¿Un tranvía llamado deseo?
La obra cumbre del autor americano Tenneneesse Williams se asemeja todo al propio deseo de los granadinos de que nos llegue aunque fuese un raíl de ese tranvía desde Antequera (por cercanía) a la ciudad más bonita de España, Granada (Garnata mia), junto con Almería, la más perdida e incomunicada del resto del país.
Ganadora de un premio Pulitzer, esta espera y desesperación nuestra, rozando después de tantos años ya casi la tomadura de pelo, también tendría que ser merecedora de premio en la categoría drama, porque hasta ayer esto nos suponía un drama existencial a los granadinos y, sobre todo, a los que casi diariamente viajamos y nos encarece y nos distancia de
calores familiares, apegos e, incluso,prosperidad.
Bueno, pues ayer este drama empezó a ser un melodrama con final de comedia y alegría (aún no cantemos victoria), pero fíjense con qué poco también nos vamos conformando, que con que ya el entusiasmo haya echado a andar ya uno como que hasta de la ilusión escribe una columna. Le mandan por Whatsapp 200 chistes o da ese voto de confianza al político de turno que suponemos lo que lo habrá peleado o luchado seguramente más de lo que nos imaginamos.
Muchas noches le habrá quitado el sueño a nuestro alcalde. Don Paco Cuenca le quedará para la historia esa bonita más que anécdota de que cuando él fue alcalde de su Granada, nuestra Graná , el fue quien inauguró y cerró ese gran gran avance para llegar hasta la octava maravilla del mundo como es la Alhambra y poner en dos horas, y 'na y menos', la puerta de Alcalá de frente. Y si por lo que sea, no eres tú ese alcalde que inaugura, que Dios quiera que lo seas, Paco, todos sabremos que en gran parte, fue gracias a ti.
La cuestión es que cuando las cosas ya se solucionan, no nos acordamos de tanta fatiga y de lo que nos ha complicado las cosas en desfavor con el resto de españoles y andaluces. Pero, bueno, "águilas al río", como dice mi papá Florentino, cuando viendo la solución no quiere más penas ni cargas. Pues parece queridos paisanos que por fin ya tendremos, como decía Tenessee, ese tranvía nuestro llamado deseo.
Y ahora serán preguntas ya más entrometidas como... ¿Quién será digno de ese primer viaje?, ¿cómo será la celebración del mismo? ¿serán los precios del gusto de los paisanos? ¿Veis? No hemos empezado y ya estamos con las cuestiones malafollas y de los nervios de la alegría como aquella que nunca tuvo bragas y a la pobretica le hacían llagas...
Pues a que siempre, gracias a Dios, tuvimos una ciudad ejemplar, maravillosa y única en el mundo por sus contrastes y diversidad, mucho han tardado en dárnoslo, pero ahí ya no se entra, ahora se celebra. Se brinda y que se esperen más de uno, que si con dificultades de comunicación los granadinos hemos destacado con singularidad, ahora además podremos después de trabajar venir a descansar a nuestra vega, a nuestra sierra, a nuestra playa, a nuestro Sacromonte o a La Chana, que más raza no puede tener. ¡Qué alegría más grande chiquillo!
Si Tennessee levantara la cabeza estaría debatiendo con Lorca que qué fue antes, si el huevo o la gallina. Desde ya me apunto en la lista de ese primer viaje y felicito públicamente a nuestro alcalde y amigo Paco Cuenca, porque para él se queda lo que estará pasando, pero ya está aquí, la Alta Velocidad en un tranvía llamado deseo.