Vadillo: "En Granada soy feliz y es donde más estoy disfrutando del fútbol"

El extremo gaditano del Granada CF ensalza lo conseguido hasta ahora por un equipo que “siempre tiene opciones de ganar”

Entrevista a Alvaro Vadillo jugador del Granada CF
La mirada de un jugador diferente: Álvaro Vadillo | Foto: Antonio L. Juárez
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Hace algo más de 25 años nació en Puerto Real uno de esos niños maravilla con un balón pegado a los pies. Siendo todavía adolescente y con un desparpajo inaudito, debutó en Primera en el mismo estadio que hoy corea su nombre. Tras dos duras lesiones que le hicieron madurar a marchas forzadas, Álvaro Vadillo se siente hoy agradecido al Granada CF por la oportunidad y la continuidad que le han permitido volver a disfrutar del fútbol.

Consciente de que sus lesiones no cicatrizaron por arte de magia, sino con mucho trabajo y esfuerzo, este extremo asistente y regateador sigue luchando y gustándose al ajustarse la chistera cada vez que realiza algún truco a la defensa rival. Durante nuestra charla, ni trampa ni cartón; el mago quedó a un lado para dar paso a ese niño que ya es hombre.

Acaba de cumplir 25 años, pero parece que lleva toda la vida jugando…

Al debutar tan joven y llevar tantos años en el fútbol profesional la gente cree que soy mucho más mayor, no es la primera vez que me lo dicen (ríe).

¿Cómo era Álvaro Vadillo de niño?

Deportivamente soy una persona totalmente diferente, estoy convencido de que he mejorado muchísimo, pero como persona soy igual: las mismas ideas y las mismas ganas de disfrutar y aprender.

¿Qué le viene a la mente si le digo 15 de octubre de 2011, Santiago Bernabéu?

Bueno, es algo que ya tengo bastante superado, fue un momento duro y difícil porque eran mis inicios, pero por suerte y gracias al trabajo, a día de hoy lo tengo superado y sin secuelas.

¿Qué se pierde y qué se gana estando tanto tiempo lesionado dos veces?

Ganas muchísimas cosas. El palo es duro, son muchos meses lesionado, sin poder entrenar y hacer lo que más me gusta, pero ganas más que pierdes. Al final son unos seis o siete meses fuera de la dinámica, pero aprendes a valorar lo que tienes y a darle importancia a cada detalle en cada partido y en cada entrenamiento y así cuidar tu cuerpo para que no vuelva a ocurrir. Se pierde el no poder estar con los compañeros en el día a día y el disfrutar lo que he hecho toda la vida.

¿Dónde piensa que podría haber llegado de no haberse lesionado?

No me paro a pensarlo ni un minuto. No lo sabe nadie, es algo en lo que no gasto energía. Pienso en dónde puedo llegar y en lo que puedo ser todavía y es incensario pensar en qué podría haber pasado. Me ayudó a ser la persona que deportivamente soy hoy, porque le doy mucha importancia a todo lo que tiene que ver con la prevención de lesiones, pero no pienso nada más.

¿Qué recuerdo guarda del Betis?

Tuve épocas muy buenas y otras muy malas. Es el club que me dio la oportunidad de ser profesional y estoy eternamente agradecido. Debuté aquí en Granada en Primera y me he enfrentado por primera vez al Betis aquí en Los Cármenes; cerré un círculo. Tengo la espinita de no haber podido dar mi mejor versión por las lesiones y por otros aspectos, pero es un club al que siempre le tendré mucho cariño.

¿Le habría gustado quedarse en Huesca y jugar en Primera? ¿Fue un paso atrás venir al Granada en aquel momento?

Cuando asciendes con un club de Segunda a Primera, con lo que eso conlleva, era evidente que quería seguir y nunca lo oculté, pero no se me dio la oportunidad. A toro pasado, es ventajista decirlo, pero me vino bien, es evidente que no fue un paso atrás, dadas las circunstancias. Estoy disfrutando de la Primera División, en una ciudad y un club en el que he notado muchísimo cariño y estoy muy feliz de la decisión que tomé.

Fue una apuesta arriesgada que ha salido bien.

Sí, sobre todo porque había muchas propuestas para poder ir a otros equipos, pero aposté por el Granada por todo lo que ofrecía, por todo lo que me hablaban los compañeros que ya conocía y está saliendo bastante bien tanto en lo colectivo como en lo personal.

¿Cuántas veces han llamado a su puerta el Real Madrid, el FC Barcelona u otros grandes equipos europeos?

La más reciente fue después de mi primera temporada en Huesca. Tuve la posibilidad de ir al Barça B, en Segunda, pero no se dio. En categorías inferiores también he tenido opciones, pero voy a muerte con las decisiones que tomo e intento disfrutarlas al máximo.

¿Y el Cádiz?

El Cádiz fue uno de los equipos por el que estuve cerca de firmar antes de llegar aquí. Cuando apareció el Granada, vi que era una buena oportunidad en lo deportivo y en lo personal; el estar cerca de casa, pero no en casa, me beneficiaba más.

¿Está siendo el Granada el equipo donde más está disfrutando del fútbol?

Sin ninguna duda. He encontrado la continuidad que no tenía en ningún sitio. Me gano la oportunidad, no me estoy lesionando y estoy jugando bastante, estoy muy agradecido.

