Un Miércoles Santo de contrastes (vídeos)

El inicio de esta jornada tuvo lugar en la Gran Vía, donde la cofradía de los Gitanos puso su Cruz de Guía en las puertas de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús a las 16:45 horas de la tarde. Como ocurre cada año, en las puertas del templo y en los alrededores, numerosos granadinos y visitantes esperaban el arranque del Miércoles Santo. Los allí presentes no querían perderse el momento en el que los costaleros sacan a sus titulares en la calle, y es tal la dificultad que presenta, que en el caso del paso de palio, los costaleros tienen que ponerse “cuerpo a tierra”. Francisco Rodríguez era el capataz del paso del Cristo del Consuelo y el de María del Sacromonte, Eduardo de la Torre. En esta salida procesional, la cofradía mostraba el nuevo paso, que fue estrenado el 19 de octubre del pasado año, con motivo del setenta y cinco aniversario de la fundación de esta hermandad. Es tal la devoción que despiertan el Cristo del Consuelo y María Santísima del Sacromonte, que fueron recibidos a las puertas de la iglesia, por una petalá. El momento más esperado de esta corporación fue su regreso a la Abadía del Sacromonte, donde se le dedicaron saetas, cantes y se le encendieron hogueras. La cofradía acababa su estación de penitencia a altas horas de la madrugada.

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La segunda cofradía que realizó Estación de Penitencia fue la Cofradía Universitaria desde la Iglesia de los Santos Justo y Pastor, con uno de los cortejos más extensos y con la representación de algunas hermandades. Antes de su salida, como ya es habitual, se hizo reverencia al Nazareno que se custodia en el Templo. El Cristo de la Meditación, conocido popularmente como “El sentaíllo”, con costaleras bajo sus trabajaderas, mandadas por Curro Carrasco, salía a la Plaza de Derecho sobre las 17:20 horas bajo los sones de una marcha dedicada a él, interpretada por la Agrupación Musical Dulce Nombre de Jesús. La tuna universitaria recibía como cada año al titular de esta cofradía e inmediatamente después se le dedicó una saeta, antes de emprender el recorrido hacia Carrera Oficial. Terminaba su estación de penitencia sobre las diez de la noche, siendo la primera en llegar a su sede en esta noche de Miércoles Santo.

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A las 19.20, la Iglesia Imperial de San Matías acogía el inicio del desfile procesional de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Paciencia y María Santísima de las Penas. Este año, se estrenaba las dalmáticas para los dos pasos y treinta hábitos nuevos para los nazarenos. A los sones de “La Saeta”, interpretada por la Agrupación Musical Virgen de la Estrella, el Cristo de Pablo de Rojas realizaba su primera chicotá en el interior del Templo e inmediatamente después, este titular ya estaba en las calles después de una de las salidas más dificultosas por la pendiente de la rampa. A continuación le siguió María Santísima de las Penas, y en este caso, los costaleros tuvieron que ponerse de rodillas e hicieron después una levantá a pulso. La Banda de Música de San Isidro de Armilla tocaba la marcha “Reina de la O” cuando esta titular mariana ya estaba en la calle San Matías. A las una de la madrugaba, la cofradía llegaba con sus titulares a su sede, poniendo fin a su estación de penitencia.

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De nuevo, fue protagonista el barrio del Realejo, con la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas y Nuestra Señora del Rosario, que efectuaba su salida desde la iglesia de Santo Domingo a las 19:25 horas. A esta plaza, se acercaron numerosos granadinos para presenciar a esta hermandad que desplegaba su blanco cortejo, para después presenciar la difícil maniobra que deben realizar los costaleros de ambos pasos para sacar a sus titulares a la calle. La Banda de las Tres Caídas acompañaba al paso de misterio, que entraba en Carrera Oficial a los sones de “Arrepentimiento”. Uno de los momentos más emotivos fue cuando a la virgen del Rosario le cantaron la “Salve”, nada más que atravesar la puerta de la iglesia. Como es habitual, una “bulla” interminable encabezaba a ambos pasos cuando regresaban a su barrio, donde centenares de personas despedían a esta cofradía un Miércoles Santo más.

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La última cofradía en realizar estación de penitencia fue la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Merced. Esta cofradía conocida como el “Silencio realejeño”, ya que su primer titular va completamente en silencio, se ponía en las calles a las 20:15 horas desde el Monasterio de las Carmelitas Descalzas. En cambio, la dolorosa era acompañada por la Banda de Música de los Ogíjares, que tocaba “Ovación a la Merced” justo después que los costaleros realizasen la complicada salida de los dos pasos. Ambos titulares fueron recibidos también con saetas al igual que en su regreso, donde había gran afluencia de personas. En esta ocasión, la banda estrenó “Vía Sacra”, de R. Walsh, cuando pasaban por Carrera Oficial y despedían a esta hermandad con “La Quinta Angustia” a las puertas de su sede.

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