Una árbitro de fútbol de 18 años denuncia una agresión en un partido de juveniles en la capital
Desde el Sindicato de Árbitros han añadido que la denunciante sufrió "un ataque de ansiedad" y "el presidente del club local se mofó" de ella
Una joven de 18 años ha denunciado ante la Policía Nacional haber sido víctima de una agresión y de amenazas cuando arbitraba un partido de Tercera Andaluza de juveniles en Granada capital, por parte de una mujer que presenciaba el encuentro.
Fuentes de la Policía Nacional han confirmado a Europa Press este domingo la interposición de dicha denuncia, este sábado en la capital granadina, a raíz de unos hechos que ha criticado el Sindicato de Árbitros, quien en un comunicado ha explicado que el suceso se produjo en el partido de Tercera Andaluza Juvenil que enfrentaba al C.D. Barrio de la Cruz y el C.D. Cijuela 2008, en un estadio ubicado en el barrio Cerrillo de Maracena.
Según han indicado las fuentes policiales, la joven ha denunciado haber sido víctima de insultos, amenazas y una agresión por parte de la madre de un jugador, a la que ahora se la debería identificar, localizar y citarla a un juicio rápido por un presunto delito leve de lesiones y amenazas, puesto que las heridas sufridas no revisten gravedad, según han explicado, si bien la joven necesitó asistencia sanitaria y acompañó su denuncia de un parte de lesiones.
Por su parte, desde el Sindicato de Árbitros han añadido que la denunciante sufrió "un ataque de ansiedad" y "el presidente del club local se mofó" de ella "con comentarios machistas y sexistas absolutamente denigrantes para la mujer". Además, explican que la joven sufrió "cervicalgia, dorsalgia, policontusiones y magulladuras en el cuello", y "deberá llevar collarín cervical durante tres días, además de tomar un sinfín de medicamentos para paliar los dolores".
Al hilo de este suceso, el Sindicato de Árbitros ha expresado su "hartazgo" por "contar cada fin de semana este tipo de noticias con las continuas agresiones a compañeros, tanto físicas como verbales", y afirman estar "hartos de la violencia sexista contra nuestras compañeras".