Los vecinos de Ganivet están en una situación “límite” y exigen que se vele por su descanso

La calle Ángel Ganivet y aledañas se han convertido en punto de encuentro para muchos granadinos que quieren disfrutar de una tarde de copas. Con el fin del estado de alarma y el inicio de la desescalada, los pubs de la zona pueden abrir hasta las dos de la madrugada, algo que va a empeorar la situación que viven los vecinos, que están ya “al límite” debido a los incesantes ruidos en la zona y los altercados que se producen en la vía pública. Además, los afectados aseguran a GranadaDigital que no pueden transitar con normalidad hacia el portal de sus pisos por la aglomeración de personas en las terrazas y puertas de los pubs. “Piensan que estamos en contra de los bares y restaurantes y no es así, queremos que sigan, pero que respeten las normas de convivencia. Es lo único que queremos”, cuenta una vecina que traslada el sentir de los granadinos que viven en la zona, que ya están hartos de que todo esto afecte a su descanso.

“En los últimos meses ha habido una apertura excesiva de locales de ocio, de bares de copas con la música muy alta, con muchísima gente en las fachadas de los negocios, que generan un ruido que sobrepasa todos los límites y con una consecuencia también en el orden público, porque se generan peleas y hay problemas de desorden. Al mismo tiempo, sobre todo en el entorno de la calle Ganivet y de la plaza Mariana Pineda, hay una afluencia muy grande de vehículos y de motos. Se sobrepasan todos los límites razonables en la calle. No nos negamos a que haya negocios, pero sí entendemos que el Ayuntamiento ha dejado o ha hecho una dejación del control razonable de la actividad de ocio y pedimos que lo regule y busque soluciones”, apunta otro vecino de Ganivet, como se puede ver en el vídeo que acompaña a esta noticia, también disponible en el canal de Youtube de GranadaDigital.

No solo en la calle Ganivet, también en aledañas como Almona del Campillo, Joaquín Sorolla, Moras, la plaza Mariana Pineda o la plaza del Campillo el ruido es insoportable ya para los vecinos por la música alta de los locales, las voces de la gente y las peleas que se producen. Además, esta zona se ha convertido en un punto de menudeo de estupefacientes, algo que también denuncian los vecinos.

Otro problema que tienen quienes viven en la zona es que no pueden acceder con normalidad a los garajes de edificios como Alameda y Cervantes, que están “tomados por los clientes de los pubs”. Además, una vecina cuenta que hace unos días una ambulancia no pudo bajar a la calle Joaquín Sorolla a recoger a una persona “por la gente que había ahí”. “Los coches que tienen el parking allí tampoco pueden entrar. Allí hay también un meadero municipal, en la esquina del hotel Macià, es horrible”, lamenta esta vecina, quien tampoco entiende que en la zona de carga y descarga en la plaza del Campillo haya “dos camiones de hielo fijos, que vienen, traen y cargan” y los vecinos no puedan ni parar allí.

Además de todo esto, las calles afectadas “se quedan sumamente sucias de tirar los cubatas, las colillas y de orines”, apunta esta vecina, quien también lamenta que el camión de la limpieza tenga que pasar “a las 4.30 horas de la mañana”. “Ya que no hemos dormido con todo el ruido, también pasa el camión de madrugada y luego el de las botellas a quitar los cascos, total, que no nos dejan dormir ni descansar”, asegura.

Los vecinos de Ganivet, hartos de la situación, han colgado una pancarta en uno de los bloques de pisos para “llamar la atención y que se hagan cumplir las normas” en la que se puede leer: “No más bares, no más ruido, no más humo, no más drogas, no más altercados”. También han trasladado sus quejas al Defensor del Ciudadano de Granada, Manuel Martín. Exigen que el Ayuntamiento haga cumplir con la normativa municipal que regula este tipo de actividades. “El concejal de Seguridad Ciudadana, César Díaz, ya lo sabe y también Medio Ambiente, porque es competencia de ellos regular la emisión de ruidos. El buen gobierno es hacer convivir a todos, a los que vivimos y a los que necesitan ganarse el pan, que también lo entendemos, pero hay que acordarse de que aquí hay vecinos. El miércoles tenemos una cita con el Ayuntamiento todos los representantes de comunidades para hablar”, afirma uno de los vecinos. “La Policía municipal dice que está desbordada. Nosotros observamos mucha presencia policial, pero con pocas consecuencias realmente”, añade.

El ocio “descontrolado” en la zona de Ganivet se acrecienta durante los fines de semana y festivos. Los vecinos denuncian que muchos locales han abierto con licencia de cafetería para servir copas y poner la música en las terrazas y eso no está permitido, como tampoco instalar más mesas en la zona de los soportales hacia dentro. “Eso es propiedad de las comunidades de vecinos, no del Ayuntamiento y, por tanto, esas mesas tienen que estar aprobadas por los vecinos. Se ha permitido por la pandemia poner más terraza de la que tienen permitida, pero esto ya es un desmadre”, indica una de las vecinas de Ganivet que insiste en que lo único que piden es “que se cumpla la normativa y el derecho al descanso de los ciudadanos”.