Un problema, un Dron
La habilidad y posibilidades que nos ofrecen los drones han hecho que estén presentes en multitud de ámbitos de nuestra vida
Las múltiples funciones y objetivos que nos permiten perseguir los vehículos no tripulados hacen que los drones muevan poco a poco al mundo. Han adquirido relevancia mediática en base a su uso lúdico como juguete radio-control, que desde hace unos años encabeza la lista de deseos de los amantes del vuelo a distancia. Pero la reciente inclusión en el mercado no debe eclipsar que su existencia viene dada desde muchos años atrás, y con intenciones bastante diferentes. De hecho, en la II Guerra Mundial se utilizaban como señuelo para los artilleros de los antiaéreos enemigos, y como buen método de práctica de tiro de las propias tropas. En la actualidad, hemos conocido la vertiente más siniestra en las Guerras de Iraq, Afganistán o Siria, donde los drones juegan un papel vital en la deriva de la victoria. Los principales ejércitos de todo el mundo poseen este tipo de aparatos que pueden bombardear bases enemigas sin poner en riesgo a ningún piloto, y su cariz de espionaje permite conocer los movimientos de otras tropas mediante pequeñas cámaras instaladas en su fuselaje. EEUU es pionero en el uso táctico de los drones, y ha llevado auténticas misiones de Guerra y anti-terrorismo con estos aviones como únicos protagonistas.
Afortunadamente, la versatilidad de un producto tan poderoso tiende a ponerse al servicio de la ciudadanía. Aparte del mencionado trato lúdico, los drones están cada vez más destinados a solventar las conexiones entre humanos y su relación con el entorno que le compete. Una de esas habilidades reside en el sector agrícola y topográfico: Ya es posible analizar las plantaciones para destacar los problemas de plagas que son indetectables desde el suelo, conseguir patrones de comportamiento de sus cultivos, desde problemas de riego a plagas o sequías así como el riego y fumigación a gran velocidad. Todas estas aplicaciones se pueden llevar a cabo gracias a los sistemas de Posicionamiento Global (GPS) y los sistemas de Información Geográfica (SIG) unidos a las imágenes de alta resolución, lo que permite la aplicación de los drones en la denominada Agricultura de Precisión.
Una posibilidad que se cuela en la futurible labor de la empresa Amazon sería la de repartir paquetería con los drones, un plan que la compañía anunció en julio del pasado año bajo el nombre de Prime Air y con el que espera poder entregar paquetes en menos de 30 minutos, incluso en áreas rurales o de difícil acceso. La accesibilidad y libre acceso a objetos y mensajería que permiten este uso ha hecho que los narcotraficantes vean el desarrollo de su oscura labor con una sólida vía de escape. La facilidad para traspasar fronteras de países, barreras, ríos y montañas ha persuadido a los narcos mexicanos, que desde hace unos años pasan droga a EEUU con este moderno sistema.
La aparición en el tejido empresarial de corporaciones cuya función principal requiere el uso de drones es también una realidad, hasta hace poco, irrealizable. Ya es posible encontrar empresas que trabajan ofreciendo el servicio de imagen y vídeo a sus clientes: puede desarrollar actividades de investigación y desarrollo, fotografía, filmaciones y levantamientos aéreos (levantamientos topográficos) Esto es aplicable en el mundo de la construcción: rehabilitación de edificios, seguimiento de obras; en el de la cartografía: control de fincas y explotaciones ganaderas y agrícolas, y elaborar planos aéreos para rodajes cinematográficos. De hecho, cada vez es más notorio el uso que se da en películas y vídeos musicales a planos obtenidos desde las alturas.
Es tan explícito que han adquirido tal presencia en nuestras vidas que hasta se ha desarrollado un sistema de competición de carreras de drones, donde cada piloto se forma y entrena (por ahora de manera autodidacta y sin metodologías oficiales). Un claro ejemplo es la World Done Prix Dubai, que en su primera edición en marzo de este año tuvo repercusión mundial. Con premios valorados en un millón de dólares y un recorrido de carrera que abarca el espacio aéreo urbano de Dubai, el espectáculo fue magistral en la carrera más importante y famosa del circuito mundial, e incluso participó un granadino, el joven piloto Andrés Aguilera. Este evento clarifica que se apuesta fuerte por el uso de drones a nivel de competición, y da un plus a la idea de que los drones cada vez son más indispensables en nuestras vidas.