuvo lugar en el interior con la “Salve”, interpretada por la banda propia de la corporación y cantada por todos los costaleros. Antes de atravesar el dintel de ingreso de la iglesia, hacía una reverencia al Señor de la Sentencia. Después de una salida dificultosa, la dolorosa de López Azaustre ya se encontraba en el atrio para adentrarse en las calles de Granada.

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A la misma hora, también comenzaba su Estación de Penitencia la Cofradía del Rescate, donde el señor de Granada antes de traspasar la iglesia de la Magdalena, se acercaba a la capilla de la Virgen de la Cabeza, también sede de esta hermandad de gloria. Después de que el cortejo burdeos estuviese ya en las calles, su titular llegaba a la plaza con su propio nombre al son de la “Saeta”, como es habitual cada salida procesional. Este año, el Cristo del Rescate se ha presentado con túnica morada. Como anécdota, cabe decir que cuando ha vestido con esta en los últimos años, no ha podido realizar su salida debido a la lluvia, caso contrario a lo que ha ocurrido en esta jornada, donde el sol ha brillado.

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Más tarde, llegaba el turno del Realejo con la popular cofradía del Huerto, que tanto interés genera en este día. El cortejo azul y blanco precedía la salida del primer paso de misterio, que abandonaba el convento de las Comendadoras de Santiago, acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores del Gran Poder. Después le seguía María Santísima de la Amargura, que llevaba una corona de rosas de pitiminí, ya que en el mes de mayo será coronada canónicamente. La otra novedad que presentaba, era el techo y las caídas del palio, que han sido bordadas por las propias monjas del convento, que custodian los titulares de esta cofradía.

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La jornada se completaba con la cofradía de San Agustín, Sagrado Protector de la ciudad, que dejaba en silencio la noche del Lunes Santo con la talla del Cristo, atribuida a Jacopo Florentino “El Indaco”. Después, se ponía en la calle San Antón, el último paso de palio de la jornada, Nuestra Señora de la Consolación acompañada por San Juan de Evangelista y María Magdalena. Solo la música de capilla rompía el silencio del cortejo de esta corporación en su recorrido hacia la Catedral y en el regreso al convento del Ángel Custodio.