Usos y beneficios de las camas articuladas
Las camas articuladas ayudan a las personas con falta de movilidad o a sus familiares
Cuando una persona pasa mucho tiempo en la cama o tiene dificultades para incorporarse es muy probable que necesite una cama articulada. Sus dificultades de movilidad pueden provocar una caída con consecuencias graves, y también problemas a sus cuidadores o familiares, que en ocasiones cargan con pesos excesivos sin ayuda. Este tipo de camas, por eso, son muy utilizadas por personas con problema de movilidad. Se trata de una cama que incorpora uno o varios motores eléctricos que permiten incorporar la parte anterior o posterior.
Normalmente, las camas articuladas se componen de un somier formado por varios paneles, que se pueden mover mediante un mando. Las camas articuladas funcionan conectadas a la corriente eléctrica. Gracias al movimiento, el paciente puede cambiar de posición sin esfuerzo. Hay que tener en cuenta que incorporar la espalda o levantar los pies facilitará el aseo, comer, levantar al paciente o mantenerse incorporado para realizar diferentes actividades.
Sin embargo, aunque las camas articuladas sean muy utilizadas por diferentes enfermos, personas mayores o con movilidad reducida, no es la única utilidad que tienen: muchas personas se hacen con una cama articulada porque incorporar el respaldo les permite realizar más cómodamente actividades como leer o ver la televisión. Son también una opción muy ventajosa para embarazadas.
Dado el amplio rango de funciones que pueden cubrir, y las particularidades de cada usuario, existen diferentes tipos de camas articuladas. En este artículo vamos a explicarte cuáles son, relacionando las ventajas de cada uno de ellos.
Camas articuladas superbajas
Este tipo de camas articuladas facilitan mover al usuario del colchón a la silla de ruedas. Constituye así una ayuda esencial para el cuidador, y minimizan el riesgo de caídas, facilitando la incorporación. Pueden llegar incluso a levantarse únicamente 20 centímetros del suelo.
Camas articuladas con carro elevador
Este tipo de camas articuladas permiten no solo incorporar el respaldo o los pies de la cama, sino variar la altura del somier. Esto facilita enormemente el trabajo de los cuidadores, ya que tareas habituales como dar de comer, cambiar un pañal o el aseo pueden realizarse con un menor esfuerzo.
Camas articuladas giratorias
En este caso, la cama cuenta con un mecanismo adicional que permite girar todo el somier, convirtiéndose en silla y facilitando de esta forma la movilidad. De esta forma, la entrada y salida de la cama se facilita enormemente, proporcionando una gran autonomía al usuario.
Cama articulada geriátrica
Este tipo de camas articuladas suele contar con tres articulaciones y soporte para porta gotero y trapecio incorporador. Es una opción muy recurrente en hospitales o residencias.
Opciones particulares
Además de todos estos subtipos de camas eléctricas, las camas eléctricas pueden requerir de una configuración especial si van a servir para personas con sobrepeso. Los mejores distribuidores cuentan con modelos muy robustos, capaces de soportar pesos de más de 150 kilogramos.
El largo y el ancho son características que el usuario también puede configurar según sus requerimientos y necesidades. Así, existen camas articuladas que van desde los 180 centímetros de longitud a los dos metros y seis centímetros, y de los 75 centímetros a los 160 centímetros de ancho.