Vecinos del Sacromonte denuncian que están incomunicados tras la inundación y el corte de su único camino

Las intensas lluvias de la semana pasada han destruido el acceso que conecta a cerca de 20 familias con la vía principal del barrio y denuncian que el problema se pudo evitar

Calle Barranco de Valparaíso, Sacromonte - Eva González (13)
Estado de la calle Barranco de Valparaíso, en el Sacromonte, tras las últimas lluvias | Foto: Eva González
Guillermo Acuña González
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Debido a las intensas lluvias de la última semana en Granada, cerca de 20 familias de la calle Barranco de Valparaíso han quedado desconectadas de la vía principal, el camino del Sacromonte, después de que el agua arrastrara tierra y piedras desde el monte y destruyera su único camino, que no está asfaltado.

La calle, por la que habitualmente transitan los vecinos y era un acceso vehicular para conectar a la ruta principal, ahora está completamente destruida e incluso con algunos árboles caídos. Según explica Pablo, uno de los afectados, tras el incendio del año pasado y la deforestación del lugar, “se ha quedado toda la tierra suelta, todas las piedras, toda la basura y el agua ha arrastrado todo" hasta allí, "hasta las puertas de las casas". "Se ha roto el carril de tierra y está inaccesible”, señala.

De acuerdo a lo que detalla, “se han llenado las presas, que son las que contenían el agua, se han roto los caminos y los vecinos no pueden salir con los coches”. Además, explica que en las cerca de 20 familias hay bebés, niños, ancianos y personas con problemas de corazón y otras enfermedades que en caso de emergencia no tendrían cómo salir.

Es el caso de Manuel, de 74 años, quien debe ir al médico frecuentemente y porta una máquina de oxígeno y muletas por sus problemas de movilidad. “Estoy lamentándome en la casa sin poder salir. No tengo forma de moverme en los autobuses. No puedo estar moviéndome mucho", dice. Su vehículo está aparcado, pero ya no puede salir por un camino principal intransitable.

La calle Barranco de Valparaíso ha quedado en este estado tras las últimas lluvias | Foto: Eva González

Otro vecino, Rafael, de 51 años, comenta que ya desde mucho antes de que pasara esto, los vecinos han intentado pedir ayuda y que este problema se pudo evitar. “No es solo por las lluvias. Llevamos mucho tiempo quejándonos y pidiendo que soterrasen el agua y, como mínimo, que asfaltaran o nos dieran permiso para poder hacerlo nosotros, antes de que pasara esto. No nos han hecho ni caso y ha pasado”, señala.

Rafael explica que hace unos días paró en el camino a los encargados de limpieza de la carretera: “El hombre se bajó, me lo traje hasta arriba, llamó a su jefe y nos dijo que no era su competencia, que se debe encargar mantenimiento de Urbanismo. No nos hace caso nadie”. Los operarios, indica, sacaron fotografías a las condiciones del lugar y les dijeron que informarían sobre la situación. “Y hasta ahí sabemos. Nadie más se ha puesto en contacto con nosotros, que yo tenga conocimiento”, asegura.

“Estamos abandonados por completo”

“Hemos intentado contactar al Ayuntamiento, pero todo el mundo echa balones fuera”, se queja Pablo, quien agrega que “dicen que no es una calle". "Ha venido gente diciendo que esto es campo y le ha quitado asunto”, indica.

“No puede venir ni la ambulancia, cuando nosotros pagamos todo (impuestos)”, continúa Pablo. “Para pagar sí somos, pero cuando necesitamos ayuda, no. No nos están dando soluciones. No es un camino privado, es una calle que lleva ahí toda la vida”, añade. Rafael complementa que esta es "una calle, con código postal" por lo cual tienen "los derechos de cualquier otro ciudadano”.

Estado de la calle Barranco de Valparaíso, en el Sacromonte, tras las lluvias | Foto: Eva González

Manuel ha vivido sus 74 años en el mismo lugar y entrega ejemplos de otros caminos cercanos que sí han sido arreglados y asfaltados, como el Barranco de los Negros, Barranco de los Naranjos y el carril de coches en Puente Mariano. “Y, sin embargo, aquí no han hecho nada. Nos tienen abandonados”, lamenta.

Pero la solución no es solamente asfaltar el camino, dice Manuel. “Lo primero que tienen que hacer es limpiar las presas, dejarlas libre, limpiarlas. Llevan toda la vida. Limpiarlas y que por esos agujeros desahogue el agua poquito a poco y no de golpe”, explica.

“Por esos agujeritos sale el agua, pero estando limpia”, detalla. “Nosotros pagamos impuestos, lo mismo que todos. Lo más normal es que nos ayuden un poquito. Estamos abandonados por completo”, cierra Manuel.