Un nuevo método de laboratorio arroja luz sobre cómo las mutaciones genéticas causan Parkinson hereditario
Las mutaciones en el gen LRRK2 son la causa más común de la enfermedad de Parkinson genética
Científicos han desarrollado un nuevo método para medir la actividad de mutaciones responsables de enfermedad en el gen LRRK2, una causa importante de patología hereditaria de Parkinson. El equipo cree que este descubrimiento, que se publica en 'Biochemical Journal', podría ayudar a allanar el camino para el desarrollo futuro de una prueba clínica que podría facilitar la evaluación de fármacos para apuntar a esta forma de la patología.
"Es importante entender mejor cómo la interrupción en la biología de LRRK2 causa la enfermedad de Parkinson y si un fármaco que tenga como objetivo la enzima LRRK2 ofrecería un beneficio terapéutico", subraya el autor principal del estudio, el profesor Dario Alessi, de la Universidad de Dundee, en Reino Unido.
Las mutaciones en el gen LRRK2 son la causa más común de la enfermedad de Parkinson genética (cerca del 1 por ciento de los casos totales). La mutación causante de la patología más común en este gen aumenta tres veces la actividad de la proteína LRRK2 (enzima), lo que puede contribuir a los síntomas de la enfermedad en estos pacientes y sugiere que los fármacos que reducen la actividad de la proteína LRRK2 (inhibidores de LRRK2) pueden ayudar a tratar a los pacientes con esta forma de enfermedad hereditaria de Parkinson.
"Los tratamientos farmacológicos actuales sólo tratan los síntomas de la enfermedad, como los temblores, pero no afectan a la progresión del Parkinson. Una cuestión importante es si una terapia dirigida a LRRK2 podría tener potencial para ralentizar la progresión de la enfermedad, algo que ninguna otra terapia actual es capaz de hacer", comenta Alessi.
Cuando la proteína LRRK2 está activa, se evita que otra proteína celular llamada RAB10 de cumpla con su función en el cuerpo. Hay muchas proteínas de la familia Rab y varias de ellas han demostrado ser bajas en número o desactivados en diferentes formas de la enfermedad de Parkinson.
El nuevo método, que fue desarrollado utilizando un modelo de ratón, se estableció por una colaboración de investigadores de la Universidad de Dundee, la Fundación Michael J. Fox para la Investigación de Parkinson, GSK y la Universidad de Hong Kong.
Se analizó la cantidad de la proteína RAB10 que ha sido desactivada --un proceso en el que se añaden grupos fosfato a las moléculas de RAB10 por la proteína LRRK2-- como medida de la actividad de la proteína LRRK2 aumentada.
"La predicción es que la elevación de la actividad de LRRK2 conduce a la enfermedad de Parkinson y esto ahora es comprobable mediante nuestro ensayo --resalta Alessi--. La expectativa es que si un subgrupo de pacientes puede identificarse con la actividad de LRRK2 incrementada, estos individuos podrían beneficiarse más de los inhibidores de LRRK2".
UNA TÉCNICA QUE ANALIZA MUESTRAS DE GRAN TAMAÑO
Este nuevo ensayo experimental es sencillo, sólo requiere pequeñas cantidades de material de muestra y es adecuado para adaptarse para analizar muestras de gran tamaño, en contraste con la actual tecnología de espectrometría de masas que es más compleja y engorrosa y requiere muestras de mayor tamaño.
Aunque reconocen que se necesita más trabajo, los investigadores creen que este avance podría ayudar con los desarrollos futuros de fármacos para los pacientes con esta forma de la enfermedad de Parkinson. "Tengo la esperanza de que la nueva tecnología que se detalla en nuestro estudio funcionará en gran medida como ayuda en trabajos futuros para definir el papel que juega LRRK2 en la enfermedad de Parkinson", señala Alessi.
"También estoy particularmente entusiasmado con el potencial de la metodología que hemos elaborado, sobre todo si se puede explotar para evaluar la actividad de LRRK2 en pacientes con Parkinson y acelerar el desarrollo y la evaluación de los fármacos candidatos para LRRK2", añade este investigador.
Los próximos pasos para los investigadores son desarrollar más pruebas para detectar y medir mejor la desactivación de proteínas Rab y correlacionar la desactivación de RAB10 elevada con la enfermedad de Parkinson en muestras de pacientes humanos. Estos científicos creen que medir el nivel de desactivación de RAB10, por ejemplo, en muestras de sangre humana, podría permitir a los investigadores probar la eficacia de nuevos fármacos candidatos.