Una ruta turística profundiza en la huella nazarí que continúa vigente en el Valle de Lecrín
La Asociación de Empresarios de Turismo Rural de El Valle de Lecrín ha diseñado un recorrido bajo el nombre 'Ruta de Boabdil' que invita a conocer las excelencias de los 17 pueblos de la comarca y la importancia que este entorno tuvo para los nazaríes, una iniciativa que ha sido presentada este viernes en la Feria Internacional de Turismo (Fitur).
Después de tres siglos de reinado nazarí, su último rey, Boabdil, hijo de Muley Hacén, fue expulsado en 1492 de su reino por los Reyes Católicos tras las Capitulaciones de Santa Fe.
En su destierro hacia la Alpujarra, pasó por el Valle de Lecrín, haciendo parada en Mondújar, donde se cree que los reyes nazaríes tenían varias propiedades como un castillo propiedad de Muley Hacén. Cerca de él, en el antiguo cementerio de Mondújar, se cree que está el cementerio real nazarí.
Es precisamente esta huella nazrí la que la Asociación de Empresarios de Turismo Rural de El Valle de Lecrín, Granada Rural Sur, pretende revivir y difundir entre viajeros y visitantes a través de 'La Ruta de Boabdil', un recorrido situado entre Granada capital, el Parque Natural de Sierra Nevada, Alpujarra y la costa tropical.
Su distancia es de 92 kilómetros y pasa por cada uno de los 17 pueblos de la comarca, pudiéndose realizar por etapas para visitar todos los enclaves.
Con esta ruta, el visitante podrá descubrir El Valle de Lecrín en todo su esplendor, tocando cada uno de los aspectos en los que están presentes los vestigios mozárabes. De un lado, la arquitectura de sus pueblos y su patrimonio árabe (Castillos de Lojuela y Zoraya), los puentes, atalayas, aljibes, almazaras y el sistema de regadío basado en bancales y acequias.
De otro lado sus cultivos, como la naranja, el limón, el olivo o la almendra. También se aprecia la huella musulmana en su fantástica gastronomía, que alberga platos como los tradicionales pucheros con varios tipos de legumbres y hortalizas, el remojón de naranja y sus dulces postres. En cuanto a la cultura, son muchas las aportaciones acumuladas en los cinco siglos que nos separan del final del reino nazarí.
Por todo esto, el recorrido permitirá al visitante deleitarse con la gastronomía local en los restaurantes de la zona, descansar en alojamientos rurales y disfrutar de agradables paseos todo el año, especialmente en primavera, mientras se aprecia el bello paisaje de Sierra Nevada.
Además, el Valle de Lecrín es un lugar idóneo para estudiar la fauna y flora del entorno; realizar rutas guiadas a pie, a caballo o por el humedal; montar en bicicleta y practicar deportes de riesgo como puenting, barranquismo, paintball, tiro con arco; además de disfrutar de actividades más relajantes como el golf al pie de montaña o realizar visitas guiadas a bodegas, talleres de agricultura sostenible, de corte y cata de jamón, entre otras.