Europa acusa a Rusia de cometer un crimen de guerra al atacar la estación de tren de Kramatorsk

Los países de la OTAN ya han acelerado el suministro de armas a Ucrania ante la gran batalla que se avecina las próximas semanas en Donbás

Un soldado se despide de su esposa en Kramatorsk, Ucrania | Foto: Andriy Andriyenko / Zuma Press / ContactoPhoto / EuropaPress
GranadaDigital
0

La Unión Europea (UE) ha responsabilizado este sábado a Rusia del ataque con misiles que mató a medio centenar de personas en la estación de tren de la localidad ucraniana de Kramatorsk, un incidente que ha calificado como crimen de guerra.

"Fue un bombardeo brutal e indiscriminado de civiles inocentes, incluidos muchos niños, que huían por temor a otro ataque ruso contra sus hogares y su país", ha declarado un portavoz de la UE.

"Los responsables de este crimen de guerra deben rendir cuentas. No debe haber impunidad por los crímenes de guerra. La UE apoya medidas para garantizar la responsabilidad por las violaciones de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario", ha añadido el portavoz.

Estados Unidos también culpa a las fuerzas rusas por el ataque a la estación de tren. Según funcionarios ucranianos, más de 50 personas murieron y más de 100 resultaron heridas.

Las negativas oficiales de Rusia sobre el asunto son "poco convincentes", declaró este pasado viernes el portavoz del Pentágono, John Kirby.

Los países de la OTAN redoblan el suministro de armas

Los países de la OTAN ya han acelerado el suministro de armas a Ucrania ante la gran batalla que se avecina las próximas semanas en la región del Donbás, con el envío de tanques como gran objetivo para preparar a Kiev ante la nueva fase en la que entra la guerra.

Después de que el ministro de Exteriores, Dimitro Kuleba, pidiera ayuda militar en cuestión de días a los miembros de la OTAN, incluyendo equipamiento pesado como aviones y carros de combate, los aliados ya están incrementando el volumen de material que envían a Ucrania para responder a la invasión rusa.

República Checa abrió la veda con el envío de tanques soviéticos, del modelo T-72 esta misma semana, según publicaron medios locales. "Créanme, estamos enviando material militar esencial a los amigos ucranianos. Y lo seguiremos haciendo", afirmó la ministra de Defensa, Jana Cernochová, este martes sin dar más detalles.

Fuentes aliadas explican a Europa Press que "más y más países" están listos para dar este paso, una vez han encontrado la forma de enviar eficazmente suministros militares a Ucrania, y, en concreto, apuntan que Polonia será el siguiente aliado europeo que haga llegar tanques a Kiev.

En su caso, el Gobierno polaco ya intentó donar cazas de combate a las fuerzas aéreas ucranianas al inicio de la invasión, un plan que finalmente se truncó al hacerse público y surgir dudas sobre la logística del plan y la posible intervención en el conflicto. Ahora Varsovia podría retomar la idea y aprovisionar al menos de componentes aeronáuticos.

Entre los países europeos hay margen para apoyar a Kiev con armamento pesado y esto es una opción para muchos, han confirmado fuentes diplomáticas europeas. "Es una cuestión de voluntad política, no hay impedimentos legales", han resumido.

Solo en los últimos días, Estados Unidos ha anunciado 12.000 sistemas anticarro, 1.400 sistemas antiaéreos y "cientos" de drones con el objetivo de que las fuerzas ucranianas cuenten con diez sistemas antitanque por cada tanque ruso.

Mientras que Eslovaquia ha respondido a la petición de Kiev con el suministro de un sistema de defensa antiaérea S-300 a Ucrania, una ayuda que será clave para repeler los bombardeos aéreos rusos.

Por su parte, Reino Unido ha confirmado más de 100 millones en misiles antiaéreos y antitanque y municiones de precisión entre otros materiales, y su primer ministro, Boris Johnson, no ha descartado enviar vehículos blindados, al señalar que considera aportar "cualquier forma de arma defensiva que ayude a los ucranianos a protegerse".

Alemania, en el centro de todas las miradas por su reticencia a mandar armas en un primer momento, estudia un plan que implicaría el envío de 100 tanques al conflicto en Ucrania y que, no obstante, está pendiente de procedimientos internos y genera divisiones dentro de la coalición de gobierno.