"Voy a venirme a la sede de Endesa con mis hijos a que estudien y estén 'calenticos' porque tienen derecho a tener luz"
Beatriz Rodríguez, vocal de la Asociación de Vecinos Nueva Cartuja, pide a la compañía eléctrica que tenga “un poco de empatía” porque es “una cuestión de salud”
Los vecinos de la zona Norte están desesperados ya que sufren cortes de luz continuos cada día. Este viernes han acudido a la sede de Endesa en Granada capital para pedir a la compañía eléctrica “que tenga un poco de empatía” con ellos porque la situación es “ya una cuestión de salud”. “Están acabando con nosotros”, ha comentado Beatriz Rodríguez, vocal de la Asociación de Vecinos Nueva Cartuja, a las puertas de la sede de Endesa, donde ha asegurado que va a irse con sus hijos “porque también tienen derecho a tener luz como el resto de la gente de Granada”. “Me voy a venir con ellos a que estudien aquí dentro y estén calenticos toda la tarde. En mi casa no hay tele, no hay brasero, no hay estufa, no hay nada. Nos vamos a venir aquí a Endesa, nos vamos a sentar ahí dentro hasta que nos quieran atender”, ha comentado.
Esta vecina de Nueva Cartuja ha señalado también que han solicitado una reunión con Endesa y que espera que “tengan la humanidad” de recibirles y de darles “una explicación”. “Aunque me da igual las explicaciones porque yo sé lo que tengo en mi casa”, ha indicado.
Beatriz Rodríguez ha lamentado que su hijo “llora” cada vez que le dice que se van a tener que ir de la casa debido a los continuos cortes de luz. “¿Por qué tengo que irme de mi casa con mi hijo si no quiere irse ni yo quiero que se vaya de mi barrio? Porque yo me he criado en el barrio con muy buenos valores. Somos como una familia. Mucha gente que viene a mi casa de visita dice aquí sois como un pueblo. Todo el mundo nos conocemos. Y Endesa nos está quitando la salud”, ha señalado.
La vocal de la Asociación de Vecinos Nueva Cartuja ha recordado también que los vecinos pagan los recibos para tener luz y lamenta que “los últimos años de vida” de su madre y de otros de sus vecinos tengan que ser así, con cortes de luz de cuatro o cinco horas cada día. “Mi hermano trabaja toda la noche con un camión, viene al mediodía a tumbarse un rato y no hay luz para el brasero”, ha explicado también.
“Esto ya se pasa de castaño oscuro. Compruebo que tengan dificultades en las redes, pero es que no han arreglado ni un cable de baja tensión. Nunca jamás en la vida. Y mi madre lleva 50 años en el barrio. Los transformadores nos dan igual, porque no han arreglado la línea que tenían que arreglar”, ha indicado Beatriz Rodríguez, quien ha comentado también que nadie sabe lo que sienten los vecinos porque no se pueden poner en su situación.