Un profesor de la UGR motiva a sus alumnos de Enfermería utilizando una ‘habitación de escapismo’
Se trata de un proyecto de gamificación en la docencia en el que los estudiantes, que están encerrados en una sala, tienen que resolver una serie de pruebas para poder escapar de ella, aplicando los conocimientos aprendidos en clase
Entre las pruebas se encuentran realizar una reanimación cardiopulmonar, hacer una cesárea a un muñeco, extraer sangre del brazo de un maniquí o colocarle unos electrodos como si fueran a realizarle un electrocardiograma
Un profesor de Enfermería de la Universidad de Granada (UGR) ha puesto en marcha un original proyecto de gamificación en la docencia, en el que se aplican técnicas de juegos a la enseñanza, en este caso, en la asignatura Enfermería del Adulto 1.
Gracias a esta materia, un centenar de alumnos del Grado de Enfermería se han enfrentado en las últimas semanas al juego de las habitaciones de escapismo o "escape room", una sala en la que tienen que resolver una serie de pruebas para poder escapar de ella, resolviendo puzzles, conectando pistas o abriendo candados con claves, todo ello utilizando los conocimientos aprendidos en clase.
Como explica el autor de esta original iniciativa, Jose Luis Gómez Urquiza, profesor de Enfermería de la UGR en el campus de Ceuta, “las habitaciones de escapismo consisten en que un grupo de entre 2 y 5 personas entran en una habitación en la que se les encierra, y tienen que conseguir escapar de ella en un tiempo determinado (en este caso, 30 minutos)”.
Así, los alumnos de esta asignatura entran en la llamada “Consulta del doctor Urquiza”, situada en la propia facultad, en la que los alumnos necesitan, además de aplicar la lógica, resolver acertijos, encontrar objetos etc., controlar los conocimientos relacionados con la asignatura para poder ir avanzando en la prueba y conseguir la llave de salida.
Algunas de las pruebas que los estudiantes de la UGR tienen que superar para escapar de esta habitación son realizar una reanimación cardiopulmonar, hacer una cesárea a un muñeco (encontrando antes la bata quirúrgica y guantes estériles), extraer sangre del brazo de un maniquí o colocar unos electrodos a un maniquí como si fueran a realizar un electrocardiograma para obtener una clave.
La iniciativa está teniendo un enorme éxito entre los alumnos de la facultad, que obtienen como recompensa tres preguntas del examen si logran salir de la consulta del doctor Urquiza. Y es que, como explica el autor de esta actividad, “todo son ventajas, ya que gracias a las habitación de escapismo hemos conseguido motivar a los alumnos, que se involucren mucho más en la asignatura y, de paso, se diviertan mientras estudian”.