Si es titular, suele descansar los últimos 20-25 minutos.

Ni mucho menos es algo pactado. Cuando el míster hace cambios, lo hace por el bien del equipo, no por descansar más o menos. El año pasado jugué muchos partidos completos y esta semana ha sido la primera vez que he jugado los 90 minutos; físicamente estoy perfectamente preparado.

El inicio de Liga del equipo ha sido espectacular, ¿cuál es la clave?

Quien nos conoce de la temporada pasada dudo que le sorprenda el juego que estamos mostrando. Somos un equipo muy competitivo, intenso y nos tomamos cada partido como si fuera el último, con la humildad que requiere la categoría. Ganar un partido es muy difícil y hay que valorar mucho los 20 puntos que tenemos.

Más allá del juego, los números han llamado la atención de todo el mundo.

Claro, sobre todo porque los recién ascendidos últimamente no empezaban bien, pero internamente somos un equipo que compite y sabemos que, si hacemos las cosas como las estamos haciendo, podemos tener opciones en cada partido. Somos conscientes de la dificultad de la categoría, pero luchamos siempre para conseguir los tres puntos.

¿Qué le ha pasado al Granada estos tres últimos partidos?

Nos van a hacer valorar mucho los 20 puntos que tenemos, lo que hemos hecho hasta ahora y la competitividad con la que hemos jugado todos los partidos, siempre hemos tenido opciones. La categoría es muy difícil y hay equipos muy buenos.

¿Qué significa para usted Pepe Mel?

Pepe es un entrenador con el que tuve una época muy feliz y otra no tanto. Me hizo debutar con 16 años, hay que tener ese atrevimiento para poner a un niño con el Betis, con lo que eso conlleva, y tuvo mucha repercusión. Le tengo mucho aprecio en ese sentido, porque me dio la oportunidad de jugar en Primera.

¿Y Diego Martínez?

Diego es, sin ninguna duda, el entrenador que me ha dado la continuidad que siempre necesitaba. No regala nada y él ha confiado mucho en mí, pero yo también me he ganado la confianza. Lo agradezco porque venía de una temporada complicada, con mucha lesión; él apostó por mí y yo he respondido.

Se le ve cambiar bastante de banda durante los partidos, ¿dónde se siente más cómodo jugando?

Según el plan de partido vamos variando. No tengo una favorita, estoy cómodo en todas.

¿En qué momento se vio jugando en Primera el año pasado?

Desde el inicio vi mimbres para conseguirlo, pero la Segunda es muy complicada y muy larga, y había muchísimos equipos luchando por lo mismo. Realmente me vi en Primera al acabar en Mallorca, hasta que no lo rematas no lo tienes. Albacete fue un momento clave y fundamental, y lo sabíamos, pero el fútbol da mil vueltas y, aunque estuvieras ahí arriba toda la temporada, como el Cádiz o el Deportivo, mira al final, hasta que no lo consigues no lo tienes.

Ahora en Primera, parecía que Machís empezó como titular, pero le ha dado la vuelta a la situación.

Tenemos una plantilla con tres extremos específicos, Antonio, Darwin y yo, y nos complementamos y nos nutrimos los unos de los otros. Nos ponemos las cosas difíciles y la competencia interna que tenemos entre los tres nos beneficia personal y colectivamente.

Acaba contrato el próximo mes de junio, ¿le gustaría seguir?

Sí. De los tres equipos en los que he estado, donde más feliz he sido y más estoy disfrutando del fútbol es aquí.

Hasta el de la Real, seis goles con el Granada, seis victorias, ¿está atravesando el mejor momento de su carrera?

(Ríe). Si encima que marco, ganamos, es magnífico, pero prefiero no marcar y ganar los tres puntos. Soy ambicioso y no quiero decir que sí, porque espero seguir dando más y que se vea una versión todavía mejor de mí. Creo que la temporada pasada tuve la continuidad que necesitaba mi cuerpo, me acoplé a la competición y estaba bien y esta temporada se está viendo un Vadillo que no se había visto antes.

Me tiene que explicar lo que significan los gestos que hace al celebrar el gol…

Tengo tanta gente que quiere que le dedique goles… (risas). El del Barcelona y el del Betis fueron para mis amigos, el de la Real para mi novia, en fin. Intento tener contento a todo el mundo, ya que marco poco…

¿El del Betis lo celebró a medias?

Sí, bueno, se lo dediqué a mis amigos, pero no era un gol que yo quisiera celebrar, por respeto al club que me dio la oportunidad.

Un ídolo de infancia.

Deportivamente, siempre he tenido como referente a Joaquín.

Un espejo en el que mirarse.

Rafa Nadal es el mejor espejo en el que mirarse, pero prefiero intentar mejorarme a mí mismo. Si cambiarme por alguien supone cambiar quién soy yo, no me cambio por nadie.

Un sueño por cumplir.

Si tuviera que pedir algo y desear que siempre fuera así, pediría no lesionarme nunca

Un mensaje para la afición del Granada.

Hay poco que decir con palabras, porque estamos demostrando bastante con hechos. Creo que se sienten muy identificados con nosotros. Cuando jugamos en casa son parte fundamental de nuestras victorias, nos alientan muchísimo y espero que sigamos en esa línea todos juntos, pues seremos mucho mejores.