Una jornada de Corpus para la historia de la inclusión
Asociaciones de autismo y Asperger disfrutaron durante tres horas de una feria sin ruido en sus atracciones
La nueva portada del Corpus se llenó sobre las 19:00 horas de nerviosismo, de incertidumbre por lo nuevo. Padres e hijos mostraron su inquietud por disfrutar de una jornada histórica en el ferial. Un día en el que personas con autismo o síndrome de Asperger han acudido a una fiesta sin ruido.
La celebración granadina experimentó un lunes en la que la zona de columpios se quedó sin música y alboroto durante tres horas. Una característica que hace que los que tienen TEA (Trastorno del Espectro Autista) y sus familias puedan divertirse en la feria con menos interferencias en su entorno.
“Sin sonido, ellos pueden participar en algo que era impensable hace unos años. A ver si podemos hacerlo todos los años sin pedirlo”, ha comentado a GranadaDigital Pilar Pérez, presidenta de Autismo Granada, una agrupación que lucha por la indiferencia a estas personas desde 1979 y que ha promovido esta iniciativa que es pionera en Granada y ejemplo a seguir en otros municipios donde se celebran actividades de este tipo. Una acción a la que no han dudado en sumarse otros colectivos como Asperger Granada o Mírame.
“Sin sonido, ellos pueden participar en
algo que era impensable hace unos años"
Tras los pertinentes saludos en la portada de la Puerta de las Granadas, han bordeado la zona de casetas, donde el flamenco se fusiona con el reguetón, para acceder a la zona de atracciones. Aquí, el único sonido que se ha escuchado ha sido el de las máquinas en funcionamiento y el de sus emociones en lo más alto.
“Los chicos están reaccionando de manera sorprendente, muy bien, y ahora vamos a ver si nos podemos montar en algo más”, comenta Pilar al lado de su hijo, que acaban de bajar del `Nuevo Dragón Elliot`, una mini montaña rusa que ha generado en ellos adrenalina y felicidad.
Una jornada que ha hecho historia en Granada en el mundo de la inclusión. Un lunes de Corpus que ha dado un claro ejemplo de que normalizar algo que vive con nosotros es posible con voluntad.