Un proyecto recomienda usar la videollamada como apoyo psicológico a las embarazadas que sufren violencia de género

La campaña, en la que participa la UGR, se llama STOP y utiliza herramientas de salud digital

Campaña STOP
Las representantes de la iniciativa, durante la presentación de STOP | Foto: UGR
Gabinete
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Se acerca el día contra la violencia de género y con él se dan a conocer muchos proyectos que ayudan a la población que sufre este problema. Uno de ellos es STOP (Stop Intimate Partner Violence in Pregnancy), que recomienda a las embarazadas que padecen este tipo de violencia el uso de la videollamada como recurso para dar apoyo psicológico. Además, permite detectar y empoderar a mujeres embarazadas víctimas de violencia de género, gracias al uso de herramientas de salud digital. Esta campaña ha sido presentada este jueves en el Carmen de la Victoria de la UGR, institución que apoya el proyecto.

Mediante soluciones digitales, el proyecto ha realizado un proceso de detección de violencia de género con 2.055 mujeres embarazadas, todas ellas en sus primeras citas con matronas en centros de salud de Atención Primaria de Granada, Málaga, Jaén y Almería. A aquellas mujeres que podían ser víctimas de violencia de género (350, 17% del total) se les han ofrecido seis sesiones de video-asesoramiento psicológico, junto con la posibilidad de utilizar una aplicación de móvil que incrementa su seguridad y protección frente a la violencia.

Esta intervención ha sido creada de forma colaborativa entre psicólogas, matronas y mujeres que habían sido víctimas de violencia de género. Los controles de embarazo en las consultas de las matronas en atención primaria se han demostrado adecuados para poder detectar la violencia de género. Se trata de consultas por las que deben pasar todas las mujeres embarazadas, lo que permite el acceso a un número muy elevado de potenciales víctimas con relaciones de pareja.

Los resultados del proyecto exponen que “el uso de videollamadas como ayuda psicológica a mujeres en situación de violencia ha sido un recurso útil y valorado positivamente por las mujeres. Resulta económico, ya que puede realizarse desde un smartphone, dispositivo que ya es de uso generalizado. Garantiza la seguridad de las mujeres, al permitir fijar las sesiones en lugares y momentos elegidos por ellas. Evita desplazamientos, lo que hace más compatible la atención psicológica con otras actividades de las mujeres (trabajo, conciliación familiar…) y permite el acceso a este recurso en igualdad de condiciones, con independencia del lugar de residencia (rural o urbano)”, argumentan las conclusiones de la iniciativa.

En la presentación han intervenido varios representantes de la UGR y de su departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física y del de Psicología Experimental. También estaba representado el Hospital Universitario de Odense (Dinamarca), institución colaboradora en el proyecto.