Las fórmulas pioneras de Vithas Granada con las varices: "No habría imaginado este cambio de calidad de vida"

Laura García, paciente del centro, relata su proceso con la radiofrecuencia, una de las técnicas empleadas por el equipo de cirujanos cardiovasculares del hospital

Vithas varices
La doctora Ana Ramos y su paciente Laura García posan en las instalaciones de Vithas Granada | Foto: GranadaDigital
Sergio Rodríguez Acosta
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Las varices son una patología vascular tan frecuente como desconocida en algunos aspectos. Su principal factor es el hereditario, lo que genera un conocimiento muy particular por parte de la población. Parte de esta sabiduría popular se ha traducido en un miedo transmitido de generación en generación sobre las operaciones de varices. Muchos mayores han relatado los horrores pasados durante este proceso, pero los avances sanitarios llegan a todos los rincones. El Hospital Vithas Granada cuenta con una unidad especializada en el tratamiento de la insuficiencia venosa crónica o como popularmente se conocen, varices. Ofrecen dos opciones pioneras en este ámbito: la termoablación endovascular con radiofrecuencia y la esclerosis con espuma, tratamientos complementarios entre sí y que aportan ventajas como ser poco invasivas y permitir una recuperación exprés.

Muchas personas conviven con las varices. Estas son más frecuentes en mujeres debido a su flujo hormonal, aunque hay otras causas reseñables como los empleos que obligan a una persona a estar muchas horas de pie o sentada. Para combatir el sedentarismo, es clave realizar activaciones y no permanecer demasiado tiempo en una postura estática.

El equipo de Vithas Granada especializado en este campo está compuesto por los cirujanos cardiovasculares Ana Ramos y Francisco Gomera y la cirujana vascular Victoria Ramos. La doctora Ana Ramos explica que las varices se pueden apreciar en seis grados distintos, pero que muchas se diagnostican a partir del cuarto nivel. Hay quienes piensan únicamente en lo estético, pero la profesional recalca que es un "problema médico" que se debe atajar.

Tratamiento específico y con seguimiento

El primer paso con cada paciente es realizar una exhaustiva inspección de sus piernas para elaborar un tratamiento específico que contará con un seguimiento posterior dentro de un procedimiento integral en un entorno hospitalario. Hay personas que únicamente requieren radiofrecuencia u espuma, pero, en algunas ocasiones, pueden casar.

La termoablación endovascular con radiofrecuencia se emplea con casos más avanzados a través de un cateterismo guiado por "eco" que permite quemar las venas safenas deseadas en un tiempo de unos 20 minutos en los que únicamente se aplica anestesia local. "El caso de la microespuma es diferente. Son diferentes sesiones, alargadas en el tiempo, en las que pinchamos las varices, que en este caso ya son varices más superficiales, más pequeñitas" detalla Ana Ramos. Esta espuma también "quema la vena por dentro" y la destruye, pero no es tan inmediato, pues sus resultados llegan al mes o dos meses de iniciar el tratamiento.

Progresión en el tratamiento de una paciente con Varices en Vithas | Foto: Gabinete

La especialista declara que los pacientes deben cumplir unas condiciones para los tratamientos, un motivo más para acometer los estudios previos para conocer que es lo más conveniente. En algunas ocasiones concretas, ella y su equipo apuestan por otras vías como la fleboextracción, que se utiliza para extirpas venas. El abanico de opciones permite así intervenir en venas minúsculas y en casos que llegan a un punto más grave.

"Cero impacto"

La cirujana cardiovascular pone especial énfasis para trasladar a sus pacientes que estos tratamientos tienen "cero impacto" en su vida diaria y son "mínimamente invasivos". "Con la radiofrecuencia, sales de quirófano y al día siguiente estás trabajando. Con la espuma, sales de la sesión, te pones la media de compresión y te vas al gimnasio si quieres", asegura. Su ejemplo mas usado es decir que "es como ir al dentista" porque "no tienes nada que organizar" en torno a ello.

Con el convencimiento sobre las bondades de estas técnicas, Ana Ramos aboga por "crear conciencia" de la necesidad de abordar las varices y de que quien las sufre conozca que puede deshacerse de ellas con facilidad para ganar en calidad de vida.

"Cambio radical a nivel psicológico"

Por las manos del equipo de Vithas Granada pasan muchos pacientes y cada una tiene su historia. La de Laura García es de mucho interés. Esta granadina vivió un calvario con las varices hasta que llegó a las manos de los especialistas para vivir un "cambio radical a nivel psicológico" más allá de la "calidad de vida" obtenida.

Como tantas otras personas, esta paciente estaba marcada por la pésima experiencia de un familiar, su madre, con las varices. La idea de una operación muy laboriosa con una larga recuperación no casaba con ella y las obligaciones que suponen tres niños pequeños y un trabajo como autónoma. Durante sus embarazos, el problema con esta patología vascular se fue agrandando, mientras que la solución se aplazaba.

Tras conocer las posibilidades que ofrece Vithas Granada y un tiempo de reflexión, dio el sí. "Hay veces que digo: '¿cómo no lo he hecho antes?'", asegura Laura García, quien recuerda "dolores grandísimos" y "un verano sin salir a una playa o una piscina por vergüenza" de una variz de su pierna derecha. La salud siempre es lo primero, pero la paciente reconoce que se ha quitado un "complejo" de encima que, de una forma u otra, también le afectaba a su vida. Ahora, aprecia un cambio en "mi calidad de vida" que "nunca me hubiera imaginado".

La doctora Ana Ramos detalla que la técnica escogida con esta mujer fue la radiofrecuencia. "Me operaron en cuestión de una hora las dos piernas. Me levanté del quirófano sola, anduve hasta el vestuario, me cambié de ropa y me fui a mi casa", rememora Laura. Por otro lado, apostilla que unos "hematomas" han sido la única consecuencia tras la intervención, algo que con el tiempo desaparecerá.

La cirujana cardiovascular subraya la importancia de transmitir a la gente que estos tratamientos no son magia, pero sí son mínimamente invasivos y ofrecen muy buenos resultados. La seguridad de un entorno hospitalario y el ponerse en manos de médicos especializados son puntos que los pacientes como Laura valoran. Así, la doctora Ramos espera que el conocimiento sobre estas alternativas crezca más y más para que los mitos sobre las varices y ellas mismas pasen a otra vida.







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