Una crecida del río Genil 'reanimó' a la Granada de 1734
La necesidad de lluvia era tal que, según las crónicas de la época, se pararon los molinos y los animales estaban muertos de hambre y sed
Ocurrió el 15 de octubre de 1734, una tormenta llegó a Granada para 'reanimar' a los granadinos de aquella época. Según señala la sección 'Efemérides Granatenses' del diario 'Hoja del lunes' en su edición del 15 de octubre de 1956, las lluvias que tuvieron lugar hace más de 280 años fueron tales que "que parecía que se inundaba la ciudad".
Bajo el título de "aguaceros después de una gran sequía" las crónicas de la época narran cómo se dio fin a un periodo de escasez de lluvia que llevaron a extremar la situación de Granada y su provincia. "Después de una gran calamidad de grandes hambres y sequía, pues no llovió en todo el año, por lo cual se secaron los ríos hasta y hasta los animales perecían de sed y hambre", recogen las informaciones de 1734.
Sin embargo, la sequía tocó a su fin y el río Genil sufrió una crecida "prodigiosa". Según los medios aquel día, las aguas "traían muchos peces" y se puso fin al ciclo que provocó que hasta pararan los molinos. "Se notó que traía gran multitud de peces. Llovió tanto los días siguientes que pareció que se inundaba la ciudad", cierra la crónica de esta lluvia esperada.
Comentarios
Un comentario en “Una crecida del río Genil 'reanimó' a la Granada de 1734”
Pio
13 de marzo de 2018 at 21:01
Era el cambio climático de hace 300 años