Multan a un conductor de Granada por aparcar en una plaza para discapacitados pese a estar autorizado

Tenía la tarjeta caducada, pero con el resguardo de haberla renovado en vigor; lo que sería suficiente para poder estacionar mientras llega la nueva

aparcamiento minusvalido
Aparcamiento reservado para minusválidos | Foto: GD
Miguel López Rivera
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Acreditar la condición de minusvalía en un requisito sine qua non para poder estacionar el coche en una plaza reservada para personas con discapacidad. Una circunstancia que ha obligado a las autoridades a revisar sus propios protocolos para luchar contra los tramposos que aprovechan la verdadera necesidad de terceros para evitarse la engorrosa tarea de buscar aparcamiento.

Pero ese no era el caso de José y Lucía Parrado, padre e hija residentes en Maracena. La palabra "indignación" es lo primero que se les viene a la cabeza al recordar la situación que les tocó vivir este domingo, cuando José fue multado por "estacionar en un lugar reservado para personas con movilidad reducida, con autorización visible y sin vigencia", tal y como consta en la denuncia de la Policía Local a la que ha tenido acceso GranadaDigital.

La historia se remonta a tiempo atrás. Y es que como Lucía, de 25 años, es invidente, su padre solicitó hace unos años la Tarjeta de Aparcamiento para Personas con Movilidad Reducida. Esa tarjeta expiró el 26 junio, momento en el que José renovó la revisión de minusvalía de su hija en el Centro de Valoración y Orientación de Personas con Discapacidad. No así, entonces, la citada acreditación, que actualizó el 12 de julio al dar por hecho que con la primera revisión también se renovaba el segundo documento. Pese a ello, José asegura que, durante esos 16 días en los que la tarjeta estuvo caducada, nunca aparcó en una plaza para personas con discapacidad.

El mismo 12 de julio, en el Centro de Valoración de la Junta, le avisaron de que, debido al atasco administrativo, el envío del documento se demoraría por espacio de "cuatro o cinco meses". Eso sí, también le garantizaron que, con el resguardo que confirmaba el trámite y la tarjeta antigua visibles desde la luna frontal del coche, podía seguir haciendo uso de los aparcamientos para personas con movilidad reducida sin ningún problema.

De ahí su sorpresa cuando minutos antes de las 17:00 horas de este domingo fue sancionado en la calle Rodríguez de la Fuente de Granada capital por el motivo anteriormente expuesto. El importe de la sanción asciende a 200 euros más la retirada de la tarjeta caducada. "Y menos mal que llegué a tiempo y no se llevó el coche la grúa", añade aún incrédulo.

Trató de explicárselo al agente del cuerpo municipal, pero éste, lamenta, no solo no le reconocía ese derecho, sino que además mostraba una actitud hostil hacia él. Algo que, explica este vecino de Maracena, "me resultó extraño viniendo de una persona joven". Las denuncias por fraude a la hora de usar este tipo de documentos crecen por días. Entre otras artimañas, no faltan las de quienes prestan tarjetas ya caducadas a familiares y amigos, o los que siguen usando uno de estos credenciales una vez su beneficiario ya ha fallecido.

Por eso, desde la Policía Local recuerdan que, en los últimos tiempos se ha intensificado la lucha contra este tipo de faltas. Si bien, aclaran, "solo se puede aparcar en una plaza reservada para personas con movilidad reducida si se tiene en vigor la tarjeta". Versión que contradice la que según José le trasladaron desde el Centro de Valoración y Orientación de Personas con Discapacidad.

Este medio se ha puesto en contacto con la Dirección General de Discapacidad, dependiente de la Consejería Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad. De este departamento de la Junta de Andalucía es del que depende el Centro de Valoración y Orientación. Y, en efecto, sostienen la versión de José y Lucía: "Si ha presentado la solicitud de renovación en tiempo, estará en vigor aunque esté caducada hasta que se resuelva el expediente. Si lo multan, si está en procedimiento, la multa es anulable".